Es
un procedimiento que me permitió conseguir un árbol con un tronco el
doble de grueso, ¡EN CINCO MINUTOS!, bueno, tal vez, diez.
OCTUBRE 2019. Para ello necesitamos, un par de ejemplares de una especie en la que sea
posible esta técnica, en nuestro caso, un par de ficus retusa con algunos años de cultivo y feos de narices.
Tras
lavar bien las raíces y recortarlas hago algunas pruebas buscando un
"casamiento" con la máxima zona posible de contacto y cuyo resultado
permitiese a posteriori un modelado agradable.
Una vez decidido el mejor ángulo para el acople, Y aquí es donde viene la técnica milenaria del taladro y el tornillo.
Tras eliminar las raíces que estoban y con una broca algo menor al diámetro del tornillo hago unos agujeros
pasantes y fijo ambos troncos con dos tornillos inoxidables con rosca de
madera.
Para dar más rapidez al pegado y cerrado del hueco central, introduzco
un par de esquejes pequeños entre ambos troncos, uno por cada lado, apretándolo todo lo posible.
Esta especie es de crecimiento rápido por lo es previsible que para el
verano próximo, el tronco del esqueje haya crecido lo suficiente para
haber tapado la parte baja, una vez pegado a los dos troncos, será
eliminada su parte verde.
Planto de forma habitual usando akadama gruesa, lo cual favorecerá el
crecimiento de las raíces y por ende, el de la planta en general.
OCTUBRE 2020.
Ha pasado un año, ya estamos en octubre de 2020 y nuestro ficus
necesita una nueva "vuelta de tuerca". Ha crecido bien y los troncos han
engordado mucho en comparación con el crecimiento de la zona verde, o
sea, esto va viento en popa, no se puede pedir más. Pero
tiene un problema importante, este que vemos en la primera foto en principio sería el
frente pero.....la zona del nebari es muy mala, se desaprovecha su mejor
ángulo. Si medimos, vemos que tiene 12 centímetros de diámetro, pero
si giramos el ejemplar
unos 40º podemos ver como el nebari se ve más ancho y sin dudas, es como
debería presentarse, así que nos tenemos que plantear empezar a
remodelar las ramas para conseguir que el frente del bonsai sea el
adecuado. Con este ángulo, además de conseguir más conocidad, tendríamos
un nebari de 15 centímetros de diámetro, el gran problema es que esa
rama derecha es muy gruesa y no se puede doblar, pero algo tenemos que
hacer para ir corrigiendo el problema. Este debe ser el ángulo de
presentación, independientemente de que el frente sea éste o la parte
trasera, pero hay que aprovechar esta conicidad.
También
podemos ver como el agujero provocado para introducir uno de los
tornillos de acople, está semicerrado, el fuerte crecimiento del tronco
ha conseguido que en apenas un año la herida esté cerrada al 50%.
También vemos como la otra herida más a la derecha, procedente del corte
de una rama gruesa, también cierra adecuadamente.
Y
como se dice en peluquería: corte de puntas, lavar y marcar, pues eso,
nuevos alambres y recorte de puntas y alguna ramita sobrante. Tras
eliminar muchas ramas inservibles y volver a alambrar, he conseguido
modificar parcialmente el frente, ahora el nebari consigue su máximo
diámetro y la primera rama de la derecha (contrapeso) empieza a cubrir
el espacio que debe.
Y casi sin enterarme, llega OCTUBRE DE 2021,
toca darle un repasito. Lo primero que veo es que los troncos
principales ya se están comiendo a los esquejes de relleno, el de la
izquierda ya está prácticamente oculto, el de la derecha y que se
mantuvo más tiempo al sol va más retrasado aunque ya se observa el labio
que empieza a cubrirlo. Los tornillos han desaparecido.
Hay
menos ramas y mejor colocadas y ya existe una clara diferencia de
altura entre la rama principal (izquierda) y la de contrapeso (derecha).
Por la parte trasera también se mantienen las diferencias.
Para junio del año que viene tocará una selección seria de ramas, acortando las que queden y defoliado total, aunque si quiero controlar el crecimiento y tamaño de las hojas debo ir pensando en una maceta más pequeña, pero eso incidiría negativamente para el brotado de la ramificación secundaria. Tengo que pensarlo.
Para junio del año que viene tocará una selección seria de ramas, acortando las que queden y defoliado total, aunque si quiero controlar el crecimiento y tamaño de las hojas debo ir pensando en una maceta más pequeña, pero eso incidiría negativamente para el brotado de la ramificación secundaria. Tengo que pensarlo.
Junio de 2023.- Tras
un año de crecimiento libre las ramas empiezan a estar por dónde deben y
el pegado de los troncos ya está consolidado, un recorte y
semidefoliado lo dejan preparado para una nueva temporada. Ese ángulo
tan recto que ha formado la rama en semicascada me chirría un poco, si
no consigo ocultarla con hojas tendré que pensar en como abrirla un
poco.
Agosto de 2023.-
Creció mucho y después de un recorte de brotes largos así queda. Ahora
llega lo más difícil para mí, decidir qué pocas ramas se quedan y qué
muchas ramas elimino, tengo tiempo para pensarlo pero cuánto más lo
piense, más dudas tendré, sé que hay que hacerlo pero.............
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