Proviene de esqueje sacado en 2003 que fue acodado en lo que por
entonces fue mi primer intento de acodo en una planta, aunque no tengo
fotos del momento.
Empecé a fijarme en él en 2007, había desarrollado un sistema radial de
raíces que me dió buenas esperanzas, y de ahí su primera foto. Debido a
la resistencia y facilidad de mantenimiento, ficus bonsai los hay a
cientos de miles, pero a poco que os hayáis fijado no son muchos los
que muestran un nebari bien formado y este es un intento por conseguir uno de ellos.
Y en 2010 las raíces iban tomando cuerpo.
En 2011 empezó a definirse su estructura primaria, el nebari progresaba adecuadamente y continuaba con el arreglo de los ángulos de salida de las ramas que ya se iban homogeneizando.
En 2011 empezó a definirse su estructura primaria, el nebari progresaba adecuadamente y continuaba con el arreglo de los ángulos de salida de las ramas que ya se iban homogeneizando.
En 2012, estaba frondoso, una vez defoliado y una vista del nebari que había tenido un desarrollo notable en este último año.
En 2016 ese incipiente nebari había tomado cuerpo y hace que este ejemplar ocupe un espacio adecuado en mis estanterías. Y empezó el momento de prestarle toda la atención a la ramificación secundaria.
En 2016 ese incipiente nebari había tomado cuerpo y hace que este ejemplar ocupe un espacio adecuado en mis estanterías. Y empezó el momento de prestarle toda la atención a la ramificación secundaria.
Ya en 2019. Desde 2016 no dispuse de demasiado tiempo para dedicarle a
mis plantas y esto provocó que las raíces se me fueran de mano,
algunas crecieron bastante más que otras, descompensando el nebari. Me
sorprende que a pesar de que el verde se mantiene muy estable, el grosor
del tronco y raíces aumentan a mayor velocidad.
Desde la espalda si que son notables los desajustes, más evidentes si
cabe al haberse fusionado un par de raíces gruesas, en el próximo
trasplante tendré que darle caña a las raíces más gruesas para frenarles
su crecimiento. En estas fotos de abril de 2020 se ve claramente el
problema.Para la próxima temporada me tocará cortar la rama que señalo, tiene el mismo problema que la que tenía en su parte alta. En esta foto también podemos ver como las raíces están más ordenadas e igualadas, conforme se peguen será todo un espectáculo de nebari.
Estamos en 2024 y han pasado casi dos años desde la fuerte poda de raíces y empieza a lucir con más vitalidad. La zona media ha recuperado el vigor pero el ápice sigue algo débil aunque con mucho mejor color, de cualquier forma ya tengo otra ramita preparada por si fuese necesaria su sustitución. La altura del ejemplar es de 40 centímetros.
El tachiagari tiene 10 centímetros de diámetro y el nebari 30 centímetros de diámetro. Para el próximo trasplante volveré a meterle caña a esa raíz central que está demasiado fuerte, en cambio la raícilla a su derecha ha crecido poco así que tendré que darle espacio, es una raíz fundamental para tapar ese pequeño hueco que se aprecia.
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