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2 de febrero de 2022

KINTSUGI PRÁCTICO Y FÁCIL

¿A quién no se le ha partido una maceta de bonsai en alguna ocasión? Siempre es posible pegarla con cualquier tipo de pegamento y a correr, pero si de verdad queremos hacer un trabajo más aparente y que de paso otorgue un toque especial a nuestra maceta deberemos recurrir a la milenaria técnica del Kintsugi.

Kintsugi es un arte japonés que consiste en reparar cerámica utilizando oro. La técnica original se basa en el uso de polvo de oro y una laca llamada Urushi, pero además de caro es un trabajo muy técnico y difícil de realizar, aunque sus resultados son espectaculares. 

Yo no aspiro (de momento) a tanto, ni siquiera puede que me interese el trasfondo filosófico que tiene el Kintsugi por eso os propongo un método fácil, rápido y muy aparente para reparar nuestras macetas rotas.

Esta manera de reparación tiene dos estilos básicos:
 
1.- Consiste en una reparación con oro a ras de la maceta, nuestra maceta quedará marcada con una fina línea dorada cuyo grosor dependerá del ancho de la fractura, a veces cuando son limpias será casi imperceptible. Es muy elegante.
 
2.- Es el conocido como "kintsugi con textura", que es el que os voy a mostrar hoy y personalmente más me gusta.

Materiales que necesitaremos:

1.- Un bote de polvo de oro.
2.- Pegamento bicomponente de secado rápido (5 min).
3.- Cazoletas desechables para hacer las mezclas.
4.- Palos de madera para mezclar y aplicar.
5.- Un cúter o bisturí desechable.
6.- Pincel de punta fina.
7.- Alcohol.
9.- Bastoncillos para los oídos.

Y por supuesto, el elemento fundamental: Una maceta rota.

Previamente al trabajo, la maceta deberá ser limpiada profundamente, eliminando todas aquellas incrustaciones y restos de sales que puedan tener adheridos y estar bien seca. Introducirlas durante unos minutos en salfumán es una solución rápida y fácil.

Con la maceta bien limpia y seca, procederemos a ir casando cada trozo y marcándolas con el orden en que serán pegadas, es importante seguir un orden ya que a veces, algunas piezas deben ser pegadas antes que otras y si lo alteramos podemos encontrarnos con el problema de que sea imposible colocar una de ellas.

Con un bastoncillo de oídos impregnado en alcohol repasaremos todas las zonas externas que quedarán cubiertas por el cordón dorado, cuidando de que no queden pelillos de algodón enganchados en los lugares de pegado.

Una vez tenemos claro el orden pues empezaremos a pegar, preparamos un poco de pegamento bicomponente en el cacito y mezclamos hasta obtener una pasta de color uniforme, entonces añadimos un poco de polvo dorado.
 
Y volvemos a mezclar hasta conseguir nuevamente, una mezcla homogénea.
 
Iremos aplicando en una de las zonas a pegar procurando no manchar demasiado la cerámica. Se trata de poner un cordón a toda la zona del primer trozo que vamos a pegar, si el cordón es demasiado grueso el epoxy dorado que rebosará será demasiado grande y parecerá un poco basto, si por contra es demasiado fino pues puede que no cubra suficientemente y la textura formada sea demasiado fina incluso inexistente.
 
Desde ya y también muy importante, es tener en cuenta no tocar con los dedos la zona de pegamento fresco, ya que además de manchar todo lo que toquemos, se perderá la fineza de la textura exterior.

Ahora nos tocará unir ambas partes intentando que casen perfectamente sin darles mucho movimiento y mantendremos la presión durante al menos cinco minutos, tiempo que según el fabricante es lo que tarda el bicomponente en pegar. Insisto, hay que evitar tocar con los dedos las zonas con pegamento.

Si queremos que las zonas de unión queden más brillantes, y tras dejar secar esos cinco minutos, impregnaremos la brocha seca en el polvo de oro, aplicando con cuidado sobre el cordón exterior que aunque bastante seco, aún estará pegajoso.


