13 de enero de 2019

EVOLUCIÓN DEL ACEBUCHE "EL ESTIRAO".

Este acebuche fue recolectado a principios de 2008 y a los diez meses ya había brotado con fuerza. Era un palo largo y cilíndrico del que poco se podía esperar, vamos, uno de esos ejemplares perdidos que a mi me gustan.
En 2009 fue dejado crecer libremente, limitándome a acortar los brotes excesivamente largos y trabajé los dos tocones intentando conseguir unas cabezas de delfines, que no todo van a ser dragones, digo yo. Parecía un chupa chups.

En 2010 y tras la eliminación de muchas ramas inservibles, quedó más feo que nunca.

Y así estuvo hasta 2011. Aunque la parte alta había ramificado bien, existía un gran tramo sin ninguna rama, cosa imprescindible para tapar ese cilindro si quería mantener la altura. Así estaba en abril de dicho año tras una defoliación.

Hasta dicho año estuve esperando algún brote que pudiese servir para cubrir esa porción de tronco tan larga y desprovista de ramas, pero fue una espera infructuosa, así que aproveché un brote bajo con el que efectuaría un primer injerto. El brote en cuestión fue llevado hasta la zona dónde sería injertado así que desde ese momento ya podría ir viendo como quedaría.

Para que resultase más fácil el trabajo, fui acercando el brote hasta el lugar dónde sería injertado, de forma que llegado el momento ya lo tuviese en su lugar.

El principal problema de los injertos es el feo abultamiento que suele quedar en la zona de unión y lo que voy a tratar de conseguir es injertar una rama con una zona de unión lo más suave posible. En un principio tendría poca importancia porque queda en la parte trasera del tronco, pero bueno, mejor si no se nota. Ya pasado el mini parón veraniero llegó el momento.
Para eso efectúo un canal en el tronco del diámetro de la rama a injertar. Ato fuertemente con rafia, sello con pasta y vuelvo a enrafiar encima.

Una vez vuelto a enrafiar, comprimo con una sargenta, antes de que se seque la pasta. Esta presión extra facilitará la unión y de paso, evitará en parte que se produzca un excesivo engrosamiento de la zona de unión.

Podría haber injertado la parte de la curva para que también quedase oculta, pero la rama que me interesa y con la que reharé, es la marcada.

En 2012 y tras la defoliación de la rama injertada, fue cortada la unión. Quería dejar la rama en latencia de forma que cuándo empezase a brotar en primavera, el brote tirase ya del tronco principal. La idea funcionó a las mil maravillas.

Y nuevamente pasaron varios años en los que estuvo recuperando fuerzas en una maceta de cultivo, hasta que a principios de 2018 lo puse en una maceta bastante más plana.

El principal problema que tiene es que la rama que marco con la flecha está muy alta y está justo a la misma altura que la que tiene enfrente y que por diseño, no puedo eliminar, quedando un gran hueco vacío y que marco con el círculo verde.

Con un corta pega hago una prueba moviendo esa rama y queda mucho mejor, ya tengo preparado un brote que será el que utilizaré para el nuevo injerto. Cuándo esté injertada ya podré aligerar la parte alta y ordenar las ramas como Dios manda. Piano piano se va lontano.

 Bueno, y para terminar, la habitual comparativa.

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