4 de enero de 2019

FICUS RETUSA

Proviene de esqueje sacado en 2003 aunque no tengo fotos del momento. Empecé a fijarme en él en 2007, había desarrollado un sistema radial de raíces que me dió buenas esperanzas, y de ahí su primera foto. Debido a la resistencia y facilidad de mantenimiento, ficus bonsai los hay a cientos de millones, pero a poco que os hayáis fijado no son muchos los que muestra un nebari radial, y este es uno de ellos.

En 2011 empezó a definirse su estructura primaria y el nebari progresaba adecuadamente.

En 2016 ese incipiente nebari había tomado cuerpo y hace que este ejemplar ocupe un espacio adecuado en mis estanterías. Y empezó el momento de prestarle toda la atención a la ramificación secundaria.

Y una vista general. Cada vez que alambro un ficus casi tiemblo, no son demasiado amigos de los hierros y secan las ramas alambradas con demasiada facilidad, sobretodo cuándo no son demasiado gruesas, en prevención dejo algunas hojas como tirasabias, si no hubiese alambre el defoliado hubiese sido integral. Nuevamente me fijo en como incomoda esa raíz, ahora en el centro bajo de la foto.
Espero que con el tiempo las raices terminen fusionándose unas con otras. A partir de ahora le prestaré más atención y empezaré a crear la ramificación que secundaria que hasta estos momentos estuvo olvidada. Sólo han sido trece años desde que  era una ramita procedente de una poda y hoy se merecía una entrada.

Hoy 4 de enero de 2019 tocó un nuevo arreglado del conjunto, limpieza integral de la superficie del sustrato, maceta y una disminución de la altura del ejemplar, he remodelado el ápice y bajado unos diez centímetros su altura. Empiezo a pensar que debo controlar el engorde del nebari, está alcanzando unas dimensiones bestiales.

Y como viene siendo habitual, pues una comparativa de como empezó y como está tras quince años desde que saqué el esqueje.

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