Si hay una especie, probablemente la única, que se me da o daba mal es la piracanta, de cuatro ejemplares tengo problemas con tres. La otra murió.
Le
dejé casi a su aire algunos añitos, y en 2007, le tocó primera poda
severa, prácticamente todo se fue por la técnica del ATPC. Desde aquí un
saludo a su precursor. Y cometí un gran error, al menos eso creo, con
el afán de estilizarla un poco eliminé tres de los cinco troncos vivos
que tenía y los convertí en jin, aprovechando también el momento para
crear unos sharis. Aún no lo sabía pero aquí empezaron los problemas.
En 2008 estuvo a punto de morir, secó muchas ramitas
y las que quedaron, presentaban un aspecto lánguido. La madera muerta y
a pesar de los contínuos pintados con líquido de jin, empezaba a
presentar síntomas de putrefacción.
Como seguía sin estar en plenitud de forma, decidí transplantar y cambiar el esquema del sustrato, el cepellón que salió embotaba la maceta y estaba totalmente apelmazado, sin lugar a dudas, era parte del problema. En 2009 tocó nuevamente técnica ATPC, habiendo perdido algunas ramitas más habiéndose quedado en el chasis, sólo con ramas primarias.
En el año 2010 recobró su vigor, verde a rabiar pero no floreció y la
madera muerta seguía deteriorándose. Fue entonces cuando buscando
información tuve conocimiento de una enfermedad conocida como "Fuego
bacteriano" y que la única forma de combatirlo era con antibióticos pero
que no daban demasiados buenos resultados. Así que ni corto ni perezoso
y como en mi calle había una tienda de canarios pregunté si tenían
algún antibiótico en formato grande y compré uno de 250 ml. con el que
traté a mi piracanta.
Pudiera ser que funcionara ya que en mayo de 2011 por fin volvió a florecer como antaño, muchas de ellas fueron polinizadas pero las bayas cayeron antes de madurar. La parte baja del shari iba desprendiendo porciones de madera podrida con solo mirarla. En el último trasplante aumenté el porcentaje de sustrato orgánico y esto aunque fue bueno para la parte viva, el aumento de humedad aceleró el degradado de la madera muerta, estaba en un callejón sin salida.
Aunque
los síntomas del Fuego Bacteriano no se correspondían exactamente con
lo que estaba sufriendo mi piracanta, bien podría ser un ataque leve y
me puse nuevamente en acción. El Fuego Bacteriano es una enfermedad
producida por la bacteria Erwinia Amylovora
que afecta a diversas especies de la familia de las rosáceas, aunque no
a todas afecta con la misma virulencia. Las plantas afectadas suelen
padecer chancros y exudaciones y son la principal fuente de contagio.
Aunque este síntoma tampoco lo ha sufrido mi piracanta. Lo peor de todo
es que esta bacteriosis no tiene cura y lo recomendable es quemar la
planta o plantas afectadas.
A
pesar de los malos augurios y al no estar seguro, pues no la quemé y
comencé un programa estricto de desinfectado de herramientas,
esterilizado de sustratos y macetas y el tratamiento periódico con
Aliette Express (Fosetil Al), también es recomendable y caso de
infección leve, el eliminar las ramas afectadas sobre la marcha.
En
2016 y ya con solo cinco ramas, parece que las medidas adoptadas
consiguen detener que no curar la posible infección y la planta comienza
a brotar con más fuerza.
El síntoma era siempre el mismo, estaba perfecta y de pronto las hojas empezaban a secarse desde la punta hacia el peciolo rama que tenía estos síntomas, rama que moría.
En 2019 la situación era dramática, solo quedaba una ramita en toda la
zona media alta del tronco. En la foto se ve otra rama brotada pero es
una rama larga que viene de abajo, así que de nuevo tratamiento de
choque, Aliette y al no encontrar el mismo antibiótico para canarios,
empecé a regar mezclando también 1 ml de amoxilicina en polvo por cada
litro de agua. Desde poco después, la planta dejó se secar hojas y ramas
(quedaban pocas), volvió la floración y la rama principal recobró un
gran vigor (la foto corresponde a este momento) pero la zona alta ya
estaba perdida, con una sola ramita no podía hacer nada, así que ¿por
qué no cortar y rehacer el diseño con la única rama fuerte que me
quedaba?
Tras meter el serrucho comprobé que todo el centro del tronco estaba
totalmente pulverizado, tal como suena, era polvo fino, así que fui
eliminando absolutamente todas las zonas blandas y la curiosa zona
central totalmente convertida en harina marrón. Tras solo dejar las
zonas duras y ya sin evaluar las posibles consecuencias, traté
absolutamente toda la zona interior y cortes con Paraloid B72, una
resina usada por los arqueólogos y otros profesionales cuando quieren
compactar algún hueso o algún objeto descompuesto. Para la madera muerta
es ideal pero desconozco si tendrá algún efecto nocivo al aplicarlo a
zonas vivas, tales como la herida provocada por el serrucho. Y así
queda, si resiste todavía es posible un modelado. En el próximo
trasplante plantaré inclinándolo un poco hacia la derecha y quitaré la
piedra que en su momento puse para que sirviese de apoyo y evitase la
caída hacia ese lado que estaba totalmente podrido y carente de raíces.
Pasó el tiempo y con el tratamiento intensivo con el Aliette y la Amoxicilina, la planta se recuperó y brotaba con una fuerza brutal. El Paraloid también surtió efecto y detuvo el deterioro de la parte muerta del tronco, así que tras una fuerte poda lo trasplanté a una "escupidera" que encontré en un vivero a muy buen precio. Ya sólo falta que este año próximo florezca como en sus viejos tiempos, si lo consigo, habrá merecido la pena el esfuerzo en salvarla.