8 de marzo de 2023

GINKGO BILOBA

Otra de las pocas especies que poseo de plantas desesperantes (aquellas que no crecen ni a tiros, al menos en mis manos 😇😇), es el Ginkgo biloba. Como gran ventaja tiene que soporta muy bien el calor y los vientos fuertes y secos de mi tierra, no siendo "tiquismisquis" en cuánto a la calidad del agua. Resultando una especie más que resistente.
 
Se trata de un árbol muy antiguo, sus primeros fósiles se conocen desde el Jurásico (hace unos 200 millones de años) y fue descrito por Linneo en 1771. Es originario del sur de Japón y del este y sureste de China, se cultiva en todo el mundo por sus propiedades medicinales, sobre todo de sus hojas, y además como ornamental. Donde más se cultiva por su carácter medicinal es en Estados Unidos (Carolina del Sur), Europa (suroeste de Francia) y Corea. Es una especie dioica; es decir, los pies masculinos y femeninos están diferenciados; pero lo más llamativo sus hojas con forma de abanico. Es un árbol de hoja caduca.
 
Ginkgo biloba también es conocido como "árbol de los cuarenta escudos" o "nogal de Japón". En bonsai es muy utilizado destacando por su coloración otoñal amarillo dorado.
 
Este que véis es un ejemplar que no recuerdo cuándo compré, la primera foto que tengo de él corresponde a mayo de 2008. 

Se podan, dependiendo de la zona, desde mediados del invierno a principios de la primavera, siendo una especie que no se suele alambrar. Por motivos desconocidos, no todas las ramas (independientemente de su situación) crecen de forma uniforme por lo que interesa podar aquellas con mayor vigor al objeto de mantener la uniformidad en el crecimiento.

Lo habitual en esta especie es modelarla en estilo "Llama", aunque también resulta atractivo en estilo "Escoba". En 2009 y tras la poda de clareo, no respondió bien, dejando uno de los lados sin ramas al no brotar las yemas latentes de ese lado.
 
Para 2010 y plantado en akadama y volcánica, seguía sin mostrar ningún tipo de vigor por lo que fué trasplantado añadiendo a la mezcla un importante porcentaje de sustrato orgánico.

Algo que funcionó muy bien, lo que provocó que en la primavera de 2011 brotara con mucha fuerza y sacara nuevas ramas.

En el invierno de 2012 y con bastantes ramas, opté por lo fácil que es empezar a pensar en el modelado tradicional de esta especie.

Así fueron pasando los años, habiéndose estacando su crecimiento al ser plantado en una maceta de bonsai. En lo que no ha fallado nunca es en su espectacular otoñada, el verde veraniego va virando al amarillo verdoso para acabar con un amarillo intenso, realmente cautivador.

Para intentar estimular su crecimiento, en 2020 nuevamente fue plantado en una maceta de cultivo aunque la treta no funcionó, estaba de nuevo estancado en su crecimiento a pesar de haber sido abonado más que generosamente.

Así que para 2023 lo he plantado en una maceta grande de plástico, aumentando de forma considerable el volúmen de sustrato en general y de orgánico en particular. Así queda esperando la primavera en la que volverá a ser abonado de forma más que generosa.

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