31 de marzo de 2022

ACER PALMATUM YAMAMOMIJI MULTITRONCOS II

De los esquejes que fui sacando de mi primer Yamamomiji conservé seis y pasado el tiempo los utilicé para hacer dos composiciones multitronco, la primera de ellas la vimos en la entrada anterior, esta es la segunda composición. Al igual que la primera mi intención era que conforme fuesen creciendo se fueran juntando para conseguir un solo nebari del que salieran tres troncos.
 
 Así eran en 2012, aún en proceso de engorde en su segundo año desde esqueje.

Para 2016 ya habían engordado lo suficiente y con una primera formación de ramas ya estaban preparados para comenzar su nueva andadura como plantación multitronco.

En 2017 empezaba a apuntar lo que podría esperar de ellos.

Una foto de ese año, al centro el Yamamomiji padre y a sus flancos, sus descendientes.

Para 2018 la plantación iba madurando.

Para 2019 dos de los troncos habían engordado bastante bien y se habían empezado a "casar", en cambio el de la derecha estaba más retraído y empezó a verse desplazado del conjunto.
 
Aquí podemos verlo mejor, aunque al ser una imagen de la zona trasera pues el tronco discordante queda a la izquierda. Podría quedarse así pero el resultado final se parecería demasiado al otro ejemplar de multitronco, así que para conseguir un final diferente, hay que plantar los troncos, también de forma diferente.
 
Así que aprovechando el trasplante a principios de 2021 puse manos a la obra, desharía el conjunto y trataría de unir del tronco más separado. Con el ejemplar sin hojas se aprecia mejor la separación existente.
 
Tras separar dicho tronco, limpio de raíces la zona que debe aproximarse y hago la aproximación. Para conseguir que el tronco no tienda a separarse, lo uno al central utilizando un tornillo inoxidable que queda totalmente oculto.
 
Y así fueron las cuatro estaciones de 2021. El ejemplar brotó magníficamente. Ya sólo me queda cultivo, maduración de las ramas y que los nebaris terminen uniéndose.

COMENTARIOS ANTERIORES:
Blogger Javier, Pamplona dijo...
Hola Kai,
Lo primero felicitarte por esos magnificos ejemplares de arces.
Preguntarte por como consegiste engordar los esquejes hasta conseguir esos lindos arces yamamomigis. ¿ en cuantos años ? Cuenta por favor como lo riesgas, abonas exposicion solar etc... Gracias
10 de abril de 2020, 12:54
 
Blogger Kai dijo...
Gracias. Aquí en el blog está todo eso que te interesa y algunas cosillas más. Los esquejes no tienen más de nueve años.
https://kaibonsai.blogspot.com/2019/04/acer-palmatum-desde-cero-mi-sistema-de.html
https://kaibonsai.blogspot.com/2018/05/mi-sistema-de-abonado.html
10 de abril de 2020, 21:26

25 de marzo de 2022

EVOLUCIÓN DEL ACEBUCHE "LA COBRA"

Este es el aspecto en mayo de 2009, cuándo fue recolectado. Una larga pata de elefante pero con un bonito shari natural.

En agosto-septiembre del mismo año, ya presentaba este aspecto. Lo dicho, una pata de elefante.
 
Demasiado palitroque, sin movimiento, hay que hacer algo. En la foto anterior estaba plantado muy profundo, al plantar en una bandeja de bonsai salió a la luz 20 centímetros más de tronco, aunque con la ventaja de que dió algo de movimiento y eso era algo que tenía que aprovechar.
 
Después de meditarlo, me dió pena desperdiciar tanto tronco y al menos, de momento, haría un tenjin con él. Para cortar siempre hay tiempo y ganaría tiempo para meditar su diseño. Manos a la obra. Marcar y cortar en bruto. Era mayo de 2011.
 
 La sierra de sable me vino perfecta para este trabajo.
 
Poco a poco, fue tomando forma. En espera de los brotes adecuados, arreglo con lo que dejo. Sigue estando en bruto, ahora debo refinar las texturas y sobre todo, aligerar la parte baja del jin, se ve demasiado pesada y quiero conseguir que parezca algo que flota, como una cobra dentro del canasto cuándo escucha la flauta.
 
Fueron pasando los años y poco a poco se iba definiendo la zona verde, algo menos evidente con el ejemplar defoliado.

Así estaba a principios de 2019. Ya era hora que le buscara una maceta personalizada, que hasta el momento siempre anduvo con zapatos prestados, pero no tengo ni idea cual le vendría bien.

Para abril de 2020 tocó nuevo defoliado, muchísimas hojas y pequeñas, muy pequeñas, un auténtico trabajo de precisión.
 
