Este acebuche fue recolectado a principios de 2008 y a los diez meses ya
había brotado con fuerza. Era un palo largo y cilíndrico del que poco
se podía esperar, vamos, uno de esos ejemplares perdidos que a mi me
gustan.
En 2009 fue dejado crecer libremente, limitándome a acortar los brotes
excesivamente largos y trabajé los dos tocones intentando conseguir unas
cabezas de delfines, que no todo van a ser dragones, digo yo. Parecía
un chupa chups.
Y así estuvo hasta 2011. Aunque la parte alta había ramificado bien,
existía un gran tramo sin ninguna rama, cosa imprescindible para tapar
ese cilindro si quería mantener la altura. Así estaba en abril de dicho
año tras una defoliación.
Hasta dicho año estuve esperando algún brote que pudiese servir para
cubrir esa porción de tronco tan larga y desprovista de ramas, pero fue
una espera infructuosa, así que aproveché un brote bajo con el que
efectuaría un primer injerto. El brote en cuestión fue llevado hasta la
zona dónde sería injertado así que desde ese momento ya podría ir viendo
como quedaría.
El principal problema de este tipo de injertos es el feo abultamiento que suele
quedar en la zona de unión y lo que voy a tratar de conseguir es
injertar una rama con una zona de unión lo más suave posible. En un
principio tendría poca importancia porque queda en la parte trasera del
tronco, pero bueno, mejor si no se nota. Ya pasado el mini parón
veraniero llegó el momento. Para eso efectúo un canal en el tronco del diámetro de la rama a
injertar. Ato fuertemente con rafia, sello con pasta y vuelvo a enrafiar
encima. Una vez vuelto a enrafiar, comprimo con una sargenta antes de que se
seque la pasta. Esta presión extra facilitará la unión y de paso,
evitará en parte que se produzca un excesivo engrosamiento de la zona de
unión. Podría haber injertado la parte de la curva para que también quedase
oculta, pero la rama que me interesa y con la que
reharé, es la marcada con la flecha.
En 2012 y tras la defoliación de la rama injertada, fue cortada la
unión. Quería dejar la rama en latencia de forma que cuándo empezase a
brotar en primavera, el brote tirase ya del tronco principal. La idea
funcionó a las mil maravillas.
Y nuevamente pasaron varios años en los que estuvo recuperando fuerzas
en una maceta de cultivo, hasta que a principios de 2018 lo puse en una
maceta bastante más plana. Viendo las fotos más recientes creo que este es el diseño que mejor podría darle.
El principal problema que tenía es que la rama que marco con la flecha
está muy alta y está justo a la misma altura que la que tiene enfrente y
que por diseño, no puedo eliminar, quedando un gran hueco vacío y que
marco con el círculo verde, así que nuevo injerto al canto, utilizando la misma técnica.
En
octubre de 2021 trasplanto a lo que puede ser su maceta definitiva, el
trabajo está casi acabado a falta de refinar, alargar alguna rama y
sobre todo estilizar el ápice y las que se vayan a quedar. Creo que
empiezo a desechar la idea del literati, el tronco no me ayuda. De
momento me toca devolver al ejemplar la fuerza que tenía en 2018, no sé
el motivo pero se ha venido abajo.