19 de noviembre de 2019

IV EXPOSICIÓN DE BONSAIS "ADICTOS AL BONSAI" - CHIPIONA

Este fin de semana pasado se ha celebrado la IV Exposición de Bonsais, organizada por un grupo de amigos, llamado "Adictos al bonsai" en Chipiona. Solo agradecerles el trabajo y organización de una exposición que ya es un clásico en nuestra provincia.

Árboles increíbles y con una cuidada presentación, todos expuestos en mesas o lajas de madera, con sus correspondientes plantas de acento y con buen espacio entre ellos, y encima mucha gente. Todo un disfrute para los aficionados. Como novedad (al menos para mí) es que algunos ejemplares iban acompañados de un código QR, que una vez descargado al móvil te permitían ver la evolución del ejemplar hasta llegar a lo que se veía expuesto, gran idea.

Este es un resumen largo de lo que allí pudimos ver, no están ordenados de ninguna forma, había mucha gente y saqué fotos conforme pude. Los ejemplares que faltan es porque las fotos no salieron bien, tal vez los pasé por alto o simplemente olvidé tomarlas, ya digo que una sesión un tanto anárquica.

Tomillo de Domingo Ordóñez.

Álamo Blanco de Fernando Veas Morón.

 Mirto de Salvador Quirós.

 Olivo de Sergio Raposo.

 Ficus de Juan José Carbú.

 Junípero de la Asociación Menesteo.

Tamarix de Ana Ruiz Álvarez.

Acebuche de Manuel Ramírez García.

 Acebuche de Ángel Perea González.

 Ficus Retusa de Ángel Perea González.

 Zelcova de Ángel Perea González.


Ficus Retusa de Juan Rodríguez.

Mirto de Sergio Puerta.

Thuja de Juan Pedro Toledano.

 Encina de Juan Pedro Toledano.

 Ullastre de Juan Galvín.

Junípero de Paco Jiménez.

Ullastre de José Manuel Ginés Patiño.


Olmo de José Antonio Caballero Otero.

 Acebuche de..........

Junípero de Javier Montalbán.

Piracanta de Javier Montalbán.

Falso Pimentero de Alex Cortés Caro.

Mirto de Fernando Veas.

Manzano de Javier Hernández.

 Olmo de José Antonio Caballero Otero.

Ciprés de Fernando Veas Morón.

Ficus de Francisco Ramírez.

Higuera de Luis Real.

Ficus de Francisco Ramírez.

Pino Silvestre de José Manuel Ossorio.


Junípero Chinensis de José Manuel Ossorio.


Morera de Ana Ruíz Álvarez.

Pino Thumbergii de Luís Benítez.

Ullastre de Luís Benítez.

Acebuche de Miguel Ángel Carrasco Moreno.

 Olmo Parviflora de Alex Acosta.

Ullastre de Domingo Ordóñez.

Olmo de Joaquín Reyes.

Junípero de la Asociación El Pinsapo.

Acebuche de la Asociación El Pinsapo.

Mirto de la Asociación El Pinsapo.

Junípero Chinensis de la Asociación Menesteo.

Bounganvilla de Rosendo Martínez.

Piracanta de Sergio Raposo.

Acer palmatum Arakawa de Antonio Sánchez Martín.

Junípero Chinensis Sargentii de Antonio Sánchez Martín.

Zelcova de Fernando Veas Morón.

Ficus Retusa de Manolo Olmedo.

Acebuche de José María Campos.

Junípero de Salvador de los Reyes.

Junípero de Paco Jiménez.

Acebuche de..........

Acebuche de..........

Si alguno sabe ponerle nombre a los que no lo tienen, se agradecería la información.

4 de noviembre de 2019

PINZADOS EN ACER MONSPESSULANUM.

ABRIL DE 2018
Es lo bueno que tenemos los que empezamos proyectos desde cero, que tienes la oportunidad de ir evolucionando al mismo tiempo que tus árboles, a veces no sabemos que hacer y casi siempre estaremos en la duda de cual será el camino que nuestro bonsai nos marque, porque al fin y al cabo, todo se reduce a dejar que la planta nos vaya diciendo qué es lo que quiere. Pero lo que es evidente, es que desde el primer momento hay que ir promocionando la planta y haciéndole algunos trabajillos que poco a poco le ayuden a decidir qué quiere ser de mayor. Hay que darles alternativas.

Para el trabajo de hoy voy a utilizar un Acer monspessulanum (Arce de Montpellier), que después de varios años de aclimatación y recuperación, y tras llegar a casa en una situación pésima, empieza a verse con alegría y al que le realizaré una selección de yemas con intención de retrasar las brotaciónes y densificar el ejemplar.

A principios de esta primavera le realicé el injerto de aproximación que podemos ver la foto, existe demasiada distancia entre la primera rama y la segunda, así que tenía que solucionarlo y para esto, el injerto de aproximación es ideal.