Es conveniente dejar un tiempo prudencial entre cada pegado de forma que una vez aplicado el oro con la brocha, dé tiempo a su perfecta adhesión, con unos 15 minutos llega. Pasado este tiempo ya podremos hacer una limpieza en bruto del polvo de oro excedente que ha manchado la zona.

 
Tras un generoso descanso, limpié "en bruto" las zonas en las que apliqué el polvo dorado en seco, eliminando los restos excedentes. Utilicé una servilleta de papel aunque lo más correcto hubiese sido hacerlo con un trapito que no desprenda partículas.

Este procedimiento debemos repetirlo con todas las partes rotas de la maceta creando trozos más grandes, de esta forma podremos seguir pegando zonas nuevas mientras que las ya pegadas terminan de secar. En mi caso, conseguí crear tres fragmentos diferentes que quedaron en reposo para un perfecto pegado. Aprovechando una vez secos, para dar una limpieza previa eliminando con el cúter aquellas hebras de pegamento que quedaron pegadas involuntariamente.

Para el ensamble final repetí los pasos, pegado entre sí de los fragmentos, aplicación de polvo de oro con la brocha, eliminación del polvo excedente con la servilleta y últimos retoques con el cúter y limpiado final con alcohol.
 
Si os habéis fijado, habréis visto que en una de las esquinas le falta el labio superior, en un próximo trabajo intentaremos rellenar esa zona con un yeso especial y será pintada con oro, dando por finalizado el arreglo de esta maceta, por supuesto, será motivo de un nuevo video y entrada al blog.

Y este fue el resultado final.




En mi canal de Youtube tenéis un video de todo el proceso.

17 de diciembre de 2021

PROYECTO FICUS RETUSA SEMICASCADA CON PEGADO DE TRONCOS.

Es un procedimiento que me permitió conseguir un árbol con un tronco el doble de grueso, ¡EN CINCO MINUTOS!, bueno, tal vez, diez.
 
OCTUBRE 2019. Para ello necesitamos, un par de ejemplares de una especie en la que sea posible esta técnica, en nuestro caso, un par de ficus retusa con algunos años de cultivo y feos de narices.

Tras lavar bien las raíces y recortarlas hago algunas pruebas buscando un "casamiento" con la máxima zona posible de contacto y cuyo resultado permitiese a posteriori un modelado agradable.

Y aquí es donde viene la técnica milenaria del taladro y el tornillo. Tras eliminar las raíces que estoban y con una broca algo menor al diámetro del tornillo hago unos agujeros pasantes y fijo ambos troncos con dos tornillos inoxidables con rosca de madera. 

Para dar más rapidez al pegado y cerrado del hueco central, introduzco un par de esquejes pequeños entre ambos troncos, uno por cada lado, apretándolo todo lo posible. Esta especie es de crecimiento rápido por lo es previsible que para el verano próximo, el tronco del esqueje haya crecido lo suficiente para haber tapado la parte baja, una vez pegado a los dos troncos, será eliminada su parte verde. 
 
 Planto de forma habitual usando akadama gruesa, lo cual favorecerá el crecimiento de las raíces y por ende, el de la planta en general.

OCTUBRE 2020. Ha pasado un año, ya estamos en octubre de 2020 y nuestro ficus necesita una nueva "vuelta de tuerca". Ha crecido bien y los troncos han engordado mucho en comparación con el crecimiento de la zona verde, o sea, esto va viento en popa, no se puede pedir más. Pero tiene un problema importante, este que vemos en la primera foto en principio sería el frente pero.....la zona del nebari es muy mala, se desaprovecha su mejor ángulo. Si medimos, vemos que tiene 12 centímetros de diámetro, pero si giramos el ejemplar unos 40º podemos ver como el nebari se ve más ancho y sin dudas, es como debería presentarse, así que nos tenemos que plantear empezar a remodelar las ramas para conseguir que el frente del bonsai sea el adecuado. Con este ángulo, además de conseguir más conocidad, tendríamos un nebari de 15 centímetros de diámetro, el gran problema es que esa rama derecha es muy gruesa y no se puede doblar, pero algo tenemos que hacer para ir corrigiendo el problema. Este debe ser el ángulo de presentación, independientemente de que el frente sea éste o la parte trasera, pero hay que aprovechar esta conicidad.

