Mostrando entradas con la etiqueta Junípero phoenicea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Junípero phoenicea. Mostrar todas las entradas

8 de noviembre de 2023

EVOLUCIÓN DE UN TANUKI DE JUNÍPERO PHOENICEA

Tengo que reconocer que no me gustan los tanukis ni tampoco el tamaño Shohin, pero sí que me gusta tocar todos los palos y esta historia comienza con un paseo por el campo donde me encontré unas porciones de madera dura que bien podrían servir para algún proyecto que por cierto, en ese momento no tenía ninguno ni intención de iniciarlos (cosa de la vida, puro síndrome de Diógenes bonsaiero).
 
Para este proyecto seleccioné el tronco central, al que acoplé en 2021 un esqueje de Junípero phoeniceae. Una vez abierto el surco por dónde debía discurrir el tronco, fue atado con rafia en todo su contorno y pasó a cultivo directamente a una maceta de bonsai. Así estuvo durante dos años, hoy día de la fecha, 6 de noviembre de 2023. Casi toda la rafia había desaparecido, habiéndose mantenido sólo la de la parte alta.

Así que tocó un rato de entretenimiento. Primero eliminaría la rafia vieja, cepillaría la madera muerta y una manita de líquido de jin, cepillado ligero y abrillantado de la vena viva. Aquí vemos las dos caras del ejemplar tras estos trabajos.

Luego ahuequé algo más la zona del ápice de la madera muerta para poder embutir totalmente la salida de la rama viva y no perder conicidad.

Analizando el ejemplar veo que la zona que perdió las ataduras con la rafia ha engordado hacia afuera, supongo que la falta de presión pues además de llenar la acanalura ha hecho que ese tramo parezca demasiado redondo y fuera de lugar. Así que nuevamente hay que atar pero en esta ocasión voy a utilizar bridas de electricista, pero usando las más anchas que tenía y prestando atención a la zona marcada y que sobresale más de lo necesario, hay que reconducir el crecimiento hacia los laterales.
 
Cuándo vayais a hacer esto, tened en cuenta que no pueden quedar zonas libres de presión, ya que provocarían un engrosado anormal en las zonas sin cubrir.
 
Así que es necesario cubrir absolutamente toda la vena viva al objeto de evitar esos indeseados engrosamientos y dirigir el nuevo crecimiento hacia los laterales. También es efectivo el uso de sargentas en aquellos lugares dónde preveamos que con las bridas no podremos hacer la suficiente fuerza.
 
Y ya está, de momento nada más. El esqueje debe seguir engordando así que no tocamos el verde salvo para eliminar aquellos brotes que sabemos no nos servirán y crecen en lugares en los que no nos interesa que engorde demasiado. En la imagen la parte trasera del tanuki que también es muy bonita. Foto tomada antes de "embridar" (perdón por el palabro).
 
Tras el trasplante queda en una maceta algo más grande pero su maceta definitiva creo que será la que hemos visto en las fotos anteriores, ya sé que lo recomendado sería una maceta sin esmaltar pero es que me encanta el contraste que hace el verde de la planta con el tono verde de la maceta, aunque esta roja tampoco le queda nada de mal.


20 de enero de 2021

INJERTO DE JIN EN JUNÍPERO PHOENICEA

Hoy vamos a aprovechar unas ramas que fueron convertidas en jines pero no estaban bien ubicadas. Esta labor es de las más fáciles del bonsai, aprovechar una rama seca mal colocada para llevarlas a una posición más propicia, así que ¿por qué no injertar una rama seca? Tenemos una ventaja de partida y es que nuestra rama no se morirá por lo que el injerto será 100% efectivo.
 
Aquí tenemos un junípero que tiene tres jines mal ubicados ¿los eliminamos directamente o intentamos reubicarlos?

 De momento vamos a cortarlos y vemos la posibilidad de injertarlos.
 

Vemos la clara mejoría del tronco con la eliminación de las ramas.

