7 de abril de 2020

BROTACIONES DE MIS PALMATUMS 2020.

Y esto es lo que dió de sí la brotación de mis palmatums.

























Y un pequeño video de mi zona palmatum.

2 de abril de 2020

MODELO MATEMÁTICO PARA ELEGIR ADECUADAMENTE UNA MACETA DE BONSAI.

Comprar una maceta de bonsai es algo que nunca se hace a la ligera, sobre todo por el precio que tienen y a nadie le gusta comprar una maceta que luego no le vendrá bien a nuestra planta. Miramos una y mil veces el tamaño, el color, si esmaltada para caducos, sin esmaltar para coníferas, alturas, y un sinfín de detalles más, pero casi nadie presta atención a lo que probablemente sea el detalle más importante: que la maceta elegida sea un buen contenedor que proteja la salud de nuestra planta, porque digan lo que digan, si una planta no tiene raíces sanas nunca lucirá en plenitud, la salud de las raíces lo es todo, y para tener unas raíces sanas, antes que nada, debemos usar una maceta adecuada y todo esto pasa por los agujeros de drenaje, sí sí, esos agujeritos que tienen las macetas en su parte baja,  es lo más importante de una maceta, al igual que los espacios vacíos son imprescindibles en el modelado del bonsai, estos espacios vacíos son imprescindibles para la salud de nuestra planta.

Lo normal es que a poco tiempo que llevemos como aficionados nos baste con ver los agujeros de drenaje para saber si un recipiente es adecuado o no, incluso los más adelantados pueden determinar la calidad de la maceta con el simple hecho de mirar dichos agujeros, pero aquí vamos a hacerlo de una manera más científica, vamos a desarrollar un modelo matemático que nos permita distinguir con claridad meridiana la idoneidad de la maceta teniendo en cuenta exclusivamente los agujeros de drenaje.
 
Y eso es lo que vamos a aprender hoy, calcular si los agujeros de drenaje guardan equilibrio con el tamaño de la maceta.
Para esto solo tenemos que calcular el volumen de la maceta, así como el área que ocupan los agujeros de drenaje y obtener la proporción correspondiente entre ambas.   
 
Básicamente, en el mercado podemos encontrar tres formas de macetas, las ovaladas, las rectangulares y las redondas. 
Para hallar el volumen de una maceta oval tenemos que medir el largo y el ancho que es lo mismo que medir sus diámetros, al ser ovalada pues tiene dos y dividirlos por la mitad, esto nos dará los radios. Pues si multiplicamos el radio mayor por el radio menor por la altura (h) y por Pi (3,14) tendremos el volumen.

En el caso de una maceta rectangular es mucho más fácil, el volumen se calcula multiplicando el largo por el ancho por el alto.

Para hallar el volumen de una maceta redonda solo tendremos que multiplicar Pi (3,14) por el radio al cuadrado por la altura.

Vamos a un caso práctico y vamos a calcular el volumen de las macetas que tomamos como ejemplo. 

Aplicamos la fórmula r1 x r2 x h x lo que resulta 17 x 12,5 x 1,5 x 3,14 = 1.000,88 centímetros cúbicos.


Para hallar el área de los agujeros y como son redondos pues la fórmula a aplicar es más fácil aún: 𝚷r², Pi por el radio al cuadrado. O sea, 3,14 x 1² = 3,14 cm²., como son dos agujeros pues un total de 6,28 centímetros cuadrados.

Para calcular el Coeficiente de drenaje solo tenemos que realizar un cálculo sencillo:  Dividir el volumen de la maceta entre el área de los agujeros de drenaje multiplicado por cien:  Cd= V/(d*100)


Hacemos la misma operación pero con la maceta cuadrada, aquí para hallar el volumen total basta con multiplicar largo por ancho por alto. 30 x 20 x 10 = 6000 centímetros cúbicos.


Y el área ocupada por los agujeros de drenaje es 3,14 centímetros cuadrados cada uno de los pequeños y 3,14x6,25= 19,63 cm² el grande. Como son cuatro agujeros pequeños pues (4 x 3,14 ) + 19,63 = 32,19 cm².

 El coeficiente de drenaje será 1,86.

Para hallar el volumen de la maceta redonda aplicaremos la fórmula: V = 𝚷 * r² * h

3,14x240,25x4= 3.017,54 centímetros cúbicos.


Y el área ocupada por los agujeros de drenaje es 3,14 centímetros cuadrados cada uno de los pequeños y 3,14x2,25= 7,07 cm². Como son cuatro agujeros pequeños pues (3 x 3,14 ) + 7,07 = 16,49 cm
².