También podemos ver como el agujero provocado para introducir uno de los tornillos de acople, está semicerrado, el fuerte crecimiento del tronco ha conseguido que en apenas un año la herida esté cerrada al 50%. También vemos como la otra herida más a la derecha, procedente del corte de una rama gruesa, también cierra adecuadamente.
 
Y como se dice en peluquería: corte de puntas, lavar y marcar, pues eso, nuevos alambres y recorte de puntas y alguna ramita sobrante. Tras eliminar muchas ramas inservibles y volver a alambrar, he conseguido modificar parcialmente el frente, ahora el nebari consigue su máximo diámetro y la primera rama de la derecha (contrapeso) empieza a cubrir el espacio que debe.

Y casi sin enterarme, llega OCTUBRE DE 2021, toca darle un repasito. Lo primero que veo es que los troncos principales ya se están comiendo a los esquejes de relleno, el de la izquierda ya está prácticamente oculto, el de la derecha y que se mantuvo más tiempo al sol va más retrasado aunque ya se observa el labio que empieza a cubrirlo.
 
 Los tornillos han desaparecido.
 
Hay menos ramas y mejor colocadas y ya existe una clara diferencia de altura entre la rama principal (izquierda) y la de contrapeso (derecha). Por la parte trasera también se mantienen las diferencias.

Para junio del año que viene tocará una selección seria de ramas, acortando las que queden y defoliado total, aunque si quiero controlar el crecimiento y tamaño de las hojas debo ir pensando en una maceta más pequeña, pero eso incidiría negativamente para el brotado de la ramificación secundaria. Tengo que pensarlo.
 
Junio de 2023.- Tras un año de crecimiento libre las ramas empiezan a estar por dónde deben y el pegado de los troncos ya está consolidado, un recorte y semidefoliado lo dejan preparado para una nueva temporada.Ese ángulo tan recto que ha formado la rama en semicascada me chirría un poco, si no consigo ocultarla con hojas tendré que pensar en como abrirla un poco.

Agosto de 2023.- Creció mucho y después de un recorte de brotes largos así queda. Ahora llega lo más difícil para mí, decidir qué pocas ramas se quedan y qué muchas ramas elimino, tengo tiempo para pensarlo pero cuánto más lo piense, más dudas tendré, sé que hay que hacerlo pero.............


4 de diciembre de 2021

PENJING DE OLMOS CHINOS (ULMUS PARVIFOLIA).

En una reestructuración de estanterías que hice por 2016 me sobraban plantas y decidí hacer un bosque con pequeños olmos procedentes de los que venden en grandes superficies y que me estaban ocupando un necesitado espacio.

Ingredientes: unas piedras de un baldío cerca de casa, una maceta vieja y descascarillada y algo de musgo, también del baldío. 






  Esta ha sido su evolución durante estos años.



Tras cinco años ya pedía un trasplante, así que manos a la obra. He cambiado la ubicación del ejemplar más cercano y no sé si habrá sido buena idea, ha perdido todo el orden que tenía en la ramificación y es un auténtico barullo. Como planta de acompañamiento he utilizado la Saxífraga stolonifera. Aquí os dejo como quedó, frente y cenital.

Saxífraga stolonicera es una planta perenne muy conocida como planta ornamental por sus atractivas flores blancas con pétalos pintados y ovario de color amarillo brillante. Como curiosidad señalar que es usada como alimento en la cocina japonesa y como hierba medicinal, pues contiene quercetina que in vitro ha demostrado propiedades anticancerígenas.

14 de abril de 2021

ACER PALMATUM DESDE CERO.- MI SISTEMA DE CULTIVO.