 Y unas vistas cenitales de la ramificación.
 
Tengo la impresión de que el ápice está demasiado alto.

Así que estoy meditando acortarlo o estudiar la posibilidad de eliminarle el tenjin, algo que le quitaría toda la originalidad al acebuche. Aquí unos arreglos virtuales con ambas ideas. Tradicionalmente, la primera rama debe salir desde un punto aproximado al primer tercio del tronco, tal como está evidentemente la primera rama queda mejor colocada pero como digo antes, me parece que el ápice está excesivamente alto para las pocas ramas que tiene y si lo bajo (en la foto está bajado) pues esa primera rama quedará más alejada de ese lugar estéticamente ideal, pero si no modifico el ápice y elimino el tenjin pues pierde toda la gracia. Creo que todos estaremos de acuerdo en que eliminar el tenjin sería cargarse el acebuche ¿o no?

21 de marzo de 2022

ACER PALMATUM YAMAMOMIJI.- HISTORIA DE MI PRIMER PALMATUM

Corría el año 2007 cuando a pesar de la mala fama que tenian los palmatums en mi tierra, me decidí a comprar uno. Esta es la historia del que fue mi primer conejilllo de Indias, por aquellos tiempos aún no había reventado eso de los videos por Youtube y mucho menos en español, por lo que lo poco que iba aprendiendo era gracias a la experiencia que adquiría con su cuidado, así que a pesar del tiempo transcurrido no puedo decir que los resultados sean acordes a sus años de vida, pero aquí lo tengo.
 
Así estaba en 2007 el año de su llegada a casa, por aquellos entonces no tenia un lugar adecuado donde situarlo así que se comía el sol de prácticamente todo el año, pero a pesar de lo que decían sobre el calor de mi tierra, el ejemplar se manteniía aceptablemente, aunque para septiembre siempre tenía algunas hojas quemadas. 

Estos primeros años no le hice absolutamente nada salvo los correspondientes despuntes para intentar mantener controlado su crecimiento, mi único afán era seguir manteniéndolo vivo,  y empezaba a regalarme maravillosas otoñadas lo hacía que fuera aún más recatado.

Otro factor que pude comprobar y que se vendía como condición sine qua non para mantener en buen estado los palmatums, era el relativo a la calidad del agua, yo siempre he regado con agua de grifo y en mi tierra es agua dura, pero mi palmatum parecía no importarle demasido este detalle, aunque tengo que señalar que al tenerlo al aire libre pues cuando llovía pues recibía la mejor de las aguas, además de limpiarse el sustrato de restos de sales acumuladas del agua de la acometida.

Con el árbol desnudo también pude aprender lo feo y antiestético que resulta que cada rama tenga una orientación diferente, y que el exceso de ramas solo provoca crecimientos indeseados.
 
Desde el principio sabía que tenía que acodar para eliminar las feas raíces en garra que tenía, pero la nula experiencia en el tema y el exceso de precauciones por seguir manteniéndolo vivo pues hizo que no lo hiciera hasta cinco años después. Mi ejemplar aunque feo y regularmente ramificado, fue acodado usando el sistema de la corona.
 
Para 2015 ya tenía más que claro que los palmatums se podían cultivar perfectamente en Cádiz, a pesar del calor, los vientos de levante y sin necesidad de regar con agua de ósmosis.

En 2017 llegó mi explosión con la especie, cada día estaba más contento con mi ejemplar así que empecé a ampliar mi colección de variedades de palmatums que hoy día alcanzar unos 40 ejemplares de 31 variedades diferentes, aunque muchos de ellos son muy nuevos.

Para 2018 llegó la hora de darle anchura a mi ejemplar, era demasiado alto para tener la ramificación baja tan corta, lo que daba una pobre vista estética, era demasiado cilíndrico así que llegó la hora de favorecer el crecimiento de la primera y segunda rama.

Ya para 2019 empezaba a notarse el cambio.

En el trasplante de 2021 también pude comprobar que gracias al acodo, las raíces crecían totalmente perpendiculares al tronco y que un incipiente nebari empezaba a formarse.

Y para terminar, una comparativa en cada estación del año de 2021.

CONCLUSIONES:
 
Sin dudas este ejemplar ha servido para aprender bastante de la especie y para ver como el Acer palmatum está totalmente mitificado y rodeado de leyendas urbanas. Quiero que conste que estas conclusiones en absoluto pretenden ser dogmas de fe, ni siquiera conclusiones aplicables de forma general, son simplemente una opinión personal y subjetiva y por tanto, sometida a discusión.
 
