20 de diciembre de 2020

ACER PALMATUM "BERRY BROOM" DESDE CERO

Acer palmatum 'Berry Broom' es una hermosa variedad que pertenece al grupo de los Dwarf (enanos) verdes. Ramifica muy densamente teniendo un color primaveral verde brillante que madura a verde oscuro en verano. En otoño, las hojas se vuelven de color amarillo dorado.
Las flores son rojas en primavera. Tienen un hábito compacto y ordenado que niega la necesidad de una poda intensa. Alcanzan la madurez en 10 a 20 años. Las hojas de 'Berry Broom' son de color amarillo verdoso en primavera, volviéndose verde oscuro en verano y naranja rojizo ardiente en otoño.
 
Esta es la historia de un palmatum Berry Broom comprado en 2016. La situación empezó mal ya que me mandaron un ejemplar más grande de los que a mi me interesa, supongo que el vivero y con toda su buena intención y al no tener lo que yo había pedido pues me mandaron uno más grande y caro, pero sin cobrarme la diferencia. El caso es que cuando llegó a casa no sabía que hacer con él, si devolverlo o utilizarlo para simple adorno. Tenía ramas larguísimas y un injerto perruno que lo invalidaba como bonsai pero ya lo tenía en casa y como no tengo problemas de espacio pues lo dejaría por algún rincón mientras decidía sobre su futuro.
 
En 2017 fue podado, eliminadas casi todas las ramas y trasplantado, quedando en cultivo hasta marzo de 2018, en que decido acodarlo para intentar ocultar el bulto que tenía por linea de injerto.
 
En septiembre del mismo año el acodo fue separado y plantado de forma individual. El injerto quedaba oculto así que perfecto, pero esa rama derecha es excesivamente larga y encima nacía a la misma altura de la que debía ser la primera rama, tendré que pensar en algo.
 
La solución pasó por injertarle una rama, cosa que hice en la primavera de 2019, aquí vemos como la rama injertada cubría perfectamente el hueco y tapaba esa feísima rama derecha.

Desgraciadamente el injerto por aproximación no funcionó y aquí vemos el resultado, una larga y cilíndrica segunda rama. La que está destinada a ser la primera rama era excesivamente gruesa para ser alambrada, fue cortada y cambiada su orientación, disimulando visualmente este gran defecto.
 
Así está a finales de 2020, voy a trasplantarlo a una laja y a principios de primavera aclararé un poco ese barullo de ramitas de la derecha y conforme disponga de un brote largo adecuado pues volveré a intentar el injerto que me permitirá acortar la longitud de esa rama en 2/3.

Y aquí tenemos la laja, una piedra de 61 cms de larga por 40 en su parte más ancha.

Lo habitual es hacer un murete de keto, yo simplemente utilizo el mismo sustrato con el que plantaré pero humedecido, solo servirá para que la capa drenante y sustrato de relleno no se caiga. En unos minutos todo estará recubierto y ya no habrá problemas.

La planta debe quedar bien atada, en las lajas los efectos del viento son mucho mayores.

Rellenamos y palilleamos con cuidado.
 
Con la misma masa que hice el murete cubro el resto del cepellón.

Y recubro de musgo.

Y así queda, ahora mismo parece desangelado pero conforme brote, vamos a flipar. A partir de la primavera empezaré la selección de brotes y formado de las ramas, que ahora mismo están sobrecargadas.
 
 
Y esta fue la imagen que me regaló en cada estación del año 2021.

2 de noviembre de 2020

EVOLUCIÓN DE UN OLMO PARVIFOLIA TANUKI.

Tengo que reconocer que no me gustan los tanukis pero me gusta tocar todos los palos y esta historia comienza en un paseo por el campo donde me encontré unas porciones de madera dura que bien podrían servir para algún proyecto que por cierto, en ese momento no tenía ninguno. Esta historia comienza en la primavera de 2019.