Algunos me habéis preguntado dónde compro los ejemplares que enseño, que ellos no los ven en las tiendas y si ven algunos, son muy caros. Estos ejemplares que pongo, me costaron entre 17 y 21 euros el más caro.
 
No existe ningún secreto, sólo hace falta tiempo, es cuestión de paciencia, y un poco de buen cultivo también ayuda. Según los libros, el Acer palmatum requiere de climas frescos y agua de buena calidad, aunque no llegan a la calificación de plantas acidófilas, si que agradecen sobremanera un agua exenta en lo posible de sales y en mi tierra, aunque existe cierta humedad ambiental, se vuelve un desierto en verano problema acrecentado por la existencia de un viento del este, que aquí llamamos Levante, que lo reseca todo, y en relación al agua pues qué comentar, un agua dura aunque no en exceso pero tampoco adecuada para el correcto cultivo del palmatum.
 
Con estos condicionantes son con los que yo tengo que lidiar, máxime cuándo por razones morales me niego a montar un equipo de ósmosis y tirar hasta 10 litros de agua (cuándo los filtros no están en perfectas condiciones) que digan lo que digan, es hasta lo que se desperdicia por cada litro de agua osmotizada.

En esta entrada voy a ir paso a paso con mi sistema de cultivo, que será peor que otros y probablemente poco "académico" pero es un sistema que me funciona, será una entrada tipo "Suma y sigue", cada avance y trabajo será motivo de una nueva, en dónde rescataré lo ya publicado, por lo que por cada entrada nueva, borraré la anterior y tendremos toda la información suministrada en una sóla.

Partiremos desde el punto cero, o sea, desde el momento que compramos el plantón. Hasta ahora sólo he trabajado con variedades resistentes y para mí, también será nuevo todo lo que acontezca en el periodo de cultivo, ya que las variedades elegidas son de las que podemos considerar "no tan resistentes como otras", por eso, y para asegurar la continuidad del proceso, serán tres las variedades elegidas para este trabajo desde cero.
 
Este es el flujo de acciones que realizo cuando compro un ejemplar de Acer palmatum en vivero. Creo ayudará a tener una visión de conjunto de esos 2-3 primeros años de cultivo que nos permitirán llevar a nuestro ejemplar al punto óptimo para empezar su trabajo real en busca de nuestro bonsai. Señalar que siempre compro ejemplares en invierno ya que me permite empezar a realizarle labores desde el instante que llega a casa. Este flujo está basado en el axioma de formación de cualquier bonsai, sea palmatum o de cualquier otra especie y se basa en la regla de: RAIZ - TRONCO - RAMAS. Lo primero que debemos procurarmos es un sistema de raíces radiales y bien formadas, luego seguiremos con el tronco, dejando las ramas para trabajarlas y formalas en último lugar.

Los palmatums elegidos fueron comprados en diciembre de 2017 y estas primeras fotos corresponden a abril de 2018.
 
CORALLINUM:  Pertenece al grupo Palmatum-Verdes. El follaje primaveral es de color rosa coral profundo distintivo y sorprendente en este cultivar. En verano se vuelve verde, algunas hojas pueden estar salpicadas con motas diminutas de tonos claros. La segunda brotación la hace en color escarlata. Las pequeñas hojas  están divididas en cinco a siete lóbulos, ahusados y ligeramente dentados. Los delgados tallos de las hojas son de color rojizo. De crecimiento lento, este cultivar produce una planta densa y compacta.
 
SEIRYU:  Pertenece al grupo Dissectum-Verdes, siendo uno de los pocos dissectums verticales. Con atractivas hojas de color verde brillante tiene una ligera punta con tonos rojizos en la primavera, que cambia a un verde claro en el verano. Con el calor del sol, los tonos rojizos pueden reaparecer en los bordes. Los colores del otoño son espectaculares, van desde el dorado fuerte hasta el amarillo claro con un toque carmesí. Las hojas de siete lóbulos son un poco más pequeñas y no están tan finamente cortadas como en la mayoría de los dissectuns. La corteza es de un marrón verdoso oscuro. El crecimiento vertical es bastante fuerte con brotes rígidos. Seiryu significa: Dragón azul verdoso.
 
