Hoy vamos a aprovechar unas ramas que fueron convertidas en jines pero no estaban bien ubicadas. Esta labor es de las más fáciles del bonsai, aprovechar una rama seca mal colocada para llevarlas a una posición más propicia, así que ¿por qué no injertar una rama seca? Tenemos una ventaja de partida y es que nuestra rama no se morirá por lo que el injerto será 100% efectivo.
Aquí tenemos un junípero que tiene tres jines mal ubicados ¿los eliminamos directamente o intentamos reubicarlos?
De momento vamos a cortarlos y vemos la posibilidad de injertarlos.
Vemos la clara mejoría del tronco con la eliminación de las ramas.
Tras hacer unas pruebas vamos a recolocar el más grueso. Buscamos una broca del grosor aproximado de jin y teniendo en cuenta la orientación con que queremos situarlo pues hacemos un agujero con el taladro.
Y presentamos la rama a ver si nos gusta.
Si ese es el lugar que consideramos adecuado pues el siguiente paso sería fijarla, realmente si el agujero ha penetrado bien podríamos dejarlo así pero es mejor fijarla fuertemente, y pasa eso usaremos un pegamento epoxy bi-componenente. Hay que ponerle poca cantidad, no nos interesa que el pegamento rebose ya que taparía el futuro labio de cicatrización.
Y ya lo tenemos pegado.
Por encima de este primer nuevo jin vemos la posibilidad de colocar otro más fino, así que repetimos el procedimiento.
Con un par de minutos de trabajo podemos ver la mejora del tronco, ha paso de ser un batiburrillo de elementos a presentar una línea elegante, armónica y equilibrada.
Interesa aplicar pasta cicatrizante que facilitará la creación de un labio alrededor de la rama seca y el resultado será más natural.
Aunque probablemente sería innecesario ya que la posibilidad de darle continuidad al jin con un nuevo shari son muy altas.
Pero de momento, así se queda, la mejora es notable.
Pero de momento, así se queda, la mejora es notable.