7 de marzo de 2025

EVOLUCIÓN DE ACER MONSPESSULANUM (ARCE DE MONTPELLIER)

Este proyecto comenzó en 2007.
 
Aquí os presento el tercer ejemplar de la compra maldita a Garden Center Egea y probablemente la especie que mejor se ha recuperado y adaptado a mis posibilidades de esa nefasta compra. Se trata de Acer monspessulanum, también conocido como Arce de Montpellier.
 
Aparece en buena parte de las áreas montañosas de la Península, con más abundancia en la mitad oriental y ampliamente distribuida por toda la región mediterránea.
 
Tolera un cierto grado de aridez, pero necesita suelos relativamente frescos y preferentemente calizos. Soporta bien los fríos invernales y las altas temperaturas estivales. Habita igualmente en suelos calizos o silíceos, incluso muy pedregosos. Prefiere los lugares soleados, desde el nivel del mar hasta los 1600 m., aunque en honor a la verdad y en mi caso, los mejores crecimientos y colores los he obtenido cuando ha estado sombreado.
 
Curiosamente no es muy difundido en bonsai y es algo incomprensible, su rusticidad, resistencia a las enfermedades y descuidos, aunque es algo lento en maceta está totalmente adaptado al clima mediterráneo, resistente a todas las labores habituales en bonsai, delicadeza de sus ramas y aceptable ramificación y pinzados, si a esto le añadimos su facilidad para florecer y sacar semillas y su espectacular otoñada pues lo hacen una especie ideal para bonsai.

En la foto de 2007 vemos como llegó a casa, un palito delgado, totalmente recto y con algo de verde en la parte alta, vamos, lo que viene a ser un plumero. Tras un año de adaptación llegó lo primero que tenía que arreglar que no era otra cosa que intentar dar un poco de movimiento al tronco, esto es fundamental, cuanto más grueso y lignificado, más difícil.
 
El primer tensor con el tope no sirvió de mucho, así que tiré de fuerza bruta, el ejemplar brotaba bien y el tronco había engordado aceptablemente pero al efectuar esta nueva curvatura pues me pasó como al campestre, necesitaba una rama en la parte exterior de la misma, así que recurrí a los viejos trucos de esperar una brotación espontánea, hacer pequeños cortes que provocaran la brotación, etc... pero no funcionó.
 
Así que aprovechando una rama que había que eliminar sí o sí pues en 2017 realicé un injerto por el sistema del taladro que no prosperó, por lo que en 2018 lo volví a realizar, esta ver por aproximación. En esta ocasión fui más paciente y estuvo unido a la rama madre más de un año.

Una de las características de esta especie es que en otoño y si el cultivo es correcto, podemos verlo tricolor. Por un lado las hojas verdes habituales que aún no han empezado a otoñar, luego en tonos amarillos del otoñado y para acabar y justo antes de su caída, un rojo sangre espectacular. Sin dudas, estos inicios de la otoñada son los más bonitos, pero mi ejemplar tenía dos grandes problemas.

Mirándolo desde el frente no era demasiado evidente, pero si le daba la vuelta parecía como si le hubiesen pegado un par de bocados, el marcado con la letra A era un espacio en vías de solución, la rama injertada había pegado correctamente, pero tenía poca vitalidad y aún no cubría lo suficiente. En cambio en la zona B no había ninguna rama que pudiese servir para cubrirlo, nuevamente empecé a pensar en otro injerto.

El segundo problema (ver segunda foto), era la que supuestamente tiene que ser la rama principal, por un lado está algo baja y lo peor es que era totalmente rectilínea, aún no sé que haré, de momento sirve para ir engordando el tachiagari, pero si la quiero conservar pues tengo dos opciones para acortarla, en fin, lo mismo si corto pues consigo que la rama injertada por encima tenga más fuerza, así que con la duda seguía.
 
Una labor fundamental para la buena ramificación del Montpellier es el pinzado de yemas anuales. Aquí tenemos casi toda la casuística posible con las yemas, algunas de ellas sólo nacen por pares y que salvo que alarguen demasiado, no las tocaremos (1), otras ramitas con tres yemas o más (2), de las que dejaremos sólo las laterales, otra dónde una de las yemas está muy fuerte (3) (marcada con el círculo azul) y que eliminaremos en favor de la débil y en la parte baja, una rama con varias yemas contínuas (4), pero es una rama que nos interesa que crezca, así que las dejaremos todas, salvo la central, que será eliminada.

