7 de marzo de 2022

BOSQUE DE CHAENOMELES SPECIOSA.

Influido por algunas imágenes que había visto de membrilleros japones cultivados como bonsai y en uno de mis paseos por viveros, en 2008 compré una macetilla de la especie en cuestión, curiosamente dentro de la misma maceta venían dos variedades, una de hoja blanca y otra de rojas, era un mazacote de raíces enrolladas sin ninguna utilidad, así que visto el éxito de la compra y su inviabilidad para cultivarla como bonsai, troceé el cepellón y los planté individualmente. Así pasó el tiempo y mis ejemplares de Chaenomeles no engordaban, daban  bastantes flores pero ya está, así que como necesitaba espacio estuve a punto de darles salida, pero llegado el momento me dieron pena y aprovechando que tenía una bandeja disponible pues los volví a juntar. Era un material y un resultado totalmente humilde y barato, pero sólo por el hecho de ver la floración ya merecía la pena. Estaba seguro que en algunos añitos, cuándo ramificaran un poco, incluso daría el pego. Así estaban en 2008 tras la separación.
 
Dos ejemplares de color rojo.
 
 Y dos ejemplares de color blanco.
 
Llegó 2010 y fue cuando volví a reunirlos, en estos dos años había sacado chupones que había dejado en la planta y parecen más ejemplares, aunque realmente fueron plantados los cuatro anteriores.
 
En enero de 2011 sólo florecieron los ejemplares de flor blanca.
 
En mayo de 2011 los ejemplares blancos seguían floreciendo, en cambio los rojos solo dieron una flor, esta que vemos en la foto, parece como si la flor blanca fuese dominante y estuviesen retrayendo la floración de los rojos.

A partir de 2018 las tornas cambiaron, desaparecieron todas las flores blancas y solo salían de color rojo. ¡Cosas más raras!

Desde 2010 no había sido trasplantado, más que nada por que me había convencido de que como bonsai no tenía ningún futuro salvo el disfrute de su floración que comienza a finales del invierno y se alarga hasta el verano, así que tras once años de abandono, lo que en principio fue una plantación ordenada se había convertido en un maremagnum de ramas.

Al final lo acabo de trasplantar y rompiendo la dinámica autoimpuesta de reducir número de macetas, he separado todo ese embrollo en dos embrollos más pequeños. No sé si me quedaré con ellos o les buscaré una salida o volveré a plantarlos todos juntos nuevamente, ni idea.

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