4 de marzo de 2021

ALTERNATIVA AL CURSI Y FRÁGIL COLADOR DE CULTIVO.

En estos últimos años se ha desatado una histeria colectiva en el uso del colador, algunos parecen creer que el cultivo en colador es un paso imprescindible para el buen cultivo de la planta y nada más lejos de la realidad, es un sistema muy antiguo y contrastado pero no mejora, por ejemplo, la efectividad del cultivo en cajas de madera. No obstante es un gran sistema que aprovecha la tendencia de las plantas a crear raíces en sustratos muy ventilados y donde el oxígeno llega generosamente a las raíces algo que conseguimos fácilmente usando los coladores de plástico.
 
VENTAJAS:

1.- El cultivo en colador favorece el rápido crecimiento de raíces ciliares. Ideal para plantones y plantas jóvenes en las que queremos disponer de un buen pan de raíces, evitan la reacción natural de las raíces a girar pegadas al perímetro interior de la maceta ya que el contacto con el aire detendrá su crecimiento, favoreciendo el nacimiento de nuevas raicillas interiores.
 
2.- También se utilizan como recuperador de plantas adultas, a veces el cultivo en maceta de bonsai más bien pequeñas, termina pasando factura al ejemplar y pierde vigor. Pues un par de temporadas en un colador de este tipo y sobredimensionado para el tamaño de la planta las ayudará a recuperar tanto la fuerza aérea como la radical.
INCONVENIENTES:
 
1.- El primer inconveniente viene determinado por su única ventaja, un gran número de raíces ciliares provocarán una gran alimentación de la planta lo que se traducirá en un alargado excesivo del tronco, ramas y entrenudos, sobre todo si nuestro ejemplar no dispone de todas las horas de sol posible y está siendo abonada correctamente.

2.- El cultivo del colador no es apto para todas las especies de árboles, por lo que debemos tener en consideración cual será la especie para plantar en ellos y cual es nuestro clima.
 
3.- Gracias a su gran poder drenante, un contenedor lleno de agujeros y un sustrato ultradrenante, nos llevará a tener que estar totalmente pendiente del riego, en algunos periodos del año tendremos que regar más del doble de veces que lo normal en una plantación convencional.
 
4.- El aumento de riegos influye directamente en la absorción y retención de abonos, debiendo adaptar el ritmo de abonados a la nueva situación, si seguimos nuestra pauta habitual, la planta sufrirá un déficit de nutrientes que a la postre tirará por tierra todos nuestros esfuerzos en acelerar su crecimiento.
 
5.- En un colador, tanto la planta como sus raíces están totalmente desrprotegidas contra las heladas, así que tenemos que protegerla ante posibles heladas y sobre todo de las incontrolables heladas tardías.
 
6.- Por otra parte, los coladores normales tienen unos agujeros grandes que no impiden la retención del sustrato por lo que a la hora de comprarlos debemos tenerlo en cuenta.
 
7.- Y el último problema, ya es más una cuestión estética y de practicidad, es que los coladores suelen fabricarse en colores chillones y convierten nuestras estanterías de bonsai en las baldas de un bazar, los redondos ocupan mucho espacio y lo peor es que se cuartean y el plástico se degrada rápidamente por efecto del sol, sé de alguno que al ir a levantarlos de su sitio se han quedaron con los agarres plásticos en la mano y la planta ha ido al suelo.

Y es frente a esta última desventaja donde os ofrezco una alternativa, que además de ser igual de efectiva es mucho más formal y más fáciles de estibar ya que ocuparán menos espacio en nuestras estanterías y encima son algo más baratas y resistentes, se trata de usar las macetas plásticas que venden para plantas acuáticas, más prácticas, son en color negro y sobre todo, resistentes a los rayos del sol, lo que incidirá directamente en su duración y seguridad para nuestros ejemplares.

Otra ventaja es que disponen de un variado muestrario de tamaños, algo que los coladores no ofecen, cambian la forma y los colores, pero no el tamaño. Este que vemos en la foto tiene unas medidas de 23x23x15 cms., haciendo un volumen de ocho litros pero los tenemos desde un litro incluso más pequeños hasta 30 litros y probablemente los habrá mayores. Y como última ventaja reseñable es que sus pequeños agujeros impedirán que se nos escapen los granos de akadama, parece una tontería pero no lo es.

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