SEIGEN:  Pertenece al grupo Dwarf-Verdes. Dwarf significa enano. Las nuevas hojas de un color rojo fuego y amarillo anaranjado, duran varias semanas. Se vuelven verdes para el verano y se tornan de amarillo a caqui en el otoño. Este cultivar es uno de los primeros en brotar y, por lo tanto, es susceptible a los vientos fríos y las heladas primaverales. Las pequeñas hojas de cinco lóbulos parecen delicadas, se mantienen juntas y se dividen hasta la mitad de la base. Los bordes están ligeramente dentados. Es uno de los favoritos entre los cultivares enanos de colores primaverales y muy popular para el bonsái en Japón. Seigen significa: color oscuro claro.
  
MI PROCEDIMIENTO DE TRABAJO:
Es bonito recibir ejemplares ya brotados pero yo siempre compro en invierno. Generalmente los viveros de reconocido prestigio están en centroeuropa, y los ejemplares llegarán a nuestras manos, totalmente aletargados, pero se encontrarán en un nuevo clima que tranquilamente puede estar diez o quince grados por encima y se estimularán para empezar la brotación. Conforme llegue a nuestras manos podremos transplantar, cortar raíces y ramas, sin ningún tipo de problemas, cuándo la planta empiece a reaccionar, tendremos todo el trabajo hecho y los dedos cruzados para que los resista.
 
TIP: Por experiencia sé que si una planta recién llegada soporta el trabajo más drástico, los soportará todos a partir de ahí. Intentar ser prudente y dedicarnos a que sobreviva sin hacer lo que tenemos que hacer, sólo demorará el desenlace y nos hará perder tiempo.
 
LO PRIMERO que debemos hacer:
 
1.- Caso de que sea una planta injertada, es evaluar la calidad del injerto. Si el injerto es malo o poco discreto tendremos que acodar para conseguir llevar la línea del injerto lo más cerca posible del nivel de plantado, así que directamente y tras la eliminación del sustrato viejo, lavado de raíces y elinimación de aquellas ramas que sepamos a ciencia cierta serán inservibles, plantarlo en una maceta de cultivo con el sustrato adecuado.
 
Hay que valorar la posibilidad de que en un futuro próximo tengamos que acodar para conseguir que una línea de injerto "perruna" o demasiado alta, quede oculta, o para obtener un sistema de raíces radial, por eso y en principio, la altura del ejemplar no debe preocuparnos demasiado y si vemos que el acodo será imprescindible, pues tenerlo en cuenta nunca está de más.
 
2.- Caso de ser una planta no injertada pues debemos evaluar el estado de las raíces, si nacen adecuadamente, o sea, paralelas al tronco, pues eliminar la pivotante y todas aquellas que crezcan hacia abajo o atravesadas. Si vemos raíces en garra o lo suficientemente gruesas que impidan conseguir llevarlas a la horizontalidad, pues es necesario acodar, así que actuaremos como en el primer caso, no cortar nada y a maceta de cultivo. 

Este primer paso nos llevará tres años, caso de ejemplar acodado: el primero será de cultivo, en el segundo haremos el acodo, y el tercero y una vez separado el acodo, pues nuevamente cultivo para establecer las raíces.
 
3.- Caso de ejemplar que no necesita acodo, nos llevará dos años, tras el corte radical de raíces innecesarias, gruesas o que crezcan de forma indebida sin posibilidad de ser modificadas y poda de ramas claramente innecesarias o excesivamente gruesas. Dos años de cultivo en contenedor grande, caja de madera o porexpan.

Pasado este tiempo empezará la andadura en la formación del bonsai.

4.- Al mismo tiempo y recién comprado debemos evaluar el movimiento del tronco, buscar el posible frente, tras lo cual haremos la eliminación todas las ramas gruesas que con seguridad no vayan a formar parte de su diseño, al menos en estos primeros momentos.