1.- Acer palmatum resiste perfectamente el clima caluroso de Cádiz, siempre y cuando tengamos un lugar sombreado en el que mantenerlos desde julio a octubre, meses en los que salvo alguna variedad muy sensible al sol, deberán recibir un máximo de cuatro horas de sol, algo imprescindible para que podamos disfrutar de sus mejores coloridos, tanto primaverales como otoñales. El resto del año deberían recibir un mínimo de cuatro horas de sol diarias.
 
2.- Si mantenemos nuestros ejemplares al aire libre y donde pueda recibir agua de lluvia, podemos regarlos perfectamente con agua del grifo, agua que aquí en Cádiz no puedo decir que sea de buena calidad.
 
3.- También aprendí que con los palmatums no existen atajos para acelerar el crecimiento y la formación. Tienen mucha fuerza por lo que si dejaba crecer libremente para engrosar el tronco, las ramas se disparaban y rápidamente perdían la forma y sacaba entrenudos muy largos.
 
4.- Si plantas en el suelo o dejas crecer libremente hay que asumir que nuestro ejemplar tendrá grandes cicatrices que en algunos casos, nunca desaparecerán.
 
5.- En contra de todo lo que podemos leer, los palmatums deben ser pinzados desde su primera brotación, esto sin dudas, ralentizará el crecimiento pero tendrá la ventaja de que podremos disponer de submarificaciones desde lugares muy cercanos al tronco y también conseguiremos entrenudos mucho más cortos y fortalecimiento o activación de los brotes traseros.

6.- Salvo casos muy excepcionales, el acodo del tronco para conseguir raíces planas que ayuden a la formación de un buen nebari es fundamental. Cuanto antes acodemos, mejor.

7.- En plantas injertadas, las marcas del injerto suelen ser muy evidentes por lo que tendremos que actuar según el punto anterior: cuanto antes acodemos, mejor.
 
8.- Para el fortalecimiento de la planta cuanto más grande sea la maceta, mejor, pero debemos tener en cuenta que mantenerlos plantados en bandejas planas estimulará y acelerará la formación de un buen nebari. 

9.- Los palmatums no llevan demasiado bien el alambrado ya que los alambres se clavan fácilmente, pero es algo que debemos hacer, al menos en sus primeros años, existen métodos como el forrar el alambre con papel que dicen que evitan el clavado, pero nunca lo he utilizado. Yo alambro teniendo en cuenta dos factores, el primero es que no aprieto en exceso las vueltas, es preferible usar un alambre de un calibre algo mayor al que necesitan y matener la rama en la posición deseada sin necesidad de apretar las vueltas y segundo, no dejar el alambre excesivo tiempo, nunca más de tres meses, si llegado el caso y al quitar el alambre, la rama vuelve a su posición original pues alambrar de nuevo poniendo las vueltas en sentido contrario.

10.- Una vez las ramas principales y secundarias están formadas y orientadas, el resto del modelado se puede hacer a base de podas y el alambre, salvo en casos muy puntuales, no lo necesitaremos.

Y ya esto es todo amigos, en esta entrada del blog cuento con mucho más detalle mi sistema de cultivo: ACER PALMATUM, MI SISTEMA DE CULTIVO.

18 de marzo de 2022

BOSQUE DE FICUS BENJAMINA

Este es el único ejemplar que he comprado hecho bonsai, aunque para ser sincero lo que más me atrajo de este bosque fue su maceta, una kurama de 120 cms, fabricada ex-profeso para esta composición, es una maceta única e irrepetible.

Corría el verano de 2007 cuando dando un paseo por un vivero allí estaba, fue un flechazo instántaneo, por aquellos entonces estaba acabando la obra de mi nueva casa y rápidamente supe donde lo iba a colocar. Al parecer, un aficionado a los bonsais había dejado su colección al vivero para que fuese vendiéndola toda vez que el ya no podía atenderla, desgraciadamente para mi y ya pasado algo de tiempo desde su compra, volví al vivero para preguntar sobre la historia del ejemplar pero no supieron decirme nada ni siquiera supieron o quisieron darme algún dato de su anterior propietario por lo que desconozco quién fue su dueño,  ni al autor de la bandeja, ni los años que tenía por entonces el ejemplar.

Así estaba el día 30 de agosto de 2007 cuando lo compré, un magnífico bosque de 28 ejemplares de Ficus benjamina de 130 cms de largo, 110 cms de alto y 65 cms de ancho. Desconozco el peso, fueron necesarias cuatro personas fuertotas para colocarlo en su lugar.