Para la labor a realizar (selección de yemas) vamos a utilizar una tijeras y una pinzadora, aunque también podremos usar las manos.

En esta imagen vemos el caso típico, una yema central muy fuerte y dos laterales más pequeñas, iremos revisando rama por rama, eliminando los brotes fuertes o innecesarios, dejándo sólo dos que nos abrirá la rama en dos nuevas ramas, al mismo tiempo que facilitará a los brotes latentes traseros a su propia brotación.

El momento adecuado es cortar antes de que abran, así no desperdiciaremos la energía de la planta. La pinzadora nos vendrá genial para entrar cerca del nacimiento del brote central.

También podremos hacerlo con los dedos, al modo de como se quitan las acículas a los pinos, una vez tenemos presionado el brote a eliminar, lo hacemos girar entre el pulgar y el índice y el brote sale fácilmente.

Otra posibilidad que podemos encontramos es que una de las yemas laterales tenga mucha fuerza, mientras que la del otro extremo quedan mucho más débil, o como en este caso, encima sean varios los brotes que reparten lo que les llega. En estos casos lo mejor es eliminar completamente la yema fuerte, facilitando la llegada por igual a los otros brotes, de los qué sólo dejaremos los antagonistas, eliminando los centrales, y de paso conseguimos cambiar la dirección de la recta rama.

Si hacemos esta selección algo tarde puede que nos encontremos que la fuerte yema central ya está brotada, pues no pasa nada, la cortamos y dejamos dos yemas laterales, una a cada lado que serán la que bifurquen y darán continuidad a la rama.


Aquí tenemos casi toda la casuística posible con las yemas, algunas de ellas sólo nacen por pares y que salvo que alarguen demasiado la rama, no las tocaremos (1), otras ramillas con tres yemas o más, de las que dejaremos sólo las laterales (2), otra dónde una de las yemas está muy fuerte (marcada con el círculo azul) y que eliminaremos en favor de la débil (3) y en la parte baja, una rama con varias yemas contínuas, pero en una rama que nos interesa que crezca, así que las dejaremos todas, salvo la central, que será eliminada (4).

Es un trabajo algo laborioso, sobre todo si tenemos muchos ejemplares en los que hay que hacer estas labores, pero nos aseguran un buen desarrollo primaveral y poco a poco nos encontraremos con un montón de ramas bien estructuradas que nos permitirá una mayor diversidad en las posibilidades de modelado.

Otra posibilidad que nos podemos encontrar es que las yemas ya estén brotadas, da igual, procedemos de igual forma, cortaremos la central.

Al principio hablaba del aprovechamiento de todos los recursos que nos ofrezca la planta, en este caso había una rama que había que eliminar sí o sí, así que aprovecho y hago lo que llamo un injerto de oportunidad, no lo tenía en mente pero tengo la rama, así que ¿por qué no? no sé si terminará sirviendo para el diseño de la planta pero para cortarla siempre habrá tiempo, además al realizarlo por la parte trasera, las marcas quedarán ocultas, así que ya hemos aprovechado esa rama inútil y cubierto un espacio dónde hacía falta una rama que no nacía espontáneamente.

La rama más baja sólo la dejé para el engrosamiento del tachigiari, no obstante, la mantengo con dos alturas, el tramo principal es muy recto por lo que si algún día decido incorporarla al diseño podré elegir entre una de las dos, incluso usar la ramilla más baja para rehacerla completamente como tercera opción. Pensar en futuro siempre nos dará múltiples posibilidades.

De paso, también eliminamos esas otras ramillas que. como en este caso, nacen hacia el tronco y que nunca nos servirían.

Ni que decir tiene que desde el comienzo de las brotaciones tendremos que revisar diariamente todos nuestros ejemplares susceptibles de esta labor, sobre todo los palmatums que crecen como locos.

NOVIEMBRE DE 2019
Una de las características de esta especie es que en otoño y si el cultivo es correcto, podemos verlo tricolor. Por un lado las hojas verdes habituales que aún no han empezado a otoñar, luego en tonos amarillos del otoñado y para acabar y justo antes de su caída, un rojo sangre espectacular. Sin dudas, estos inicios de la otoñada son los más bonitos.
 
La rama injertada ha progresado adecuadamente pero esta especie requiere más precaución que otras más amigables por lo que no separaré la rama injertada hasta el verano que viene. A principios de la próxima primavera injertaré una segunda rama con lo que la estructura básica quedará completada. Desde el frente no se echa en falta ninguna rama más, pero si lo miramos desde atrás, la cosa cambia.

El hueco A será tapado por la rama ya en fase de injerto. Pero nos queda un segundo hueco que será tapado por un futuro injerto, espacio marcado en B.

Continuará.