Elegir un posible frente, tal vez sea lo más fácil, el movimiento del tronco te lo indicará, necesitamos que nuestro frente elegido tenga algo de movimiento, da igual a derecha o izquierda, pero debemos buscarlo. La ventaja es que eligiendo bien el posible frente, siempre tendremos una espalda que también tendrá movimiento, a veces nos llevaremos sorpresas al ver que lo que consideramos espalda, es un frente perfecto. El palmatum ramifica muy bien de las heridas y tiene facilidad de injerto, pero un tronco con movimiento incorrecto, jamás podrá ser rectificado sin perder todo el trabajo realizado al tener que comenzar de cero si queremos cambiarlo. ES IMPORTANTE, recién comprado el plantón, meditar tranquilamente sobre el frente ya que nos evitará pérdidas de tiempo caso de tener que cambiar el diseño.
 
RESUMIENDO: 1.- Evaluar la necesidad o conveniencia de acodar. Acodo sí = no tocar raíces. Acodo no= cortar raíces innecesarias.
                            2.- Buscar el posible frente.                            
                            3.- Eliminar ramas innecesarias en relación al frente decidido.
                            4.- Trasplante a maceta de cultivo. 

LABORES BÁSICAS EN EL CORALLIMUN.
El ejemplar de Corallinum es un claro candidato al acodo. Línea de injerto muy alta, el tramo del patrón también es demasiado largo y encima tiene raíces en garra.

1.- Eliminar todas las ramas gruesas y finas mal situadas, dejando sólo las finas que nazcan de forma aceptable, según el frente escogido.
2.- No tocar las raíces, vamos a acodarlo.
3.- Lavado de raíces y plantado en maceta de cultivo durante una temporada para que pille fuerza, en la primavera siguente lo acodaremos. Si vemos que el ejemplar está fuerte podríamos plantearnos hacer un acodo tardío a finales de la primera primavera.

Con esto ya tenemos iniciado nuestro proyecto. En este estado y después de realizado lo anterior, están realizadas las fotos iniciales.

LABORES BÁSICAS EN SEIRYU Y SEIGEN:
1.- Eliminación de la raíz pivotante y aquellas raíces gruesas y no gruesas que no crezcan o puedan ser reconducidas a la horizontal.
2.- Buscar el posible frente y eliminación consecuente de las ramas que no sirvan para el diseño básico.
3,. Lavado de raíces y plantado en maceta de cultivo.

LOS ACODOS
En el punto anterior os comentaba la importancia de tener en cuenta la necesidad de acodar el tronco de nuestro ejemplar por dos motivos principales:

1.- La distribución radial de raíces no es algo que afecte al desarrollo habitual de una planta de vivero, cultivadas generalmente para ser plantadas en el suelo o en macetas amplias dónde quedan ocultas, pero en bonsai es diferente, el uso de macetas planas así como la búsqueda de un nebari perfecto es algo básico por lo que, sí o sí, debemos procurar un nacimiento de raíces radiales que nos permita dotar a nuestro bonsai de una formación acorde a los cánones que el bonsai requiere y que una planta de vivero, salvo en afortunadas ocasiones, no nos ofrecerá. Por eso, es fundamental y como primer trabajo importante, el obtener un buen pan de raíces y que las mismas, se distribuyan de forma radial.

2.- Cuándo por defectos, tales como un mal injerto que provocan engrosamientos indeseables que a la larga echaría por tierra todo nuestro empeño e ilusión de conseguir un bonsai decente, deberemos intentar que ese mal injerto quede disimulado llevándolo a nivel del sustrato, lo que camuflaría casi totalmente el defecto. Largos troncos rectilíneos y sin conicidad también son buenos voluntarios para ser acodados. Debemos evitar dejar la zona de injerto bajo el sustrato, a la larga puede provocar que a pesar del tiempo que lleve realizado, termine muriendo el patrón, algo que se acentúa si crecen raíces desde la zona de la variedad injertada, por tanto, hay que evitar dejar la zona de contacto del patrón con el injerto, bajo tierra.
 
