Este proyecto comenzó en 2020.
Esta
es la presentación en sociedad de otro de mis acebuches recolectados a
principios de 2010 aunque el proyecto actual comenzó en 2020. Así brotó en la primavera de 2010, desgraciadamente este
ejemplar tenía la mitad superior del tronco más gruesa que la inferior y
eso era algo que nunca se solucionaría, al menos en esta vida, no
obstante, no ví otra manera de modelarlo y pensé en un estilo casi
literati. Era todo un reto ya que nunca ví un acebuche literati ni creo
que existan.
Ese
mismo año 2011 injerté una rama en la parte baja (rodeada en amarillo) y
el ejemplar empezó a gustarme y siguió siendo modelado así,
desgraciadamente en 2017 secó la segunda rama y daba al traste con todos
mis planes. Un par de años antes había trasplantado a una maceta mucho
más pequeña y reaccionó con una pérdida evidente de vigor y el secado de
la rama que vemos señalada en rojo.
Pasó
el tiempo confiando en que rebrotase de nuevo y calculando la
viabilidad de un nuevo injerto, pero la zona estaba totalmente muerta,
así que de perdidos al río, machetazo al canto y cambio de estilo, adiós
al estilo literati y hola al estilo Shohin. Ajusto el corte por encima de una evidente yema dormida, en ella se fundamenta mi esperanza.
Afortunadamente rebrotó bien, tenía tres ramas que me permitirían un estilo achaparrado.
Afortunadamente rebrotó bien, tenía tres ramas que me permitirían un estilo achaparrado.
Para
septiembre de 2022 el verde había densificado en exceso así que aligeré algo la masa de ramas para ver cuáles me podrían servir.
También aproveché para abrir un poco más el shari que recorre el
tronco por su parte izquierda.
Tras
el aclarado pude comprobar que la rama principal y la de
contrapeso están listas para la selección de ramas secundarias. El ápice
está totalmente anárquico y necesita tomar fuerzas, así que esta fue la
misión de este año, contener el crecimiento de las dos ramas bajas y que
la rama que formará el ápice empiece a emitir ramificación secundaria.
No me gustan los shohines ni mames por la dificultad, entre otras cosas,
que supone el alambrado, estoy acostumbrado a modelar ejemplares
grandes así que darle forma convincente a ese ápice será todo un reto
para mí.
Ha
pasado un año y el ejemplar ha evolucionado muy bien, sacó mucho verde,
así que ya está preparado para un nuevo aclarado, nacieron muchas
ramitas y se ve demasiado tupido.
Llegamos
a finales de enero de 2024 y tocaba trasplante, así que lo cambié
la maceta, una Yixing algo más pequeña que la que tenía de mica.
Así quedó.
Es increible lo bien que está respondiendo este ejemplar, tengo algunos acebuches atascados que crecen muy lentamente, pero éste va como una moto. Cuatro años y medio separan ambas fotos.
CONTINUARÁ
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