Es un trabajo algo laborioso, sobre todo si tenemos muchos ejemplares en los que hay que hacer estas labores, pero nos aseguran un buen desarrollo primaveral y poco a poco nos encontraremos con un montón de ramas bien estructuradas que nos permitirá una mayor diversidad en las posibilidades de modelado.
 
En 2020 hubo suerte y en el hueco superior brotó una ramita ideal que será la que cubrirá el bocado, en cambio la rama injertada seguía sin tomar protagonismo a pesar de que en 2021 ya corté un tramo de la rama fuerte inmediatamente inferior.

Y aquí una comparativa del cambio sufrido desde 2007, fecha en la que llegó a casa, hasta la primavera de 2021. Altura 42 centímetros, anchura 35 centímetros, nebari 8 centímetros. En 14 años la altura se ha casi duplicado, la anchura cuatriplicado y el nebari se ha multiplicado por 16.
 
En enero de 2023 lo planté en una maceta de bonsai que le venía bastante bien.

Desgraciadamente en estos dos últimos años el ejemplar no se ha desarrollado convenientemente así que ha vuelto a una maceta de cultivo.

CONCLUSIONES:
Planta resistente y con fuerte crecimiento pero sin dispararse estando en maceta. Soporta diferentes tipos de sustrato aunque los prefiere ligeramente calizos.
Cultivado en akadama con un 20% de sustrato orgánico.
Algo durilla para los injertos.
Se puede formar a base de pinzados y podas.
Forma nebaris aceptables con relativa facilidad.
Si queremos un otoñado espectacular hay que sombrearla todo lo posible en verano y tener la suerte de tener buenas bajadas de temperatura desde finales del otoño (insisto una vez más, vivo en Cádiz litoral).

2 de marzo de 2025

VIEJO PESCADOR EN UNA TARDE DE OTOÑO EN SHIKOTSU.- SAIKEI DE NANDINA DOMESTICA.

Proyecto iniciado en 2021.
 
En este caso se trata de un proyecto de bosque de Nandina domestica empezado en el mes de febrero de 2021. Hace unos años recolecté un montón de semillas de esta planta de las que brotaron bastantes, el caso es que para hacer espacio empecé a plantar varios ejemplares en una misma maceta y de ahí nació la idea de realizar un bosque con esta especie.
 
Realmente es una especie que no puede considerarse adecuada "para bonsai" ya que no podemos realizar la mayoría de labores básicas ni adoptan formas arbustivas clásicas pero sí que son resultonas en arreglos como planta individual de acento o como en este caso, para un bosque. Lo que es indudable es la espectacularidad de sus colores, siendo éste, su máximo atractivo.

El bambú sagrado (Nandina domestica) es una especie originaria de China y Japón que es ampliamente utilizada como planta ornamental debido sobre todo a la variación cromática de sus hojas durante las distintas épocas del año.

Sus frutos son bayas de color rojo brillante de 5 a 10 milímetros de diámetro, de aspecto casi globoso, que persisten durante mucho tiempo, incluso durante la temporada invernal. En algunas regiones donde los veranos no son lo bastante cálidos puede darse el caso de que la planta no produzca frutos.
 
Mis plantones de Nandina fueron plantados en una bandeja muy baja por lo que la capa drenante deberá ser, al menos, del 50% de su altura de la bandeja.
 
 
Al sacarlos de sus macetas originales observo que los ejemplares disponen de muchas raíces así que considero que no será necesario su atado con alambres.
 
 
En esos momentos el mayor problema residía en que casi todos los elementos tenían la misma altura, por lo que este plantado quedaría muy plano así que intentaré disimularlo colocándolos a diferentes alturas en espera de poder ir marcando las diferencias con los futuros crecimientos y podas.
 
 
Para completar el plantado coloqué una capa de musgo y unas piedrecillas que le darían dinamismo al grupo. Las hojas de esta planta son compuestas y perennes. Cuando son jóvenes, dichos órganos vegetativos tienen la particularidad de teñirse de rojo o rosa brillante al llegar la primavera, antes de adquirir el color verde medio propio de la madurez veraniega. Cuando se aproxima el momento de su caída, las hojas vuelven a mostrarse de color rojo.
 
 
Esta evolución cromática de la Nandina domestica se combina estéticamente con la floración que tiene lugar en verano y que se presenta en grandes panojas compuestas por pequeñas flores blancas agrupadas en los extremos de las ramas.
 
La siguiente foto está tomada en julio de 2021 y podemos comprobar que se han adaptado perfectamente aunque han crecido muy poco en altura, por lo que la parte superior sigue viéndose muy plana. Las hojas habían virado al verde y rebosaba vitalidad. También añadí dos ejemplares más pequeños para aumentar la profundidad.
 

