29 de marzo de 2024

ACER PALMATUM ATROPURPUREUM DESDE CERO

A veces y sin tener muy claro el porqué, le pillamos ojeriza a algún ejemplar y es lo que me ha pasado con este Atropurpureum Aldiano, tal vez por ser una variedad muy común, tal vez porque aún no he atinado con las pautas para su buen cultivo y evitar al máximo el secado de hojas en verano, no sé, el caso es que llevo once años con él y nunca le dediqué una entrada, así que ya era hora.

Cada vez que veo esta foto me pregunto lo mismo ¿por qué puñetas lo compré?, salvo por las ganas de aumentar el número de variedades que tengo.

Crecía poco y en verano secaba casi todas las hojas, así que seguía abandonado por cualquier rincón. Eso sí, la brotación primaveral y la transición al verde era más que bonita y creo que por eso se salvó de ser pasaportado.

En 2018 lucía algo mejor, había pillado fuerza pero ni aún así sacaba ramas nuevas, tenía exactamente las mismas que el día que lo compre, aunque más grandes.

Y así seguía estancado sin saber qué hacer con él, pero había decidido mantenerlo, los cambios tonales eran bonitos y estaban al nivel de otros palmatums.
 
Buscando hacer algo pensé en reducirle la altura pero aprovechando la parte que iba a eliminar para acodarla, tenía algo en mente, así que acodo y reducción de altura al canto. Por otra parte, el ritmo biológico no cambiaba, llegaba el otoño y se churrascaba. También tendría que hacer algún cambio en el sustrato y ver si mejoraba algo.
 
 
La parte superior fue acodada en 2021 y obtuve un tramo que me serviría para convertir mi Atro churruscado en un Atro doble tronco churruscado. Tras la separación del acodo, éste fue plantado en un recipiente tipo colador, esperando una rápida creación de raíces, algo que por cierto, no sucedió.

¿Como convertir un tronco simple en uno doble? Pues muy fácil, utilizaré la milenaria técnica del tornillo, se juntan los dos troncos y tornillo pasante al canto. Corría la primavera de 2022.
 
Una vez plantado en la maceta de cultivo, así quedó.


En la primavera de 2023 tuvo una bonita brotación y pasó el verano bastante bien aunque en el lugar más sombreado que pude buscarle.

Pero llegó septiembre y nuevamente empezó a secar las puntas de las hojas. Para el próximo trasplante (febrero 2024) aumentaría el porcentaje de sustrato orgánico y veremos como reacciona. Lo más positivo de este año fue que la zona de contacto había empezado a fusionarse por lo que para el próximo trasplante espero poder plantarlo un poco más elevado y dejar la zona de unión a la vista. Así "lucía" a finales de noviembre, tendré que seguir esperando. 😖😖😖

Tras el trasplante a principios de 2024, llegó la primavera y la brotación fué espectacular. Aquí un detalle de las hojas.

En estos momentos lo que más me interesa es que la unión de los dos troncos siga consolidándose así que contra lo que me gusta hacer, pues no pinzaré ni acortaré brotes, crecimiento libre en busca de un engrosamiento más rápido de los troncos. Si comparamos con lo que había en abril de 2023, sin dudas, hay un gran cambio, empieza a gustarme este proyecto.

CONTINUARÁ

8 de marzo de 2024

BOSQUE DE FICUS BENJAMINA

Este es el único ejemplar que he comprado hecho bonsai, aunque para ser sincero lo que más me atrajo de este bosque fue su maceta, una kurama de 120 cms, fabricada ex-profeso para esta composición, es una maceta única e irrepetible.

Corría el verano de 2007 cuando dando un paseo por un vivero allí estaba, fue un flechazo instántaneo, por aquellos entonces estaba acabando la obra de mi nueva casa y rápidamente supe donde lo iba a colocar. Al parecer, un aficionado a los bonsais había dejado su colección al vivero para que fuese vendiéndola toda vez que el ya no podía atenderla, desgraciadamente para mi y ya pasado algo de tiempo desde su compra, volví al vivero para preguntar sobre la historia del ejemplar pero no supieron decirme nada ni siquiera supieron o quisieron darme algún dato de su anterior propietario por lo que desconozco quién fue su dueño,  ni al autor de la bandeja, ni los años que tenía por entonces el ejemplar.

Así estaba el día 30 de agosto de 2007 cuando lo compré, un magnífico bosque de 29 ejemplares de Ficus benjamina de 130 cms de largo, 110 cms de alto y 65 cms de ancho. Desconozco el peso, fueron necesarias cuatro personas fuertotas para colocarlo en su lugar.