Ya solo nos quedaría buscar la cantidad resultante en esta tabla y comprobar la calidad de nuestra maceta, atendiendo exclusivamente a su coeficiente de drenaje.
 
Lo habitual en el mercado es encontrar macetas cuyos Coeficientes de Drenaje se situan entre 1,5 y 2. También podríamos comprobar que las macetas con Coeficientes de Drenaje menores a 1,5 suelen de las mejores calidades y por tanto, mucho más caras, lo que no implica que por que una maceta sea cara y de gran calidad, deba tener gran Coeficiente de Drenaje. En cambio con coeficientes mayores de 2 estarían las más baratas.
 
Seguro que a poco que busquemos podremos encontrar excepciones en las que no serían aplicables estas fórmulas y alguno se preguntará para que sirve toda esta historia, pues yo también me lo pregunto, pero encontrar las excepciones es trabajo vuestro. Esto solo un entretenimiento de una tarde de lluvia.

Por motivos lógicos esto no es aplicable a las macetas sin agujeros de drenaje, ya que si aplicamos la fórmula obtendríamos infinito y ya sabemos que en bonsai el vacío es importante pero el infinito no.

30 de marzo de 2020

MI SISTEMA DE RIEGO

Tras algunas preguntas que me hicieron he podido comprobar que no tengo ninguna entrada mostrando el sistema de riego que tengo instalado. Es un sistema sencillo y no tiene nada de especial, pero aquí lo tenéis.

Antes de nada señalo que tengo dos sistemas de riego, el manual y el automático. Me gusta regar a mano pero cuando llegan los calores un solo riego es insuficiente y regar dos veces a mano ya sería pesado, así que el automático sólo lo utilizo cuando necesito un segundo riego de apoyo. Ambos sistemas son totalmente independientes uno del otro. Bomba, depósito y manguera para el riego manual. Programadores, aspersores con toma del grifo directamente para el riego automático.

Uso agua del grifo y aunque el agua de mi zona es dura pues no me queda otra, soy enemigo de los equipos de ósmosis por el agua que se desperdicia, es un lujo que el planeta no puede permitirse. A mi favor tengo que mis plantas están ubicadas al aire libre por lo que cuando llueve, además de regarse con  el mejor agua, pues la lluvia ayuda a limpiar el sustrato y las raíces de al menos parte de las sales acumuladas, compensando de esta forma la mala calidad del agua de la acometida y esto es suficiente para que mis palmatums estén lo más saludables posible.

También señalar que para el riego a mano dispongo de un depósito de agua de 300 litros donde acumulo el agua a usar, este depósito está conectado a la acometida de agua y además dispone del sistema de flotador que permite reponer el agua que voy gastando.

 El agua se mueve y toma presión gracias a una simple y barata bomba de agua eléctrica.

¿Por qué es interesante el depósito? Pues son varias razones de peso:

1.- Dispongo de agua parcialmente declorada. El cloro es un principio activo necesario e importante en el buen desarrollo fisiológico de nuestras plantas, afecta procesos químicos tan importantes como la fotosíntesis y el ajuste osmótico y mejora el sistema inmune de las plantas. Sin embargo, altas concentraciones de cloruro (estado de oxidación más bajo del cloro) pueden causar problemas de toxicidad y resultar dañiño para la misma. Todos hemos podido comprobar que a veces el agua del grifo sabe mal, incluso desprende olores a cloro anormales, esto es por que según la época del año y las lluvias caidas los organismos que tratan y distribuyen el agua de la acometida se ven obligados a tratamientos más intensivos en el aporte de cloro para el control de patógenos y poder ofrecernos un agua apta para el consumo humano, por lo que el nivel de cloro en el agua de riego es un factor que se nos escapa a nuestro control.

Entre los síntomas más comunes de la toxicidad de cloruro en las plantas, se incluye la necrosis de los márgenes de las hojas, la que normalmente aparece primero en las hojas más viejas. Exceso de quemaduras puede resultar eventualmente en pérdida de hojas. A menudo es difícil distinguir si el síntoma de toxicidad se relaciona directamente con el cloruro o con otros elementos que se absorben, por ejemplo, generalmente, con el sodio.
Sí el agua de riego contiene alta concentración de cloro, el cloruro también puede causar daños a las hojas cuando se deposita sobre estas en el riego por aspersión.

El cloro es una sustancia que se evapora rápidamente, el tener agua en un depósito facilita esta evaporación por lo que nos estamos asegurando de que nuestras plantas estarán libres de una posible fitotoxicidad por exceso de cloro.