Finalicé 2021 pensando en como recortar los ápices para ir dándole algo de movimiento al conjunto.


En 2023 presentaba este aspecto, un masacote verde sin orden ni sentido. Creo que me he metido en un jardín y no veo como salir del entuerto, de momento seguiré sin tocarlo, que crezca y veremos como va evolucionando.

En esta imagen invernal a principios de 2024 se aprecian mejor los troncos.

Estábamos en noviembre de 2024 y por primera vez habían cuajado las bayas y se han tornado de color naranja/rojo.

Han pasado unos meses de la anterior foto y ya tocaba una actualización. Estamos en febrero de 2025 y al bosque, le he añadido una figurita de un viejo pescador y arena río de tonos claros que simulará el fondo de un lago de aguas cristalinas, completando así la composición. Me encanta esta especie aunque de bonsai tenga poco, pero como siempre hay vida tras la vida, muera la idea de un bosque bonsai y viva mi nuevo Saikei. 😍😍😍
 
Me encantan esas bayas tan rojas. La composición podría llamarse "Viejo pescador en una tarde de otoño en Shikotsu". 😇😇

24 de febrero de 2025

EVOLUCIÓN DE UN TANUKI DE SABINA (JUNÍPERUS PHOENICEA)

Este proyecto comenzó en 2021.
 
Tengo que reconocer que nunca me gustaron los tanukis ni tampoco el tamaño Shohin aunque con el tiempo he ido evolucionando y ya tengo algunos (pesan menos 😁😁😁), pero sí que me gusta tocar todos los palos y esta historia comienza con un paseo por el campo donde me encontré unas porciones de madera dura que bien podrían servir para algún proyecto que por cierto, en ese momento no tenía ninguno ni intención de iniciarlos (cosa de la vida, puro síndrome de Diógenes bonsaiero).
 
Para este proyecto seleccioné el tronco central, al que acoplé en 2021 un esqueje de Juníperus phoenicea. Una vez decidida la orientación y cortado parte del extremo inservible, abrí el surco por dónde debía discurrir el tronco, fue atado con rafia en todo su contorno y pasó a cultivo directamente a una maceta de bonsai. En noviembre de 2023 casi toda la rafia había desaparecido, habiéndose mantenido sólo la de la parte alta.

Así que tocó un rato de entretenimiento. Primero eliminaría la rafia vieja, cepillaría la madera muerta y una manita de líquido de jin, cepillado ligero y abrillantado de la vena viva. Aquí vemos las dos caras del ejemplar tras estos trabajos.

Luego ahuequé algo más la zona del ápice de la madera muerta para poder embutir totalmente la salida de la rama viva y no perder conicidad.

Analizando el ejemplar veo que la zona que perdió las ataduras con la rafia había engordado hacia afuera, supongo que la falta de presión tuvo parte de culpa, el tronco además de llenar la acanalura ha hecho que ese tramo parezca demasiado redondo y fuera de lugar. Así que nuevamente hay que atar pero en esta ocasión utilicé bridas de electricista, pero usando las más anchas que tenía y prestando atención a la zona marcada y que sobresale más de lo necesario, hay que reconducir el crecimiento hacia los laterales.
 
Cuándo vayais a hacer esto, tened en cuenta que no pueden quedar zonas libres de presión, ya que provocarían un engrosado anormal en las zonas sin cubrir.
 
Así que es necesario cubrir absolutamente toda la vena viva al objeto de evitar esos indeseados engrosamientos y dirigir el nuevo crecimiento hacia los laterales. También es efectivo el uso de sargentas en aquellos lugares dónde preveamos que con las bridas no podremos hacer la suficiente fuerza.
 
Y ya está, de momento nada más. El esqueje debe seguir engordando así que no tocamos el verde salvo para eliminar aquellos brotes que sabemos no nos servirán y crecen en lugares en los que no nos interesa que engorde demasiado. En la imagen la parte trasera del tanuki que también es muy bonita. Foto tomada antes de "embridar" (perdón por el palabro).
 
Tras el trasplante de 2023 quedó en una maceta algo más grande, pero su maceta definitiva creo que será la que hemos visto en las fotos anteriores, ya sé que lo recomendado sería una maceta sin esmaltar pero es que me encanta el contraste que hace el verde de la planta con el tono verde de la maceta, aunque esta roja tampoco le queda nada de mal.
 
