El origen de esta entrada procede de:
Ha pasado un tiempo prudencial y me decido a quitar las vendas a los conejillos de indias, la verdad es que tengo que reconocer que la buena fama de los juníperos no es gratuíta, son duros de verdad, no sólo soportaron las judiadas que les hice, sino que además tienen hasta buen color.
En la entrada original no comenté que cuándo los transplanté usé tres tipos diferentes de sustrato, uno con alto poder drenante, grano grueso y mucha volcánica, el segundo mucha akadama media y muy poca volcánica, y el tercero akadama media, algo de orgánico y la volcánica sólo para el drenaje, viendo el desarrollo obtenido no me queda más remedio que afirmar que la componente orgánica fue la mejor, el ejemplar plantado en grano grueso y mucha volcánica, el peor, creció poco, menos raíces, poco color y menos densidad de brotes.
Este fue el punto de partida:
El doblado fue realizado en marzo de 2011 y hoy toca quitar la rafia, los alambres y aproximar al nuevo ángulo de plantado. Como podréis imaginar, este es el ejemplar que se ha desarrollado peor.
A continuación, ejemplar en grano medio de akadama y volcánica. No tiene mal aspecto, se puede observar la diferencia entre las dos curvas formadas, la primera por el sistema tradicional de vaciado, introducción de alambre y doblado, en cambio en la segunda usé un alambre más fino y rebajé las zonas de contacto para intentar un autoinjerto, que al menos de momento, parece funcionar, me ha permitido un ángulo mucho más cerrado.
Y ya por último, el plantado con parte de sustrato orgánico, muy denso y mayor verde.
Ahora les toca descansar, espero que al menos estén dos años sin tocar, a ver como se desarrollan, ni que decir tiene, que he añadido algo de sustrato orgánico en los tres ejemplares.
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