Tras decantarme por el tronco de la derecha le adosé un esqueje de olmo que había preparado a primeros del año pasado. Para conseguir una buena aproximación entre el tronco del esqueje y la hendidura del tanuki apreté bien con rafia. Y así estuvo hasta mayo de 2020, día de la foto.

Por más intentos que hice por conseguir una rama en la parte central izquierda pues no salió ninguna así a mediados de febrero de 2020 que preparé un injerto de aproximación con el que intentar tapar ese gran espacio despoblado.
 

Tras tres escasos meses y tras una comprobación para ver el estado del mismo, veo que ha pegado aceptablemente así que tocaba separarlo.

 Aparentemente y a pesar del poco tiempo transcurrido parece que el pegado es correcto.

El quitar la rafia también me permite comprobar que el surco realizado no solo ha sido cubierto sino que el tronco sobresale notablemente de la zona de contacto.

Tras separar el injerto procedo a colocar nueva rafia procurando apretar lo máximo posible, ahora nos interesa que el tronco desborde hacia los laterales para que cubra parte de la madera seca del tanuki.

La rama injertada también ha sido defoliada dejando alguna hojita de tirasavias.

Y así queda, ahora toca dejar crecer libremente y esperar que el nuevo engrosamiento del tronco sea de forma lateral y que el injerto no se venga abajo.

Tras toda la temporada de crecimiento ahora toca prepararlo para el invierno.
 
 
Esta es la parte trasera, podemos apreciar claramente las herramientas de tortura utilizadas, rafia a mansalva y una sargenta por la parte baja, lugar donde es más difícil apretar la rafia y probablemente la zona más importante del tanuki y de la que dependerá toda la credibilidad del trabajo.
 
 
 Lo primero eliminar todas las ramillas del año que han crecido quedándonos con aquellas que nos interesa.
 
 
Voy a eliminar la rafia, en estas fechas será totalmente inútil, así daremos un descanso a la planta y permitiremos, además de la ventilación debida de todo el tronco, el poder eliminar aquellos bichitos que hayan podido ir encontrando en ella, su hogar habitual. Podemos ver en la foto como el tronco ya ha desbordado el surco creado en la madera muerta. El próximo enrafiado (que no sé si lo haré con rafia o con algún material más duro) debe comprimir la parte exterior e intentar que el nuevo crecimiento se dirija por fuera del labio de unión, vamos, que vaya comiéndose el filo de la madera muerta.
 
 
A los olmos les gusta el agua, y la humedad creada ha afeado la base de la madera, con un cepillo a bajas revoluciones hago un buen limpiado de la zona, eliminando todos los restos blandos que por allí se han acumulado.
 
 
 Una vez limpia y con la zona negra eliminada, se ve mejor.
 
 
 Por la zona trasera podemos ver mejor como va el acople del tronco.
 
 
 Continuamos aplicando una manita de líquido de jin, es aconsejable previamente, humeder toda la zona que vayamos a pintar.
 
 
Por último, eliminaremos toda la capa superficia del sustrato, el musgo crecido de forma natural mantiene excesiva humedad para el invierno e impide la correcta oxigenación, la capa eliminada no es sustituída por una nueva.
 
 
 
 Y así queda en espera de la caída de las hojas y frío invierno.
 

Este olmo tiene porte llorón, nunca vi uno modelado así pero tengo que pensar sobre el tema, me gusta el aspecto silvestre que toma la planta con esas ramas caídas y de paso taparía la rama injertada que ahora mismo parece nacer del interior de la curva, sea como sea, esa rama tengo que subirla, pero será más adelante ya que está recién injertada.
 

1 de noviembre de 2020

OTOÑADA DE ALGUNO DE MIS PALMATUMS

Con la bajada tan interesante de temperaturas los palmatums empezaron a tomar color pero han vuelto a subir, lo que se traduce en que empezaran churruscarse y caer sin tiempo al cambio total de color, así que antes de ese desgraciado momento he sacado algunas fotos.
 