TIP: Nunca acodar por encima de la línea de injerto. Cuándo una planta viene acodada es por algo, por lo que SIEMPRE hay que dejar una porción del patrón, que es por dónde deben salir las raíces.

El mejor y más seguro sistema es utilizar una rejilla plástica y hacer con ella una corona que rodee el tronco y permita que el sustrato utilizado esté en contacto con el sustrato de la maceta. En una entrada anterior ya os conté mi sistema de doble corona. Doy por hecho que conocéis el procedimiento de pelado del tronco y como prepararlo para ser acodado.
Aquí tenemos el ejemplar de Corallinum que tenemos en seguimiento, tenía y buen pan de raices y brotó fuerte, así que aunque un poco tarde. lo acodé a finales del mes de junio de 2018.

UN RECURSO PARA AYUDAR EN EL ACODADO.
Un procedimiento que ayuda al mejor enraizado del acodo es la ETIOLACIÓN. La etiolación/etiolización consiste en privar al tronco de la luz solar, esto hace que en esa zona se pierdan los cloroplastos y que el tronco, al igual que ocurre naturalmente en la naturaleza cuándo una rama toca el suelo o está cubierta totalmente de vegetación, tenga tendencia a emitir raíces para aprovechar la situación idónea que se le presenta para seguir creciendo. Pues esta reacción podemos utilizarla como recurso para facilitar la emisión de raíces.

El procedimiento es simple, se trata de cubrir la zona por dónde haremos el acodo con algún tipo de cinta plástica opaca que impida el paso de luz, también podemos utilizar cinta transparente de injertar o cualquier otro plástico pero poniendo previamente algún papel que cubra el tronco e impida el paso de luz, incluso podríamos utilizar papel de alumnio del usado en las cocinas. Para evitar un excesivo calentamiento por esa zona no es recomendable el uso de cintas negras. 

Aquí tenéis el ejemplar de Seigen en seguimiento, recién preparado para provocar la etiolación. Este  ejemplar no tenía buenas raíces, por lo que he dejado que transcurra un año desde su compra y transplante para que se fortalezca en lo posible. El acodo lo realizaré, más o menos, en el mes de abril de 2019, por lo que llevará casi año y medio de cultivo.
En el mejor de los casos, el preparar una planta acodada para empezar a ser modelada como bonsai, nos llevará tres años. Querer acelerar el proceso sólo nos llevará a ejemplares mediocres o incluso al fracaso.

TIP: Insistir en lo ya dicho, lo primordial, principal y único importante, es en primer lugar, el dotar al ejemplar de un buen pan de raíces lo más radial posible e intentar camuflar la línea de injerto.
 
Este es el estado que presentaban los ejemplares en seguimiento, el día 30 de octubre de 2018.

Corallinum ya habiendo sustituido la doble corona por una sóla, arreglado raices y "reacodado", en esta próxima primavera será cortado. El reacodo fue motivado porque por uno de los laterales del tronco no nació ninguna raíz, sin dudas el no haber girado la planta de forma periódica pudo influir en que solo naciesen raíces de la zona más soleada, aunque también podría haber influido el acodarlo tan tarde.

EL PINZADO
Generalmente solemos ver grandes ejemplares de palmatum y todos tienen el mismo defecto, están estructurados con largas ramas  que sólo tienen brotación a partir de la mitad de la misma. Esto se debe a las prisas del viverista de bonsai o simples aficionados, por hacerlo crecer, problema que se acrecenta en los ejemplares cultivados en suelo, por la web podemos ver muchos ejemplos, grandes troncos y largas ramas carentes de una subramificación adecuada. Si el bonsai es paciencia, el palmatum os lo recordará día a día.

Aquí no vale el axioma de "dejar crecer y cortar". Si dejamos crecer y cortamos, por un lado estaremos llenando el tronco de heridas que no siempre cicatrizan adecuadamente (ver imagen siguiente) y por otro lado y más importante, los entrenudos se alargarán en exceso, lo que nos impedirá una subramificación fina que nazca ya desde el propio tronco, otras veces incluso con ramas orientadas en diferentes direcciones que nos impedirán dar una buena armonía y equilibrio al conjunto.
Para favorecer el engorde de las ramas principales y del propio ejemplar, podemos compensar dejando más ramillas de las necesarias en cada rama, aunque veamos claramente que serán innecesarias, siempre y cuándo, sean finas.

