Esta la historia de mi Prunus pissardi, realmente su nombre completo
sería Prunus cerasifera pisardii, una especie difícil de domar y hoy por
hoy, una de mis causas perdidas.
Fue en mayo de 2006 cuándo dando un paseo por un vivero ví un palote
tieso, pero lleno de flores, una flores magníficas y rápidamente lo vi
convertido en bonsai y deleitándome año tras año, con sus magníficas
floraciones, así que embargado por el entusiasmo, me lo llevé para casa.
Una vez allí y cuándo lo miré tranquilamente, me di cuenta que me había
dejado llevar por la emoción, un tronco largo y cilíndrico no me
pareció lo más adecuado y una línea de injerto más que perruna, pero ya
lo tenía en casa, así que a lo hecho, pecho. Acodo al canto para acercar
ese abultamiento del injerto a la superficie del sustrato y conseguir
disimularlo.
Al invierno siguiente y tras el éxito del acodo, le metí el serrucho y
quedó descabezado, aprovechando una rama lateral, improvisé un posible
ápice.
Vestido era feo, pero desnudo no había por dónde cogerlo. En 2008 la
rama ápice seguía allí, pero ni rastro de una subramificación. Lo peor
de todo es que a la primavera siguiente, el supuesto ápice se secó.
Y no fue hasta 2011 cuándo dispuse de una nueva ramilla-ápice, y esta vez sí disponía de subramas.
Con los prunus hay que ser muy cuidadosos a la hora de alambrar,
quiebran las ramas con muchísima facilidad, y si oyes un chasquido, ya
no tienes que preocuparte, rompistes la rama sí o sí, y sin solución de
arreglarla. Desgraciadamente el ápice creció más de lo debido y
nuevamente se quedó falto de subramas.
Así que volví a acortarlo y en la primavera de 2017, sacó varias ramitas y todas en lugares ideales.
Pero nuevamente, secó las del lado derecho, pero bueno, al menos tenía
ramitas en la izquierda, algo era algo. Curiosamente en la primavera de
2018, las hojas brotaron en verde, es la única que vez que me ha pasado,
la brotación al igual que color habitual de las hojas en el pisardii es
púrpura. Eso sí, a pesar de mi desesperación, la floración seguía
siendo espectacular, en esto no fallaba mi prunus.
Tampoco ha fallado en las raíces, ha desarrollado un buen número de raíces radiales que sin dudas, auguran un buen nebari.
Quiero darle una forma más redondeada, así que este año he empezado a
acortar las ramas bajas, así de paso, deberían estimularse y tomar
fuerzas las demás. La zona derecha del ápice sigue sin ramas, si este
año no saca alguna, tendré que volver a acortarlo, veremos quién se
cansa antes. Cada vez que lo veo y con la salvedad de los periodos de
floración, me pregunto ¿Por qué lo sigo trabajando?, pero algo dentro de
mi me dice, que merecerá la pena.
Así fue la floración en 2021.
Llevaba
varios años en maceta de bonsai y se le apreciaba una evidente falta de
vigor, así que a principios de 2023 trasplanté a una maceta grande de
cultivo y que recupere fuerzas. No sé si por los excesivos calores que
hemos tenido, tal vez por la falta de lluvia, el caso es que tras cinco
meses del trasplante y con un abonado generoso, el ejemplar sigue igual
de estancado, no veo que haya surtido los efectos perseguidos, al menos
de momento.
Así estaba recién brotado en 2024, sigue sin ningún vigor y con las hojas más grandes. Empiezo a pensar que esto es un caso perdido.
Así estaba recién brotado en 2024, sigue sin ningún vigor y con las hojas más grandes. Empiezo a pensar que esto es un caso perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario