Este proyecto comenzó en 2009.
Katsura es un cultivar perteneciente al Grupo Palmatum-verde. Esta
deliciosa variedad es bastante sorprendente en su crecimiento
primaveral, cuando las hojas son de un color amarillo anaranjado con
márgenes blancos que se difuminan en un naranja más brillante. Las hojas se vuelven de un verde claro a amarillo verdoso en los veranos. Los colores del otoño son amarillo brillante y naranja. Las hojas pequeñas tienen cinco lóbulos ovado-lanceolados, ahusados en una punta larga y bastantes separados. Los márgenes están poco dentados. El lóbulo central siempre es más largo. Plantado en el suelo este cultivar produce un árbol denso y erguido, de hasta 5 m de altura. Se adapta bien al cultivo como bonsái. Katsura significa peluca.
Estos son once años en la evolución de un Katsura, regalo de mi amigo Marc Gesalí, al que desde aquí mando un saludo.
Así era en 2009, el día de su llegada a casa. Tenía un poco de conicidad invertida por debajo del injerto.
Para 2012 la incipiente ramificación primaria ya iba formándose.
Para 2012 la incipiente ramificación primaria ya iba formándose.
En 2017 y con un buen pan de raíces recibe el único ordenado de las mismas que ha recibido, pequeños ajustes fijados con rafia.
En
2018 la ramificación primaria y secundaria de la mitad baja del tronco
ya está encarrilada. De la parte alta aún no me preocupa mucho porque no
sé cual será su altura definitiva.
Esa primavera hace su primera brotación espectacular. Ramas maduras es igual a hojas maduras.
Esta foto es de 2019 en verano, el ejemplar casi completamente virado al verde.
Para
2020, brotando ya con sus colores identificativos de la variedad. He
recortado las ramas de la parte central y se nota pero no quedaba más
remedio. La conicidad invertida ya está totalmente corregida. Tenía que
haberlo trasplantado esta temporada pero se me pasó, cagonlá. 😖😖😖😖
Y
así fue la evolución durante las cuatro estaciones de 2021, los nuevos
brotes centrales empiezan a corregir la "cintura de bailarina".
Llevo
un tiempo en el que observo que este ejemplar está algo estancado, el
caso es que con motivo del poco vigor que aparenta, perdió una rama
trasera alta que ha dejado esa cara un tanto desnuda y aunque no molesta
demasiado debería ir pensando en algún injerto. En esta foto de 2022
podemos apreciar lo que digo.
El
año 2023 pasó sin incidencias y el estado de vigor no ha empeorado,
incluso me parece verlo algo mejor, pero debería ir pensando en que el
próximo trasplante sea a una maceta de cultivo, lleva mucho tiempo en
bandejas de bonsai.
Llegó
2024 y tocaba trasplante, sea como fuere, olvidé que tenía que meterlo
en maceta de cultivo, así que tras el trasplante reglamentario, fue a
parar a otra bandeja. Las raíces también necesitan un buen repaso. Por
una de las zonas están muy retraídas mientras que en la opuesta, como
podemos ver en la foto, nacen dos con muchísima fuerza.
A finales de abril de 2024 procedo al autoinjerto por aproximación de una rama en la parte trasera. Además del encintado con la clásica cinta, aprieto bien con una sargenta pequeña, he comprobado que ayuda a eliminar esos feos abultamientos que provocan este tipo de injerto.
Ahora toca esperar a que pegue correctamente y problema trasero solucionado.
NOTA:
Cada vez estoy más convencido de la necesidad de llevar un cuaderno de
trabajo dónde vayamos anotando todas estas cosillas que son necesarias
hacer para el correcto mantenimiento y cultivo de nuestros ejemplares,
que luego llega la hora y si no lo tenemos anotado pues podríamos
pasarlos por alto como me acaba de pasar a mí. Suelo usar como cuaderno
de labores este propio blog pero me da pereza tener que repasar una
entrada completa cuando podría tener un resumen por el lugar de trabajo.
Lección aprendida.
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