29 de octubre de 2020

EVOLUCIÓN DE UN PATRÓN DE UN DE CIRUELO INJERTADO

 Hubo una época en que todo me valía para bonsai, con el ansia de tener diferentes especies fui comprando todo lo que veía en el vivero y que pensaba podrían servir. Una de estas compras fue de un ciruelo doméstico de ricas ciruelas amarillas, pero lo que suele pasar con este tipo de árboles es que los injertos son perrunos, después de un tiempo decidí acodarlo y en vez de tirar la parte inservible pues la dejé en maceta sin hacerle mucho caso.
 
Esta es su evolución. Apenas tengo fotos del ejemplar ya que nunca pensé en trabajarlo como bonsai, pero tras superar un grave ataque de hongos parece que se quiere recuperar incluso para esta primavera florecerá por primera vez.
 
El acodo fue realizado en 2007, podemos observar las pequeñas hojas, clásicas en los ciruelos. Siendo separado el año siguiente.
El inservible tocón quedó en su maceta pero por cosas de la resistencia a la muerte, sacó algunas ramitas que le permitieron seguir vivo. A diferencia de la parte injertada, las hojas son grandes más parecidas a la de los melocotoneros o albaricoques, de la misma forma que los almendros pero más grande. Esta foto de 2011 nos permite verlas.

Así estaba en 2012, viendo que seguía brotando pues hice un tosco alambrado, las ramas de los prunus crujen con solo mirarlas así que poco pudo doblar.

Ya no tengo fotos hasta este año, con más pena que gloria siguió sobreviendo, sacaba dos ramas nuevas y secaba una, incluso superó un ataque grave de phitóphora el año pasado.
 
 
 Me sorprende el gran labio de cicatrización de la zona que en su momento liberé de corteza para intentar darle algo de interés. Aunque la zona de shari era muy redondeada y es lo que voy a tratar de corregir hoy.
 
 
Cojo la amoladora y con mucho cuidado elimino lo que creo sobra, intentando ser prudentes, que para quitar más siempre hay tiempo, pero lo que se elimine se pierde para siempre. También toco un poco el labio de cicatrización para estimular que siga creciendo.
 
 
Y poco más que hacer, darle una pinceladita con líquido de jin y listo. Vemos que la superficie tiene musgo nacido de forma natural, señal inequívoca de que necesita un transplante.
 
 
Como preparación de cara al invierno y evitar demasiada humedad en el sustrato pues elimino todo el musgo y la capa superficie del sustrato, esto permitirá un secado más rápido hasta el momento del trasplante que haré a finales del invierno o antes si las yemas comienzar a hinchar.
 
 Sí sí, he dicho yemas. Por primera vez estas ramas van a florecer y si fructifica pues tendrá respuesta una de las grandes incógnitas de este ·ex-ciruelo" y es saber sobre que especie estaba injertado. En esta rama podemos ver dos tipos de yemas, las marcadas en azul, son más pequeñas y puntiagudas, son brotes de hojas, pero en cambio las marcadas en rojo, son más gruesas y redondeadas, ¡son yemas de flor!
 
 Creo que aquí se aprecia mejor la diferencia, aunque aún deben diferenciarse más, conforme avance el otoño.

 En fin, otro de mis perejiles olvidados que también se merecía una entrada. Así estaba y así está.

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