Así estuvo hasta 2010, al desconocer cuando fue trasplantado por última vez, caso de que alguna vez lo hicieran, pues me decidí a meterle mano. Debido a la dimensión del trabajo decidí hacer el trasplante en cuatro fases, dividiendo mentalmente el cepellón en cuatro porciones a los que iría eliminando el sustrato viejo y sustityéndolo por akadama, de forma independiente, temía que al levantar todo junto la plantación se deshiciera con la correspondiente complicación del trabajo.
 
 
 Así que poco a poco fui eliminando la tierra de jardín en la que estaba plantando sustituyéndola por akadama.
 
Dispuse una rejilla a modo de muro provisional que tendrían puesto hasta que se compactara y la Soleirola hiciese su trabajo.
 
 Dos días de trabajo  y siete sacos de akadama lo dejaron así, una vez retirados las rejillas.
 
 Así lucía dos años más tarde.






Para 2012 había crecido con fuerza así que ahora tocaría un alambrado, muchas ramas crecían de forma incorrecta, así que antes de nada, me tocó defoliar.

Tras cuatro horas de defoliación mi bosque quedó preparado para empezar el alambrado.

Si temía la defoliación, a lo siguiente ya era pánico. A poner alambre. Por la mañana el sol era agradable, después de la comida empieza a calentar demasiado, pero ya no hay marcha atrás. La tarde se echa encima, y al menos quiero acabar el alambrado grueso.

Tras catorce horas de trabajo el puñetero bosque está listo. Gracias a Dios no creo que vuelva a alambrarlo nunca más, a partir de ahora modelaré a base de podas, al menos eso es lo que quiero hacer. Tengo los brazos llenos de arañones y sarpullido del látex de la defoliación.
Nunca me había gustado ese espacio que señalo, totalmente desprovisto de ramas, sobre todo después de haber quitado algunas plantas de acompañamiento que ocupaban el espacio.

Así que ya en 2017 llegó el momento de hacerle algo, estaba cansado de verlo siempre igual., así que aprovechando algunos ficus más pequeños que tenía por mi azotea pues se me ocurrió la idea de utilizar algunos de ellos para intentar ocupar ese espacio sin interés. Y este trío fue el elegido. Desde el año de la foto había desarrollado un aceptable nebari habiéndose fusionado sus tres troncos y hoy, después de meditarlo bastante, he procedido a su integración dentro del bosque.

Después de cavar un hueco adecuado al pan de raíces, he procedido a su plantado.

Sin dudas el objetivo está conseguido, se trataba de cubrir esa zona vacía. Cúando pasen un par de semanas empezaré a arreglar el verde, el abandono que ha sufrido lo ha desmelenado totalmente y tendré que comenzar desde cero, eso sí, ahora son tres troncos más.

Una malla protegerá el talud y evitará que la akadama caiga con el riego, ya más al invierno y compactado el sustrato pondré musgo, tal vez soleirola que me gusta mucho más y permite un mejor control de la humedad.

De igual forma integro otro ficus justo por la parte trasera izquierda.  El año pasado estaba plantado en una laja y quedaba molón, pero me venía perfecto para cubrir el espacio de la izquierda del bosque y de paso hacer más sitio en la azotea, así que ¿quién dijo miedo?

El procedimiento fue el mismo, aunque con la diferencia de que en esta zona no existían raíces gruesas y abrir el hueco fue mucho más fácil. Esta zona estaba cubierta de musgo por lo que procedí a su apartado para su posterior uso.

 Alguna prueba antes de la fijación.

Al final tuve que plantar un poco más profundo de lo que quería, pero quedaban demasiados raíces expuestas. El mismo musgo que acababa de quitar me sirvió para cubrir la zona y evitar tener que poner una rejilla "antiderrumbes".

Pasados unos días desde la incorporación del triple tronco también procedí al quitado de la rejilla protectora, pudiendo comprobar el perfecto compactado de la zona, y la cubrí aprovechando el musgo sobrante de la plantación en la laja.

Al tener que plantar más bajo de lo estimado deberé esperar el tiempo adecuado para que su copa crezca y que cubra el espacio deseado.

Ahora sí que tiene el aspecto de un denso bosque tropical.

Han pasado cinco años desde entonces, ya estamos en 2022 y los nuevos inquilinos se adaptaron perfectamente y todo el conjunto ha crecido mucho por lo que necesita un "recorte de puntas", así estaba antes del pasado por la peluquería.

Y así queda. De forma accidental algunos hijuelos de una maceta de Saxífraga stolonifera que tenía de adorno, colonizaron la zona de musgo y me gustó como quedó así que he aprovechado y he terminado de plantar directamente algunos hijuelos más.