Tras hacer unas pruebas vamos a recolocar el más grueso. Buscamos una broca del grosor aproximado de jin y teniendo en cuenta la orientación con que queremos situarlo pues hacemos un agujero con el taladro.

Y presentamos la rama a ver si nos gusta.


Si ese es el lugar que consideramos adecuado pues el siguiente paso sería fijarla, realmente si el agujero ha penetrado bien podríamos dejarlo así pero es mejor fijarla fuertemente, y pasa eso usaremos un pegamento epoxy bi-componenente. Hay que ponerle poca cantidad, no nos interesa que el pegamento rebose ya que taparía el futuro labio de cicatrización.


Y ya lo tenemos pegado.

Por encima de este primer nuevo jin vemos la posibilidad de colocar otro más fino, así que repetimos el procedimiento.

Con un par de minutos de trabajo podemos ver la mejora del tronco, ha paso de ser un batiburrillo de elementos a presentar una línea elegante, armónica y equilibrada.
 
 Interesa aplicar pasta cicatrizante que facilitará la creación de un labio alrededor de la rama seca y el resultado será más natural.

Aunque probablemente sería innecesario ya que la posibilidad de darle continuidad al jin con un nuevo shari son muy altas.

Pero de momento, así se queda, la mejora es notable.

19 de diciembre de 2019

EVOLUCIÓN DE JUNÍPERO PHOENICEA II.

Corría 2008 cuándo dando un paseo por un vivero me encontré varios juníperos a la venta, no eran gran cosa pero por el precio que tenían, quién no se llevaba alguno. Larguiruchos y feos, pero bueno, con experiencia cero en junis pues seguro que para algo me servirían, aunque sólo fuese como conejillos de indias. Este de la foto es el segundo de ellos.

Cuánto más lo miraba más feo era y fue entonces cuándo recordé haber leído unos doblados traumáticos en juníperos, dicho y hecho. Dremmel en mano y primer paso, vaciado de un canal longitudinal en las zonas por las que pretendía doblar, parece mejor que la acanalura quede en la parte interna.

Una vez vaciado procurando no tocar la capa superficial, introduje dos alambres de 4mm a modo de nervios, para reforzar la zona vacía. Tal vez me pasé, el junípero es bastante noble y con un alambre de 5mm hubiese sobrado.

Una vez fijado el alambre, procedí a un enrafiado generoso, desconocía hasta dónde podría llegar y quería apurar al máximo.

Una vez enrafiado y alambrado pues a doblar toca. Este procedimiento tiene grandes ventajas, una de ellas es que podemos convertir una vara larga en un tronco lleno de sinuosidades al que podremos sacar más provecho, la otra gran ventaja es que conseguimos acercar el verde a la parte baja, dándole a la planta un aspecto más compacto y tupido. Al no ser fecha de transplante pues el plegado de la zona baja no quedó como quería, así que tendría que dejarlo para más adelante.

Después de la paliza había que dejar que el ejemplar recuperara fuerzas. En diciembre de 2012 lucía una salud estupenda después del transplante de esa primavera, dándole un cambio en el ángulo de plantado.

En mayo de 2018 y aunque con el ángulo anterior no quedaba mal, los juníperos destacan por sus troncos tortuosos y agredidos por las inclemencias del tiempo, así que debía seguir retorciendo y entonces me acordé de que en el doblado de 2011, la zona baja había quedado a medias. Como anticipo al nuevo trabajo y como primeros jines, utilizaría las dos ramas más bajas de la derecha, las cuales fueron bajadas.

Aquí una aproximación de las ramas, que más adelante convertiría en jin. Aproveché para darle un aligerado a la copa y que dejara de parecer un seto.

A principios de febrero de 2019 y como anticipo a la nueva torsión y diseño, pelé las ramas y jines. También elimino aquellas ramas que estoy seguro no me servirán para lo que tengo en mente.

Y hoy 24 de febrero de 2019 llegó el día. Aquí vemos el ángulo que queremos corregir, tiene unos 115 grados de abertura, a ver hasta dónde lo podemos llevar.

