Desde hacía tiempo tenía ganas de hacer un penjing con una laja elaborada por mi, así que el año pasado y con hormigón realicé una prueba a ver que tal resultaba. A pesar de que salió fea de coj...., planté en ella unos plantones de cipreses. Pensaba que con el tiempo el feo color del cemento, adquiriría alguna tonalidad más envejecida, pero nada de nada.
La realización del trabajo fue ésta:
Penjing de prueba.
Así que hoy, último día de vacaciones y con los trabajos previstos ya realizados, he aprovechado para desmontar el penjing y volverlo a montar sobre una laja de piedra natural, siguiendo el mismo proceso.
El trabajo está inspirado en un paso existente en el Parque Natural de Grazalema, en el Cerro de las Cuevas, un camino pedregoso, sombrío y húmedo dónde el musgo y el cerrado bosque, son los reyes del lugar. Si os interesa este sendero, podéis clicar aquí.
Voy a dejarlo reposar unos días y el siguiente paso será abrir un camino entre los árboles y forrar las piedras de musgo (cosa que se me antoja difícil, sin que aumente en exceso su volumen). Tal vez piedras más pequeñas me ayuden a conseguir algo más de proporcionalidad. Veo que esa piedra central ya está estorbando.
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