Otra planta tan bonita como lenta de crecimiento, al menos en maceta. Lagerstroemia indica
es un árbol o arbusto caducifolio que plantado en el suelo puede
alcanzar unos 8 m de altura. Muy ramificado, forma una copa amplia y
chata. La corteza, lisa y de color marrón medio (café), se desprende
anualmente. Hojas
ovales, opuestas, de color verde oscuro. Las hojas nacen
de color cobrizo y en otoño adquieren matices amarillos,anaranjados y
rojos.
La inflorescencia es una panícula terminal de unos 9 cm de largo. Flores
acampanadas con 6 pétalos de bordes rizados de color blanco, rosa o
malva. Hay variedades púrpuras y rojas. El fruto es una cápsula negruzca
de poco más de 1 cm.
Esta
planta admite prácticamente todas las labores habituales en bonsai
aunque hay que tener cuidado con los alambrados, sus ramas son
quebradizas y cuando alcanzan cierto grosor (5 mm) ya empiezan a ser
casi imposibles doblar.
En
japonés se las conoce como «Sarusuberi», concepto que podría traducirse
como: "donde los monos resbalan", en referencia a lo suave y
liso de su corteza.
Verano de 2008
Esta
que os enseño fue un plantoncillo comprado en un vivero ornamental en 2008 y
desde el primer momento me ha deleitado con sus numerosas y magníficas
flores. Es una planta resistente y casi imposible de matar, entonces
podemos preguntarnos ¿si tan buena es por qué se utiliza tan poco en
bonsai? La respuesta es simple, tiene un crecimiento lento, al menos en
maceta y gran tendencia a brotar de forma anárquica.
Otra
cosa buena de la especie es su otoñada, un cautivador rojo sangre
nos hará que esperemos impacientes el otoño. Diez años después de su
compra sólo había duplicado la altura y el grosor de tronco, y aunque
había conseguido darle ciertas curvas nunca le he encontrado un diseño
acorde. Durante algunos años fue un "abatido por el viento" pero la
costumbre de la criaturita en brotar por cualquier lado menos por donde
me interesaba, hizo que desistiese en el intento.
Otoñada de 2018
Probablemente
sea una de las especies que más se me resisten pero viendo sus otoñadas
y sus floraciones ¿quién no tiene un hueco para una de ellas?
Intentando
acelerar su crecimiento en 2022 la planté en una maceta grande y así
llegó a 2024, año que estuve a punto de deshacerme de Sarusuberi pero
tras cortar una rama frontal y alambrar otra para cubrir un hueco ya
tengo ramas por los lugares adecuados y empecé a verle futuro, así que
de nuevo a su estantería. A seguir creciendo.
Colorido primaveral