 YAMAMOMIJI

ORANGE DREAM. Iba pillando un fantástico tono púrpura y en dos días se ha churruscado, probablemente de los más sensibles a la exposición solar, la semana pasada quité los sombreadores y aquí las consecuencias.

DISECCTUM SEIRYU.

YAMAMOMIJI

 YAMAMOMIJI

VISTA PARCIAL DE MI ZONA PALMATUM.

VISTA CASI TOTAL.- Podemos apreciar como la zona más protegida está aún bastante verde en cambio la más expuesta con magníficos tonos otoñales.

29 de octubre de 2020

EVOLUCIÓN DE UN PATRÓN DE UN DE CIRUELO INJERTADO

 Hubo una época en que todo me valía para bonsai, con el ansia de tener diferentes especies fui comprando todo lo que veía en el vivero y que pensaba podrían servir. Una de estas compras fue de un ciruelo doméstico de ricas ciruelas amarillas, pero lo que suele pasar con este tipo de árboles es que los injertos son perrunos, después de un tiempo decidí acodarlo y en vez de tirar la parte inservible pues la dejé en maceta sin hacerle mucho caso.
 
Esta es su evolución. Apenas tengo fotos del ejemplar ya que nunca pensé en trabajarlo como bonsai, pero tras superar un grave ataque de hongos parece que se quiere recuperar incluso para esta primavera florecerá por primera vez.
 
El acodo fue realizado en 2007, podemos observar las pequeñas hojas, clásicas en los ciruelos. Siendo separado el año siguiente.
El inservible tocón quedó en su maceta pero por cosas de la resistencia a la muerte, sacó algunas ramitas que le permitieron seguir vivo. A diferencia de la parte injertada, las hojas son grandes más parecidas a la de los melocotoneros o albaricoques, de la misma forma que los almendros pero más grande. Esta foto de 2011 nos permite verlas.

Así estaba en 2012, viendo que seguía brotando pues hice un tosco alambrado, las ramas de los prunus crujen con solo mirarlas así que poco pudo doblar.

Ya no tengo fotos hasta este año, con más pena que gloria siguió sobreviendo, sacaba dos ramas nuevas y secaba una, incluso superó un ataque grave de phitóphora el año pasado.
 
 
 Me sorprende el gran labio de cicatrización de la zona que en su momento liberé de corteza para intentar darle algo de interés. Aunque la zona de shari era muy redondeada y es lo que voy a tratar de corregir hoy.
 
 
Cojo la amoladora y con mucho cuidado elimino lo que creo sobra, intentando ser prudentes, que para quitar más siempre hay tiempo, pero lo que se elimine se pierde para siempre. También toco un poco el labio de cicatrización para estimular que siga creciendo.
 
 
Y poco más que hacer, darle una pinceladita con líquido de jin y listo. Vemos que la superficie tiene musgo nacido de forma natural, señal inequívoca de que necesita un transplante.
 
 
Como preparación de cara al invierno y evitar demasiada humedad en el sustrato pues elimino todo el musgo y la capa superficie del sustrato, esto permitirá un secado más rápido hasta el momento del trasplante que haré a finales del invierno o antes si las yemas comienzar a hinchar.
 
 Sí sí, he dicho yemas. Por primera vez estas ramas van a florecer y si fructifica pues tendrá respuesta una de las grandes incógnitas de este ·ex-ciruelo" y es saber sobre que especie estaba injertado. En esta rama podemos ver dos tipos de yemas, las marcadas en azul, son más pequeñas y puntiagudas, son brotes de hojas, pero en cambio las marcadas en rojo, son más gruesas y redondeadas, ¡son yemas de flor!
 
 Creo que aquí se aprecia mejor la diferencia, aunque aún deben diferenciarse más, conforme avance el otoño.

 En fin, otro de mis perejiles olvidados que también se merecía una entrada. Así estaba y así está.