2.-  Los que tenemos muchas macetas sabemos el auténtico incordio que suponen los abonos orgánicos sólidos, son muy buenos sí, pero son un contínuo trastorno. En primer lugar hay que ponerlos en la superficie del sustrato, esto de entrada, empeora el aspecto estético de nuestras plantas, y no digo nada si somos de los que utilizamos canastillas o bolsitas de té para introducir nuestros abonos en ellos., desde el punto de vista estético es una canallada.

Por otra parte, el abono sólido atrae a infinidad de pájaros que estarán contínuamente removiendo el abono en busca de insectos y gusanos que comer. Quién haya visto los efectos que provocan los mirlos saben perfectamente de qué hablo. Los mirlos son unos pájaros increiblemente listos y simpáticos, pero se convierten en un enemigo de primer orden si toman apetencia por nuestras macetas.

TODOS, lo pongo en mayúsculas, TODOS los abonos crean un ambiente ideal para el desarrollo de fauna microbiana y otros organismos unicelulares y multicelulares compatibles con la vida, y esto, digan lo que digan los publicistas, incide favorablemente en el desarrollo de gusanos y otros insectos que son el bocado favorito de muchas especies de pájaros. Si tenemos gorriones o mirlos en las cercanías, pronto se darán cuenta de la situación y los tendremos contínuamente escarbando en nuestras macetas.
Yo vivo en el centro de un pueblo, pueblo pero grande, rodeado de edificios y en mi azotea he visto las siguientes especies de pájaros comiendo en mis maceta: mirlos, gorriones, papamoscas, mosquitines, petirrojos, jilgueros, palomos, incluso una vez tuve escarbando en una maceta una gaviota, con esto lo digo todo. Y aquí llega la tercera ventaja:

3.- Podemos abonar con abono sólido sin la incidencia que provoca sobre nuestras macetas y plantas, basta con utilizar algún receptáculo, yo uso un calcetín de lana viejo, para introducir el abono, el agua irá llenándose de nutrientes que serán aportados a nuestras plantas con el agua de riego. Esto se llama fertirrigación.. (El calcetín está totalmente sumergido, pero lo saqué del agua para poder tomar la foto). Y otro detalle importante, así evitamos que nuestros sustratos se apelmacen por culpa de los resíduos que no se disuelven con el agua.

4.- Como ya contaba en la entrada correspondiente al abonado "Mi sistema de abonado", yo voy rotando en el uso de tipos y marcas de abono orgánicos, todos con un denominador común: usar los más baratos, y ahora mismo estoy usando abonos líquidos, pues nada más fácil que diluir la dosis correspondiente en mi depósito, la distribución en la planta es inmediata y más cómoda imposible.

5.- Otra ventaja muy importante es que dispongo de una reserva de agua frente a posibles cortes en el suministro, aunque en mi pueblo hace décadas que no sufrimos cortes en el servicio, nada impide que alguna posible avería pueda alargarse más de lo previsto. Con este depósito tengo asegurado el agua suficiente para hacer tres riegos, o sea, tengo un colchón de seguridad de tres días de reserva de agua para hacer frente a la incidencia, así que es un comodín importante.

6.- Por último, y aunque nunca lo hice ya que no hago tratamientos preventivos con productos fitosanitarios, llegados al caso de tener que hacer un tratamiento general, tanto preventivo como correctivo, pues al igual que el abonado, podríamos diluir la cantidad correspondiente de producto en el agua del depósito, procediendo a una distribución cómoda del producto a través de agua de riego, con el que podríamos incluso hacer aplicaciones foliares y/o sistémicas.

Como decía al principio, también tengo montado un sistema de riego automático que utilizo como apoyo al regado manual, y esto es de lo que hablo a continuación. Realmente es al revés, cuando tengo funcionando el automático (desde finales de la primavera a finales de verano) pues es el primero que riega por la mañana, ya por la tarde efectúo el regado de apoyo manual en aquellas plantas que lo necesiten.

Todo se basa en un par de programadores de doble vía a pilas, que distribuyen agua a cuatro líneas, tres de ellas son de riego y una para aspersión foliar.

La acometida de agua va precedida de un regulador de presión, en una casa normal pues casi diría que es prescindible, pero en mi caso y al tener una vivienda con una instalación de agua en anillo pues tengo muy buena presión y he preferido controlarla un poco. Y luego dos programadores a pilas de doble vía, cada uno, como su nombre indica, dispone de dos salidas independentes que pueden programarse tambien de forma independiente.