El procedimiento es el ya conocido, hacer un vaciado generoso en la zona de torsión.

Poner unos nervios de alambre que reforzarán parcialmente la zona evitando la posible rotura.

Enrafiado generoso, poniendo especial atención en apretar bien en la zona que sufrirá mayores tensiones. Después de esto, lo clásico es volver a alambrar exteriormente, pero en este caso, no lo veo necesario, los tensores que luego pondré deben aguantar bien.

Al ser un ángulo grande no puedo utilizar el jack, así que echo mano del sistema tradicional de las barras de hierro y a torcer. Quito la música para poder escuchar los crujidos que nos marcarán cuándo estamos llegando al máximo posible.

Una vez asegurado con el tensor, procedo al plantado. El junípero debe caer un poco más a la izquierda, pero no quiero que los jines toquen el sustrato, así hago el plantado un poco caído a la derecha, ya habrá tiempo de cambiarlo. Como véis, ahora el ángulo del tronco será de unos 45 grados, hemos cerrado sobre 70 grados la torsión original.

Y así queda, de nuevo hay que dejar que recobre fuerzas. De los tres tensores que véis en la foto, sólo queda uno, pasa que lo quité una vez tomada la imagen. En el próximo trabajo tocará cambio de maceta a una adecuada y arreglado del verde.

Pues llegó el día de entrar en una maceta decente. Hoy empieza su vida como futuro bonsai, para la primavera haré un primer arreglo del verde e intentaré definir algunas capas. No pude girarlo más hacia la izquierda porque el jin pequeño me lo impedía, probablemente le cambie la orientación o lo elimine directamente.

27 de noviembre de 2019

JUNÍPERO PHOENICEA DESDE ESQUEJE

Es difícil resistir la tentación de plantar aquellos brotes y ramas podadas, siempre pueden venir bien para injertos de ramas o raíces, o para hacer probaturas de resistencia.
Esta es la historia de uno de ellos. El esqueje fue plantado en 2010.

Estuvo en un pequeño parterre que tengo con fines decorativos, pero en abril de 2012 y tras una reestructuración pues terminó sobrando y como no lo iba a tirar pues me entretuve con él. Lo primero a corregir era ese tronco tan larguirucho.

Así que con rafia y alambre, a retorcer toca. Los juníperos acumulan mucha agua en sus troncos por lo que cuando hay que hacer fuertes torsiones es conveniente dejarlos pasar sed entre cuatro y cinco días.

Por aquellos entonces nunca había realizado algo parecido así que por excesiva prudencia dejé la parte baja del tronco sin doblar, un par de años después intenté solventar el problema, pero el tronco había engordado mucho.




Aún así y previo vaciado de la zona, consigo doblar parcialmente.

Así estuvo hasta noviembre de 2019, que tras unos años de descanso y pillando fuerzas, le tocaba otro repasito. La evolución del tronco así como el movimiento de este primer jin me obliga a cambiar el ángulo de plantado.

Es demasiado cambio de ángulo para hacerlo de una tacada, así que me tengo que conformar con girarlo unos 20 grados, y son necesarios otros 20 más. Pero tendré que esperar al próximo trasplante, de hacerlo en esta ocasión hubiesen quedado muchas raíces fuera.

Para terminar, aligero el verde y hago un par de jines más y de momento lo dejo tranquilo. Las ramas ya las tengo seleccionadas, aunque aún sobran un par de ellas. No me molesté en alambrar el verde, sería un trabajo baldío.

El movimiento del tronco no se aprecia, la foto salió muy oscura, pero cuando pinte los jines, la estructura básica quedará así. Gracias a los giros imprimidos desde joven, el tronco parece ser mucho más grueso de lo que es realidad.

