Al igual que otros ejemplares de troncos múltiples que tengo, este proyecto se inicia de la necesidad de hacer sitio en mis estanterías y la acumulación de plantas obtenidas de esquejes de mi primer palmatum.
Y una forma de rentabilizar los esquejes y economizar en espacio es plantarlos juntos, en este caso, siguiendo la técnica del pegado de troncos.
Acer palmatum es una especie de gran vitalidad, admite todos los trabajos clásicos en bonsai y destaca por su capacidad de emitir raíces y la facilidad de injertarse con otros ejemplares con el simple contacto de sus troncos. Así que manos a la obra.
Todo comienza en octubre de 2021 cuando en una mañana de aburrimiento me vino el impulso. Disponía de bastantes palmatums procedentes de esqueje y no sabía que hacer con ellos, además me estaban ocupando mucho espacio, así que pillé siete de ellos, los planté juntos y con un poco de rafia les dí un fuerte atado, cuánto más contacto haya entre los troncos, más fácil será todo. El diámetro de todos los troncos juntos era de casi dos centímetros.
Un año después, ya en dic 2022 y a pesar de haber ganado un centímetro de diámetro, los troncos apenas se habían unido, aunque era evidente que se iban acoplando entre ellos. Tan importante como una unión fuerte es evitar que las "ataduras" se claven en los troncos por lo que es conveniente revisar y rehacer periódicamente las mismas, la rafia dió paso a las bridas de plástico.
Un año después, ya en dic 2022 y a pesar de haber ganado un centímetro de diámetro, los troncos apenas se habían unido, aunque era evidente que se iban acoplando entre ellos. Tan importante como una unión fuerte es evitar que las "ataduras" se claven en los troncos por lo que es conveniente revisar y rehacer periódicamente las mismas, la rafia dió paso a las bridas de plástico.
Con la planta asentada en la maceta de cultivo los siete troncos empiezan a parecer uno sólo. El engorde da un salto cualitativo y en sólo seis meses duplica su grosor y los troncos están prácticamente pegados.
En 2024 también fue dejado crecer libremente, algo que favorece claramente el engordado de todo el ejemplar y como no, se grueso trachiagari que tanto nos gusta. Un problema que me encontré es que por mucho cuidado que ponga con las bridas, siempre quedan pequeños espacios sin presión por los que el crecimiento del tronco intenta continuar dando como resultado un tronco irregular y con pequeños pero feos abultamientos, para homogeneizar la textura pruebo a rodear el tronco con una chapa de una lata de refresco previamente recortada y por encima de ella, nuevas bridas.
En 2024 también fue dejado crecer libremente, algo que favorece claramente el engordado de todo el ejemplar y como no, se grueso trachiagari que tanto nos gusta. Un problema que me encontré es que por mucho cuidado que ponga con las bridas, siempre quedan pequeños espacios sin presión por los que el crecimiento del tronco intenta continuar dando como resultado un tronco irregular y con pequeños pero feos abultamientos, para homogeneizar la textura pruebo a rodear el tronco con una chapa de una lata de refresco previamente recortada y por encima de ella, nuevas bridas.
El recurso de la chapita metálica funcionó mejor de lo que esperaba y cumplió su misión, aunque no me gusta en exceso ya que mantiene la humedad más tiempo del que creo aceptable, así que en diciembre de 2024 elimino todo el dispositivo de "escayolado" y lo dejaré al aire al menos hasta la nueva brotación de 2025.
Estoy contento con el resultado, en tres años se ha multiplicado el diámetro inicial por 3, aunque el crecimiento no fue uniforme en cada año, siendo en la primavera/verano de 2023 cuándo más dió de sí.
El próximo trabajo a realizar será el trasplante y un primer tiento al sistema radical, ya tengo tachiagari, ahora toca pensar en la creación de un nebari así que con toda probabilidad el próximo plantado será en una de esas macetas de barro que tengo que son más anchas que altas, las raíces deben empezar a crecer perpendiculares al tronco.