Son once años utilizando este sistema y esto me permite hablar de ellos con total conocimiento de causa. El primer detalle que aconsejo es el uso de programadores a pilas, los que va a corriente eléctrica tienen un gran problema y es que como falle el suministro pues a tomar por cul se van tus árboles, conozco a alguien que perdió casi todos sus árboles que además eran buenos, por culpa de un corte de electricidad que desprogramó el equipo cuando pasó unos días fuera de casa.

Aunque aún tengo uno, desaconsejo totalmente los programadores Aqua Flow, son de pésima calidad, ya se me han estropeado tres, afortunadamente los dos primeros dejaron de funcionar con una semana de diferencia entre ellos, y los pillé, por dos días, dentro de la garantía, me los cambiaron en Leroy Merlín sin problemas, de los dos nuevos, uno se estropeó a los tres años del cambio, tened en cuenta que solo los utilizo desde mayo a octubre, un máximo de seis meses al año, y el que aún tengo, también me da dado problemas pero conseguí arreglarlo.

En cambio, el de la izquierda es un Natrain Nero 4 de dos vías, de momento va fenómeno aunque solo llevo tres años con él, y encima más barato que Aqua Flow, si vais a comprar uno, éste es el que recomiendo.

De las líneas de riego na hay mucho que contar, un tubo distribuidor que sale de cada vía del programador y de la que salen los tubitos conectados a los microdifusores.

Al principio utilicé los que dispensan agua en forma de paraguas, tienen el problema que gastan mucha agua y además, al utilizar akadama pues una vez mojada la pequeña zona donde caía el chorro pues iban directamente fuera de la maceta. La akadama y el buen drenaje impedían un mojado mayor del sustrato. Son los de este tipo, son regulables pero aún al mínimo, gastan muchísima agua y no mojan bien.
Los que mejor resultado me han dando son estos microdifusores que gastan 2 lt/hora, se diferencian entre ellos en que la salida de agua, forman cortinillas de 60º, 90º, 180º, etc... pulverizan mejor y la zona que consiguen humedecer es mayor por lo que además de gastar mucha menos agua, se aprovecha mejor y encima son más baratos.
La línea de pulverización lleva unos nebulizadores específicos que consiguen una pulverización total del agua. Son estos:
 Y aquí están en funcionamiento.

Y se acabó, esto es todo.

27 de marzo de 2020

PINUS UNCINATA.- LA INDESEADA PERO NECESARIA REDUCCIÓN.

Este es uno de los ejemplares de pino negro (Pinus uncinata), que tengo desde semilla aunque no puedo precisar en qué año las sembré, en 2003 y por un fallo informático perdí casi todas las fotos que tenía hasta esa fecha aunque lo mismo, de estos ejemplares ni tenía, no sé, sea como fuere, la primera foto que dispongo de él, es de 2008.

Aunque estamos ya un poco fuera de fecha, pues el aburrimiento tiene esto, llevaba tiempo sabiendo que le había llegado la hora de la reducción de altura, una labor necesaria pero que a veces nos cuesta realizar. En estos momentos, el pino tenía 59 centímetros de altura y una rama bien colocada me iba a permitir una reducción adecuada en altura.

Es importante tener en cuenta que para que una reducción de este tipo no se convierta en una pérdida de tiempo, es que para cortar debemos tener un grueso de tronco aceptable, reducir un tronco de medio centímetro es un brindis al sol, primero hay que dejar crecer libremente y luego cortar. No siempre la reducción drástica de altura es la mejor solución, yo diría que todo lo contrario, cortar por lo sano es la última opción ya que implica comenzar prácticamente de cero, pero también es importante para obtener la deseada conicidad en nuestros bonsais. También es importante que tengamos una rama baja que nos permita continuar con el diseño, si dejamos una porción larga de tronco por no disponer de una rama en un lugar más bajo el resultado no será óptimo.

Cuando cortamos la rama de un pino es recomendable dejar un tocón que además podría servirnos para hacer jin, pero en este caso y como un jin ahí quedaría fatal y muy bajo, toda vez que mi intención se volver a dejar crecer libremente, pues el corte va a ras.

 Y aquí lo que se fue atpc.

 Tras enrafiar y alambrar llevo a su lugar la rama por la que continuará el crecimiento.

También realizo un ligero alambrado de las ramas con el único fin de abrirlas para que entre bien el sol, para pensar en el diseño aún quedan muchos años.
Partimos de un ejemplar con 59 centímetros de altura y se ha quedado en 18 centímetros. Para finales del verano le haré un trasplante con fuerte corte y arreglado de raíces con toda la precaución necesaria en los pinos.