Por mucho cuidado que tengamos a la hora de vaciar cortes de ramas para evitar el abultamiento del labio de cicatrización, con los efectos estéticos tan negativos que provoca, nadie está exento de que dichos labios de cicatrización sobresalgan en exceso de la línea del tronco y uno de los recursos al que podremos recurrir para minimizar este efecto es éste que os presento.
Por una mala praxis o simplemente por naturaleza tenemos un ejemplar de palmatum en el que los labios de cicatrización de dos ramas eliminadas hace unos años, han engordado excesivamente y se sale de la línea que marca el tronco, creando un efecto feísimimo y antiestético.
Lo habitual en estos casos es eliminar con mucho cuidado la zona interna del labio para favorecer que el labio siga creciendo con más rapidez en la zona interior, pero en este caso iremos un poco más allá. Vemos como los labios de las dos heridas que tiene el tronco se han abultado en exceso y vamos a intentar corregirlo. Para eso nos ayudaremos de nuestra dremmel, una pequeña fresa de desbaste y una lija. En primer lugar procedemos como habitualmente haríamos con la cuchilla, vamos eliminar la zona interior del labio de forma muy ligera, poniendo especial atención en eliminar también parte de la zona dura del tronco que por un mal corte en su momento quedó demasiado superficial, intentando ahuecar un poco por debajo del labio. Caso necesario, también eliminaremos parte de la madera de la zona interior de la herida buscando dejarla unos dos milímetros por debajo de lo que sería el contorno ideal del tronco.
A continuación cambiamos nuestra fresa por una lija y procedemos con mucho cuidado a ir eliminando toda la zona del labio de cicatrización que consideramos ha engrosado más de lo debido.
Debemos lijar todo el contorno pero sin llegar a eliminar el labio de cicatrización, ya que si lo eliminamos completamente sería como comenzar de nuevo el proceso de cerrado. Ya sólo nos queda esperar que el labio se regenere y vaya cerrando hacia el interior. El proceso de lijado superficial debemos repetirlo tantas veces como dure el cerrado completo de la herida, siempre y cuándo veamos que engrosa hacia el exterior más de lo conveniente.
Como podemos ver en la siguiente imagen, con un poco de paciencia vamos a conseguir cerrar grandes heridas sin que queden visibles los feos engrosamientos que suelen provocarse en las especies de fuerte crecimiento de los labios de cicatrización como puede ser el acer palmatum. Esta herida que señalo ocupaba un 90% del diámetro del tronco y ya la tenemos cerrada sin que podamos apreciar abultamientos en el labio de cicatrización y si no fuese por el cambio de color en la superficie del tronco, prácticamente sería inapreciable.
NOTA: No aplicaremos pasta selladora en toda la zona trabajada, si lo hacemos vamos a favorecer que la zona vuelva a engrosar, al no hacerlo, la capa superficial va a morir incentivando un crecimiento lateral del labio. En cambio, es interesante aplicar pasta en la zona interior del labio por los motivos contrarios al explicado en primer lugar, es una zona que nos interesa mantener viva por lo que la protegeremos adecuadamente.
Lo habitual en estos casos es eliminar con mucho cuidado la zona interna del labio para favorecer que el labio siga creciendo con más rapidez en la zona interior, pero en este caso iremos un poco más allá. Vemos como los labios de las dos heridas que tiene el tronco se han abultado en exceso y vamos a intentar corregirlo. Para eso nos ayudaremos de nuestra dremmel, una pequeña fresa de desbaste y una lija. En primer lugar procedemos como habitualmente haríamos con la cuchilla, vamos eliminar la zona interior del labio de forma muy ligera, poniendo especial atención en eliminar también parte de la zona dura del tronco que por un mal corte en su momento quedó demasiado superficial, intentando ahuecar un poco por debajo del labio. Caso necesario, también eliminaremos parte de la madera de la zona interior de la herida buscando dejarla unos dos milímetros por debajo de lo que sería el contorno ideal del tronco.
A continuación cambiamos nuestra fresa por una lija y procedemos con mucho cuidado a ir eliminando toda la zona del labio de cicatrización que consideramos ha engrosado más de lo debido.
Debemos lijar todo el contorno pero sin llegar a eliminar el labio de cicatrización, ya que si lo eliminamos completamente sería como comenzar de nuevo el proceso de cerrado. Ya sólo nos queda esperar que el labio se regenere y vaya cerrando hacia el interior. El proceso de lijado superficial debemos repetirlo tantas veces como dure el cerrado completo de la herida, siempre y cuándo veamos que engrosa hacia el exterior más de lo conveniente.
Como podemos ver en la siguiente imagen, con un poco de paciencia vamos a conseguir cerrar grandes heridas sin que queden visibles los feos engrosamientos que suelen provocarse en las especies de fuerte crecimiento de los labios de cicatrización como puede ser el acer palmatum. Esta herida que señalo ocupaba un 90% del diámetro del tronco y ya la tenemos cerrada sin que podamos apreciar abultamientos en el labio de cicatrización y si no fuese por el cambio de color en la superficie del tronco, prácticamente sería inapreciable.
NOTA: No aplicaremos pasta selladora en toda la zona trabajada, si lo hacemos vamos a favorecer que la zona vuelva a engrosar, al no hacerlo, la capa superficial va a morir incentivando un crecimiento lateral del labio. En cambio, es interesante aplicar pasta en la zona interior del labio por los motivos contrarios al explicado en primer lugar, es una zona que nos interesa mantener viva por lo que la protegeremos adecuadamente.