30 de enero de 2025

EVOLUCIÓN DE PORTULACARIAS AFRA

Mi padre que sigue cuidándome desde el cielo (qepd) apareció un día con una planta que había podado en forma de arbolito y me dijo: "Para tu colección de bonsais", y por motivos obvios le busqué un buen lugar entre mis estanterías. Así fue como quedó el año de su llegada a casa en 2011.
 
Ya sabemos que para determinados aficionados, las plantas crasas no tienen consideración de bonsai, pero para otras sí, por otra parte yo ya tenía una Portulacaria desde hacía años aunque no recuerdo su procedencia. Así quedó en 2008 cuando por primera vez fue llevado a una maceta de bonsai.
 
Sea como fuere mi colección de palmatums crecía sin parar y ésto me obligó a acercar las macetas más de lo que me gusta, víéndome obligado a realizar varias plantaciones conjuntas, al objeto de liberar espacio.
 
Fue así como em 2021 nació la idea de plantar ambos ejemplares en una misma maceta, en homenaje a mi padre los plantaría siguiendo el estilo de "Padre e Hijo", estilo por otra parte, del que no tenía ninguna muestra.
 
El género Portulacaria pertenece a la familia de las Portulacaceae y comprende una única especie: Portulacaria afra. Recibe los nombres vulgares de Portulacaria, Arbusto elefante, Hierba de los elefantes (parece ser que los elefantes tienen predilección por su consumo), Arbol de la Abundancia o Jade enano.

La Hierba de los elefantes es un arbusto suculento que puede alcanzar los 15 metros de altura. Las hojas, de unos 2 cm, son ovaladas o redondeadas y tiernas y carnosas. Florece al final de la primavera con pequeñas flores rosadas que se presentan en penachos.

Necesita una exposición de pleno sol y si tenemos inviernos fríos debemos resguardarla.

Así estaban los ejemplares de partida en 2021.
 
 Tras algunas pruebas virtuales este es el fotomontaje del resultado que pretendía conseguir.
 
 
 Tras un corte prudencial de raíces para poder acercar los troncos, este fue el resultado.
 
 Si añadimos una rama en ese hueco de la derecha parece más compacto.

Así fue el resultado final, ahora a cultivar e intentar cubrir el hueco de la derecha, si no crece alguna rama adecuada tendrá que injertarla.
 
En 2022 y aunque una rama trasera podría servir para cubrir ese molesto hueco realicé un intento de injerto que fracasó estrepitosamente a pesar de haberlo visto fácil.
 
Tras más de cuatro años en cultivo ya tocaba un trasplante, así que en enero de 2025 le llegó la hora. Debo ir pensando en definir los volúmenes, terminar  de cubrir y en una maceta más adecuada, incluso una laja podría irle bien. Así ha quedado tras el trasplante, el pan de raíces es magnífico y muy plano así que ya empiezo a madurar la idea de la laja de piedra aunque ninguna es lo suficientemente grande como me gustaría.
 
Esa caída del tronco grande hacia fuera es intencionada, es una alegoría que quiere reflejar como el padre intenta separarse del hijo, como diciéndole: "ya eres lo suficientemente grande, es hora de que separemos nuestras vidas", pero el hijo sigue pegado pensando: "Aún no papá, aún no".

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