Así estuvo hasta 2010, al desconocer cuando fue trasplantado por última vez, caso de que alguna vez lo hicieran, pues me decidí a meterle mano. Debido a la dimensión del trabajo decidí hacer el trasplante en cuatro fases, dividiendo mentalmente el cepellón en cuatro porciones a los que iría eliminando el sustrato viejo y sustityéndolo por akadama, de forma independiente, temía que al levantar todo junto la plantación se deshiciera con la correspondiente complicación del trabajo.
 
 
Así que poco a poco fui eliminando la tierra de jardín en la que estaba plantando sustituyéndola por akadama.
 
Dispuse una rejilla a modo de muro provisional que tendría puesta hasta que se compactara o la Soleirola hiciese su trabajo.
 
 Dos días de trabajo  y siete sacos de akadama lo dejaron así, una vez retiradas las rejillas.
 
 Así lucía dos años más tarde.






Para 2012 había crecido con fuerza así que ahora tocaría un alambrado, muchas ramas crecían de forma incorrecta, así que antes de nada, me tocó defoliar.

Tras cuatro horas de defoliación mi bosque quedó preparado para empezar el alambrado.

Si temía la defoliación, a lo siguiente ya era pánico, poner alambre. Por la mañana el sol era agradable, después de la comida empieza a calentar demasiado, pero ya no hay marcha atrás. La tarde se echa encima y al menos quiero acabar el alambrado grueso.

Tras catorce horas de trabajo el puñetero bosque está listo. Gracias a Dios no creo que vuelva a alambrarlo nunca más, a partir de ahora modelaré a base de podas, al menos eso es lo que quiero hacer. Tengo los brazos llenos de arañones y sarpullido del látex de la defoliación.
Nunca me había gustado ese espacio que señalo, totalmente desprovisto de ramas, sobre todo después de haber quitado algunas plantas de acompañamiento que ocupaban el espacio.

Así que ya en 2017 llegó el momento de hacerle algo, estaba cansado de verlo siempre igual., así que aprovechando algunos ficus más pequeños que tenía por mi azotea pues se me ocurrió la idea de utilizarlos para intentar ocupar ese espacio sin interés. Y este trío fue el elegido. Desde el año de la foto había desarrollado un aceptable nebari habiéndose fusionado sus tres troncos y hoy, después de meditarlo bastante, he procedido a su integración dentro del bosque.

Después de cavar un hueco adecuado al pan de raíces, he procedido a su plantado.

Sin dudas el objetivo está conseguido, se trataba de cubrir esa zona vacía. Cúando pasen un par de semanas empezaré a arreglar el verde, el abandono que ha sufrido lo ha desmelenado totalmente y tendré que comenzar desde cero, eso sí, ahora son tres troncos más.

Una malla protegerá el talud y evitará que la akadama caiga con el riego, ya más al invierno y compactado el sustrato pondré musgo, tal vez soleirola que me gusta mucho más y permite un mejor control de la humedad.

De igual forma integro otro ficus justo por la parte trasera izquierda.  El año pasado estaba plantado en una laja y quedaba molón, pero me venía perfecto para cubrir el espacio de la izquierda del bosque y de paso hacer más sitio en la azotea, así que ¿quién dijo miedo?

El procedimiento fue el mismo, aunque con la diferencia de que en esta zona no existían raíces gruesas y abrir el hueco fue mucho más fácil. Esta zona estaba cubierta de musgo por lo que procedí a su apartado para su posterior uso.

 Alguna prueba antes del fijado.

Al final tuve que plantar un poco más profundo de lo que quería, quedaban demasiadas raíces expuestas. El mismo musgo que acababa de quitar me sirvió para cubrir la zona y evitando poner una rejilla "antiderrumbes".

Pasados unos días desde la incorporación del triple tronco también procedí al quitado de la rejilla protectora, pudiendo comprobar el perfecto compactado de la zona, y la cubrí con musgo.

Al plantar más bajo de lo estimado tendré esperar el tiempo adecuado para que su copa crezca y cubra el espacio deseado.

Ahora sí que tiene el aspecto de un denso bosque tropical.

Estamos en 2022 y han pasado cinco años desde entonces y los nuevos inquilinos se adaptaron perfectamente y todo el conjunto ha crecido mucho por lo que necesita un "recorte de puntas", así estaba antes del pasado por la peluquería.

Y así queda. De forma accidental algunos hijuelos de una maceta de Saxífraga stolonifera que tenía de adorno, colonizaron la zona de musgo y me gustó como quedó así que he aprovechado y he terminado de plantar directamente algunos hijuelos más.
 
Estamos en marzo de 2024 y llevaba dos años sin tocar nada, así que paso por peluquería para un nuevo recorte de puntas y queda listo para otra temporadita.