24 de febrero de 2019

EVOLUCIÓN JUNÍPERO PHOENICEA II

Corría 2008 cuándo dando un paseo por un vivero me encontré varios juníperos a la venta, no eran gran cosa pero por el precio que tenían, quién no se llevaba alguno. Larguiruchos y feos, pero bueno, con experiencia cero en junis pues seguro que para algo me servirían, aunque sólo fuese como conejillos de indias. Este de la foto es el segundo de ellos.

Cuánto más lo miraba más feo era y fue entonces cuándo recordé haber leído unos doblados traumáticos en juníperos, dicho y hecho. Dremmel en mano y primer paso, vaciado de un canal longitudinal en las zonas por las que pretendía doblar, parece mejor que la acanalura quede en la parte interna.

Una vez vaciado procurando no tocar la capa superficial, introduje dos alambres de 4mm a modo de nervios, para reforzar la zona vacía. Tal vez me pasé, el junípero es bastante noble y con un alambre de 5mm hubiese sobrado.

Una vez fijado el alambre, procedí a un enrafiado generoso, desconocía hasta dónde podría llegar y quería apurar al máximo.

Una vez enrafiado y alambrado pues a doblar toca. Este procedimiento tiene grandes ventajas, una de ellas es que podemos convertir una vara larga en un tronco lleno de sinuosidades al que podremos sacar más provecho, la otra gran ventaja es que conseguimos acercar el verde a la parte baja, dándole a la planta un aspecto más compacto y tupido. Al no ser fecha de transplante pues el plegado de la zona baja no quedó como quería, así que tendría que dejarlo para más adelante.

Después de la paliza había que dejar que el ejemplar recuperara fuerzas. En diciembre de 2012 lucía una salud estupenda después del transplante de esa primavera, dándole un cambio en el ángulo de plantado.

En mayo de 2018 y aunque con el ángulo anterior no quedaba mal, los juníperos destacan por sus troncos tortuosos y agredidos por las inclemencias del tiempo, así que debía seguir retorciendo y entonces me acordé de que en el doblado de 2011, la zona baja había quedado a medias. Como anticipo al nuevo trabajo y como primeros jines, utilizaría las dos ramas más bajas de la derecha, las cuales fueron bajadas.

Aquí una aproximación de las ramas, que más adelante convertiría en jin. Aproveché para darle un aligerado a la copa y que dejara de parecer un seto.

A principios de febrero de 2019 y como anticipo a la nueva torsión y diseño, pelé las ramas y jines. También elimino aquellas ramas que estoy seguro no me servirán para lo que tengo en mente.

Y hoy 24 de febrero de 2019 llegó el día. Aquí vemos el ángulo que queremos corregir, tiene unos 115 grados de abertura, a ver hasta dónde lo podemos llevar.

El procedimiento es el ya conocido, hacer un vaciado generoso en la zona de torsión.

Poner unos nervios de alambre que reforzarán parcialmente la zona evitando la posible rotura.

Enrafiado generoso, poniendo especial atención en apretar bien en la zona que sufrirá mayores tensiones. Después de esto, lo clásico es volver a alambrar exteriormente, pero en este caso, no lo veo necesario, los tensores que luego pondré deben aguantar bien.

Al ser un ángulo grande no puedo utilizar el jack, así que echo mano del sistema tradicional de las barras de hierro y a torcer. Quito la música para poder escuchar los crujidos que nos marcarán cuándo estamos llegando al máximo posible.

Una vez asegurado con el tensor, procedo al plantado. El junípero debe caer un poco más a la izquierda, pero no quiero que los jines toquen el sustrato, así hago el plantado un poco caído a la derecha, ya habrá tiempo de cambiarlo. Como véis, ahora el ángulo del tronco será de unos 45 grados, hemos cerrado sobre 70 grados la torsión original.

Y así queda, de nuevo hay que dejar que recobre fuerzas. De los tres tensores que véis en la foto, sólo queda uno, pasa que lo quité una vez tomada la imagen. En el próximo trabajo tocará cambio de maceta a una adecuada y arreglado del verde.

Así empezó y así está (de momento).