Por otra parte, si las condiciones de cultivo son adecuadas, la fisiología de cualquier planta la lleva a crecer todo lo posible, así que si mantenemos un buen régimen de riegos y abonados se favorecerá, también ese alargado indeseado de los entrenudos.

Desde el primer momento y una vez obtenida la estructura básica del tronco y asentamiento del ejemplar (2-3 años) deberemos realizar el pinzado de brotes, esto ralentizará la formación del ejemplar pero a la larga nos permitirá disponer de una gran subramificación fina y unos entrenudos muy cortos, lo que a la postre incidirá en la calidad del ejemplar. Así que en principio todos nuestros esfuerzos deben ir dirigidos a obtener ramas con los entrenudos más cortos posibles.
 
Los pinzados deben repetirse de forma contínua desde que empieza la brotacióna  finales del invierno o principios de primavera hasta que se detenga. Lo habitual es que una vez pinzado el brote el crecimiento se detiene y esa ramilla no seguirá creciendo a lo largo, por lo que dependiendo del nivel de brotación, así durará el periodo de pinzado. De esta forma también se estimula al nacimiento de nuevos brotes. Tendremos me mirar nuestros ejemplares diariamente, y si es posible, por la mañana y por la tarde, ya que seguro descubriremos nuevos brotes y el pinzado se realizará en el momento que veamos claro la salida del brote desde el primer par de hojas.
Para el pinzado podemos utilizar, una pinza, pinzadora o unas tijeras, siendo el pinzado a mano menos recomendable ya que deja un corte menos uniforme a pesar de la finura de los brotes.
  
TIP.- Los palmatums ya establecidos suelen tener una segunda brotación, en este caso ya no será imprescindible el pinzado, nos interesará más dejarlos crecer como ramas o brotes de sacrificio.
 
El 21 de abril de 2019 y con la brotación prácticamente finalizada, así se encuentran.
 
Tras la separación del acodo, el brotado del Corallinum fue aceptable.

El Seigen brotó de forma espectacular.

El Seiryu también brota aceptablemente aunque alarga en exceso las ramas. Probablemente sea la variedad menos adecuada para bonsai de estas tres que muestro.

Y este es el estado con la nueva brotación a finales de la primavera de 2020. Empiezan su tercer año y esta temporada debemos estar atentos a la obtención de la estructura básica con las ramas primarias, alambrando caso de ser necesario. Las ramas del año innecesarias se quedan, los ejemplares tienen que seguir pillando fuerzas, sobre todo el Corallinum que fue acodado y su sistema radical es nuevo.

Si los comparamos con hace dos años, el cambio empieza a ser notable. Esta foto es de la primavera de 2018.

Si comparamos la foto anterior con esta siguiente tomada en diciembre de 2020, podemos ver la evolución en tan solo dos años y medio. La ramificación del Seigen ha sido bestial, en Seiryu fue algo más discreta, por contra el tachiagari ha duplicado su grosor, Corallinum es el más atrasado pero recordemos que está casi recién separado del acodo.

A favor del Corallinum es el incipiente nebari radial desarrollado, producto sin dudas del acodado.

PRIMAVERA DE 2021

CORALLINUM: No le haremos nada, que crezca libremente.
SEIRYU: Fue trasplantado a principios de la primavera, recorte de raíces. Las ramas las dejamos crecer libremente. Sigue en bandeja de bonsai, es un cultivar con mucha fuerza de crecimiento y si estuviese en maceta de cultivo, sus ramas se dispararían.
SEIGEN: Fue trasplantado a principios de la primavera, recorte de raíces. Eliminación de algunas ramillas nuevas innecesarias. Pinzado de brotes.

CONTINUARÁ.