Este
es un pino halepensis que en 2003 presentaba este aspecto. Esta foto es
del día en que me lo regalaron. No me resisto a contar su historia, son
de esas cosas curiosas que tiene la vida.
Todo comienza cuándo en el año 2001 hice un pedido de semillas entre las que iban un lote de semillas de pinos que tras sembrarlas conforme recomendaban pues no brotó ninguna. Como es habitual en mí pues reciclo y reutilizo todo lo que puedo, el caso es que pasado el tiempo, volví a regalar algunas macetas con otras cosas plantadas y al parecer alguna de estas semillas seguían en el sustrato. Pasó el tiempo y este pino, al igual que varios más que yo tengo, brotaron tras un par de años mezclados con los sustratos reciclados. Por cosas de la vida, a quién le brotó una de las semillas y no queriéndolo, pues me lo regaló, sería cosas de Murphy o el karma pero el pino volvió a casa.
Todo comienza cuándo en el año 2001 hice un pedido de semillas entre las que iban un lote de semillas de pinos que tras sembrarlas conforme recomendaban pues no brotó ninguna. Como es habitual en mí pues reciclo y reutilizo todo lo que puedo, el caso es que pasado el tiempo, volví a regalar algunas macetas con otras cosas plantadas y al parecer alguna de estas semillas seguían en el sustrato. Pasó el tiempo y este pino, al igual que varios más que yo tengo, brotaron tras un par de años mezclados con los sustratos reciclados. Por cosas de la vida, a quién le brotó una de las semillas y no queriéndolo, pues me lo regaló, sería cosas de Murphy o el karma pero el pino volvió a casa.
Lo curioso del tema es que de las variedades compradas, ninguna era halepensis, por lo que existen dos probabilidades: 1.- Me dieron gato por liebre o 2.- Las semillas de halepensis vinieron contaminando algún paquete de sustrato nuevo, sea como fuere, con el tiempo me aseguraron que era halepensis y en ese convencimiento estoy.
Así era en 2003 cuando regresó a mis manos.
Así era en 2003 cuando regresó a mis manos.
En
2004 había crecido como un loco pero el diseño no tenía ni pies ni
cabeza. Debí cambiarlo de maceta pero eso suponía romper esta tan bonita
que tenía, al menos a mi me gustaba, no como maceta de bonsai pero sí
como simple maceta.
En
2006 fue sacado de esa maceta, le corté casi todas las ramas dejando
sólamente las de la punta con la intención de rehacer desde ahí todo el
verde. Ya por entonces tenía en mente un modelado que se saliese del
tradicional moyogi, que para eso ya tengo varios ejemplares procedentes
del mismo plantado de semillas.
El
primer año fue de adaptación a la akadama y no creció mucho, pero el
buen color indicaba que se había establecido perfectamente.
Para 2008 se había fortalecido, muchos brotes nuevos y el tronco había engordado sensiblemente.
Desde
entonces sólo fue transplantado en una ocasión y aprovechando unos
días de descanso laboral pues quise darle el aclarado correspondiente que ya iba necesitando y que por falta de tiempo no
tuve oportunidad de hacerlo cuándo correspondía. Así estaba en 2016,
justo antes del primer modelado serio y que debería indicar el camino a
tomar.
Así quedó unos días después, dándole el ángulo de plantado que mejor me parecía.
Unos meses después había vuelto a tirar como loco.
Y fue transplantado a una maceta de tambor, cuatro veces menos profunda que su maceta de cultivo.
En
2019 es nuevamente trasplantado con la intención de hacer un primer
ordenado de brotes e ir cambiando el ángulo de plantado hacia uno más
tumbado, pero por motivos desconocidos me despisté y terminé plantando
con el mismo ángulo. ¡Qué rabia!
Pasadas unas semanas, meto el jack para compactar por la zona indicada que aunque no está mal, mejor quedará más agrupada.
Y así se quedó, dándome collejas por el despiste en el ángulo de plantado, ahora estaré acordándome de la metedura de pata durante un par de años o más. Cagonlá!!!!
Al poco tiempo desde el último transplante,
no resisto más verlo con el ángulo inadecuado, así que nuevamente
trasplanto, pero esta vez y para evitar que la mitad de las raíces
queden fuera o excesvamente cercanas a la superficie, pues utilizo un
tiesto hondo de plástico, que es lo único que tengo a mano. No me
molesto demasiado en ordenar y seleccionar ramas, ya llegará el verano.
En mi tierra, los pinos "hibernan" en verano que es cuando la sequía
para el desarrollo vegetativo, así que para septiembre de este año
cortaré casi todas las ramas que se salgan del diseño que me pide el
ejemplar y que con mis modestos conocimientos sea capaz de darle.
Durante este tiempo rebrotó con mucha fuerza y no quería que las raíces terminaran de
adaptarse a esa maceta de la que seguro iba a ser cambiada.
Llegó el verano de 2022 y lo planté en una maceta de Yixing que tenía libre, no soportaba verlo en esa maceta de plástico recortada. Para el invierno y ya asentado en su nuevo tiesto le daría un arreglo importante, tengo que quitar muchas ramas.
Y llegó finales de diciembre de 2022 aunque sin frío, aún así toca recorte de ramas y un alambrado tentativo. Así estaba antes del trabajo. Es la primera vez que hago este tipo de trabajos en invierno, espero que los resista bien.
Y llegó finales de diciembre de 2022 aunque sin frío, aún así toca recorte de ramas y un alambrado tentativo. Así estaba antes del trabajo. Es la primera vez que hago este tipo de trabajos en invierno, espero que los resista bien.
Nuevamente con el jack vuelvo a darle un apretón a la zona de la curva. Esta torsión ya está al límite de sus posibilidades.
Tras el aligerado y alambrado de algunas ramas, así queda. Con el cambio en el ángulo de plantado la zona izquierda del nebari ha quedado muy fea, espero que con el tiempo pueda ir arreglándola, si no me tendré que plantear un plantado más profundo en otro tipo de maceta. Aún le veo demasiadas ramas pero ha tenido unos últimos años muy toqueteado así que intentaré dejarlo tranquilo durante al menos un par de años. ¿Resistiré?