23 de abril de 2024

ACER PALMATUM KASHIMA DESDE CERO

Este proyecto se inicia a principios de 2021.
 
Kashima pertenece al grupo de los Dwarf-verdes. Dwarf es el grupo que aglutina a todas las variedades enanas. De diminutas hojas de un verde intenso están moderadamente divididas en lóbulos rojo brillante, con un lóbulo central prominente. Cada lóbulo es alargado-ovado y termina en una punta afilada. Los márgenes están dentados. Los tallos de las hojas son muy delgados. Las hojas de primavera son de un color amarillo verdoso muy claro, con los márgenes de un color ladrillo u óxido. El color del otoño es amarillo. Esta planta es resistente y muy arbustiva, por lo general mide menos de 1 metro de altura, pero puede alcanzar hasta 2 metros de altura y anchura. Es ideal para jardines de rocas y se adapta bien al modelado y la poda. Esta forma enana se usa ampliamente para bonsai. Lleva el nombre de un conocido santuario japonés aunque también existe una ciudad con el mismo nombre.
 
Este proyecto comienza con dos ejemplares. Así estaban en marzo de 2021 recién llegados a casa y trasplantados. Kashima es probablemente de los palmatums más elegantes y bonitos que podamos tener, lo compacto de su brotación permite que se puedan formar básicamente con la poda, siendo el estilo "Sombrilla" el más utilizado en su presentación.

Debido a la densidad de yemas es posible modelar esta especie exclusivamente a través de podas y selección de yemas, estando desaconsejado el alambrado salvo en situaciones muy concretas. Así estaban a mediados de julio de 2021.
 
Para empezar con los injertos siempre espero que el tronco esté lo suficientemente grueso, los realizo con el sistema del taladro que deja menos evidencias del injerto, pero aquí me pudo la impaciencia y en uno de los ejemplares quise probar con un  autoinjerto de aproximación ya que el grosor del tronco erá mínimo. En vez de hacerlo con el sistema tradicional de unir con rafia o cinta utilicé directamente una sargenta pequeña sin más aditivos. Todo funcionó a las mil maravillas.
 
Tras dos años de cultivo (estamos a finales de mayo de 2023), la ramificación no es que se haya disparado pero tampoco es mala, lo que sí se aprecia es que los troncos han crecido notablemente.

De uno en uno tal vez se aprecie mejor.


Con hojas aún se podían mirar pero sin hojas solo me daban ganas de llorar. Tengo que recordar que no debo empezar proyectos con ejemplares tan diminutos y pésimos. Así acabaron 2022.
 
En la primavera de 2023 no habían progresado mucho, por contra, el grosor de uno de los troncos había mejorado notablemente.
 
En esta última temporada parece que se han animado, han engordado bien y uno de ellos está sacando nuevas ramas. Así están a finales de marzo de 2024.

Estamos en abril de 2024 y el ejemplar número 2 ha sido acodado por el sistema tradicional del corte de anillo y corona. Un paso más en su camino como futuro bonsai.

Si el acodo prospera conseguiré bajar la altura del ejemplar y sobre todo eliminar la porción de patrón visible y que era totalmente diferente a la variedad acodada y que ya resultaba demasiado evidente y fea. ¿Camino de otro escoba?

Kashima 1 también ha entrado en fase de acodo.

Era evidente que aunque la línea de injerto no era mala, el tronco era demasiado largo y habría que injertar unas ramas que también tardarían lo suyo en engordar lo necesario para convertirse en las dos primeras ramas. Luego estaban las raíces no demasiado óptimas, así que ¿para qué demorarnos más? También llevaba año y medio de fortalecimiento, así que acodo al canto. Si todo va según lo previsto, para septiembre ya tendré las dos ramas principales con grosores correctos y unas raíces preparadas para empezar a "nebarizar".
 
El máximo encanto de Kashima lo encontramos en las otoñadas. Cuando el ejemplar madura su brotación es verde y ribeteados color rojizo, pero así tan jóvenes sólo son verdes y no ofrece mayor interés. Este otoño espero verlo otoñar por primera vez.

CONTINUARÁ

2 comentarios:

Javier, Pamplona dijo...


Hola Kai,

¿el acodo de este y otros arces parecidos, cuando los realizas y cuando los sueles separar? ¿en verano,otoño o esperas al siguiente año?

Gracias.

Kai dijo...

Hola Javier, todos los que van con corona los realizo en abril y los separo a partir de mediados de septiembre del mismo año. Si los dejas más tiempo ya se mete el invierno y no sería conveniente la separación y para la primavera siguiente ya tendrías demasiadas raíces e incomoda la separación, es mejor hacerlo en septiembre, ya deberían tener raíces suficientes y si tiene pocas pues después de la separación, defoliado completo salvo una hoja de tirasabias, en mi tierra tienen por delante aún tres meses de buen tiempo por lo que les da tiempo a establecerse perfectamente. Saludos.