Tras pasar todo 2024 en cultivo, así comienza 2025. No tengo experiencia en el modelado de juníperos pero tengo que empezar a practicar y este ejemplar me lo pide a gritos por lo que probablemente lo intente modelar un día de éstos. Cuándo lo haga os daré debida cuenta.

21 de febrero de 2025

EVOLUCIÓN DE ACEBUCHE "EL MATADOR"

Este proyecto comenzó en 2010.

Repasando fotos veo que a este acebuche nunca le dediqué una entrada, aunque comprendo perfectamente el motivo. Es feo de narices. 😅😅😅
 
Así quedó tras el paso de la motosierra.

 Al año siguiente daba más miedo verlo.

Pasaron los años y no había por dónde cogerlo pero seguía intentando sacar algo bonito.

Lo único que me gustaba era la textura que iba pillando la parte baja de shari.

Cuándo empezaba a tomar algo de vigor, lo atacó el Glifodes.

Es evidente que ese tronco tan largo y cilíndrico no tiene solución, tampoco me gusta el jin. Así está en 2025, es la última foto que le tomo con este diseño.

Llevaba tiempo pensándolo así que para qué voy a estar otro año más dándole vueltas al tema, esta mañana el serrucho tenía la batería cargada. Hasta aquí llegó, el Matador quedó matado.

Me dió algo de pena al ver la copa desde abajo y los años dedicados a ella que han ido a la basura.

Día 1 de su nueva vida como futuro bonsai shohin (y menos mal que no me gustaban 😎). Veremos si sale algo de aquí.

CONTINUARÁ, ESO ESPERO.

16 de febrero de 2025

ACEBUCHE SHOHIN 2

Este proyecto comenzó en 2020.

Esta es la presentación en sociedad de otro de mis acebuches recolectados a principios de 2010 aunque el proyecto actual comenzó en 2020. Así brotó en la primavera de 2010, desgraciadamente este ejemplar tenía la mitad superior del tronco más gruesa que la inferior y eso era algo que nunca se solucionaría, al menos en esta vida, no obstante, no ví otra manera de modelarlo y pensé en un estilo casi literati. Era todo un reto ya que nunca ví un acebuche literati ni creo que existan.
 
 
Ese mismo año 2011 injerté una rama en la parte baja (rodeada en amarillo) y el ejemplar empezó a gustarme y siguió siendo modelado así, desgraciadamente en 2017 secó la segunda rama y daba al traste con todos mis planes. Un par de años antes había trasplantado a una maceta mucho más pequeña y reaccionó con una pérdida evidente de vigor y el secado de la rama que vemos señalada en rojo.

Pasó el tiempo confiando en que rebrotase de nuevo y calculando la viabilidad de un nuevo injerto, pero la zona estaba totalmente muerta, así que de perdidos al río, machetazo al canto y cambio de estilo, adiós al estilo literati y hola al estilo Shohin. Ajusto el corte por encima de una evidente yema dormida, en ella se fundamenta mi esperanza.

Afortunadamente rebrotó bien, tenía tres ramas que me permitirían un estilo achaparrado.


Para septiembre de 2022 el verde había densificado en exceso así que aligeré algo la masa de ramas para ver cuáles me podrían servir. También aproveché para abrir un poco más el shari que recorre el tronco por su parte izquierda.
 
Tras el aclarado pude comprobar que la rama principal y la de contrapeso están listas para la selección de ramas secundarias. El ápice está totalmente anárquico y necesita tomar fuerzas, así que esta fue la misión de este año, contener el crecimiento de las dos ramas bajas y que la rama que formará el ápice empiece a emitir ramificación secundaria. No me gustan los shohines ni mames por la dificultad, entre otras cosas, que supone el alambrado, estoy acostumbrado a modelar ejemplares grandes así que darle forma convincente a ese ápice será todo un reto para mí.
 
Ha pasado un año y el ejemplar ha evolucionado muy bien, sacó mucho verde, así que ya está preparado para un nuevo aclarado, nacieron muchas ramitas y se ve demasiado tupido.

Llegamos a finales de enero de 2024 y tocaba trasplante, así que lo cambié la maceta, una Yixing algo más pequeña que la que tenía de mica. Así quedó.

Ya pasó un año más, estamos en enero de 2025, así que tras la limpieza de la superficie del sustrato, la fotoevolución correspondiente. Ya lo tengo preparado para empezar a aligerar el verde y buscar espacios vacíos.

Es increible lo bien que está respondiendo este ejemplar, tengo algunos acebuches atascados que crecen muy lentamente, pero éste va como una moto. Cuatro años y medio separan ambas fotos.

 
CONTINUARÁ