25 de marzo de 2019

III EXPOSICIÓN DE BONSAIS "VILLA DE UBRIQUE 2019".

Este fin de semana pasado se ha celebrado la Tercera Exposición de Bonsais "Villa de Ubrique", en el incomparable claustro del Convento de Capuchinos de Ubrique, un bello templo empezado a construir en 1660 por deseo expreso de Don Rodrigo Ponce de León, Duque de Arcos y Señor de las Cuatro Villas,  finalizándose en 1670 bajo la dirección de Fray Pedro de Andújar.

Y esto es parte de lo que allí pudimos ver. Sólo dar la enhorabuena a los organizadores por esta magnífica expo que se han montado. Muchas gracias por el esfuerzo y a seguir adelante, que allí se respiraba ambiente de puro bonsai.

Por otra parte, fue todo un placer conocer personalmente a algunos amigos cibernéticos con los que llevaba algunos años de contacto pero a los que no había tenido la oportunidad de saludar en persona.

En la entrada, un gran cartel nos predispone a lo que vamos a ver: una exposición de bonsais.

Schefflera de José Luis González.

 Piracanta de Jesús Benítez.

Y un pequeño romero haciendo las funciones de planta de acento.

Parra de Jesús Benítez.

Acebuche de Jesús Benítez.

Piracanta de Adrián Ortega.

 Olivo de Manolo Olmedo.

Mirto de Miguel A. Carrasco.

Acebuche de José Antonio Caraballo.

Tomillo de Miguel A. Carrasco

Junípero procumbens de Domingo Rodriguez.

Mirto de Carlos.

Olmo chino de Rosendo Martínez.

Acebuche de Miguel A. Carrasco.

Junípero de Miguel A. Carrasco.

 Alcornoque de Rosendo Martínez.

Mirto de Fernando Veas.

 Ullastre de Juan Galvín.

 Junípero Itoigawa de Javier Rodriguez.

Olivo de Manolo Olmedo.

Serissa Phoétida de Javier Rodriguez.

Junípero procumbens de Francisco Ferreras.

Acebuche de Rosendo Martínez.

Glicinia de Juan Pedro Toledano.

Serissa Phoétida de Javier Rodriguez.

Alcornoque de Juan Carbú.

Junípero de Manolo Olmedo.

Se me escapó el nombre.

Olivo de Miguel A. Carrasco.

Acebuche de Manolo Olmedo.

Acebuche de Rosendo Martínez.

Olmo chino de Fernando Guzmán.

Olmo chino de Ginés.

Acebuche de Francisco Ramírez.

Junípero Procumbens de Manolo Olmedo.

Junípero de Francisco Ramírez.

Ciprés de Miguel A. Carrasco.

Junípero chinensis var. Sargentii de Francisco J. Montalbán.

Junípero procumbens de Domingo Rodriguez.

Ciprés de Manolo Olmedo.

Ficus retusa de Francisco Ramírez.

Y una bonita y original composición de acento.

Y para terminar, el factor humano. Algunos de los miembros del club en plena faena en el taller de bonsai, celebrado de forma paralela.

Y la importante participación de la cantera.

Y como no, el onmipresente Mateo Bonsai, en plena acción para esos estupendos vídeos con que nos deleita.

Están prácticamente todos los ejemplares expuestos, aunque falta alguno que no pongo simplemente por la mala calidad de la foto. Espero es guste. Y nuevamente felicitar a todos los organizadores por ese buen ratito de bonsai que pudimos pasar gracias a ellos.

BROTACIÓN DE ACER PALMATUM "ORANGE DREAM"

Aunque con un poco de retraso, empieza el festival de las brotaciones de mis palmatums. Este Orange Dream es el primero en despertar.

 Vista cenital.


23 de marzo de 2019

KAKEMONO

Espectacular regalo de mi queridísima hija por el Día del Padre, se trata de un impresionante kakemono de 145 cms de altura por 38 cms de ancho. Los kakemonos son una forma de arte japonés que contiene caligrafía o pinturas en tinta china, enmarcada en tela con forma rectangular y vertical, dispone de dos cilindros de madera en sus extremos para poder enrollarlos. 

De los templos budistas pasó a ser la obra de arte que adornaba el rincón espiritual de cada casa. La escritura que contiene se denomina Haiku, que son pequeños poemas de tres versos sin rima y que suelen hacer referencia a la naturaleza o la vida cotidiana. 

En este caso ell haiku hace referencia a la primavera y dice: 

KAZE NO HARU
SAKURA HANABIRA
SHITA OCHIRU

En cristiano: Brisa de la primavera, pétalos rosas de la flor del cerezo, suavemente caen flotando.
Lo mejor de todo es que está realizado íntegramente por ella. "Pedazo artista la niña".

14 de marzo de 2019

COMO MEJORAR UN MANZANO.- ANÁLISIS CRÍTICO DE UN MALUS DOMÉSTICA.

Este es un tocón de manzano que estuvo a punto de ir a la basura como sobrante de un acodo. Afortunadamente para mí y al no tener problemas de espacio, fue plantado en una maceta y casi olvidado en mucho tiempo.
Así era en mayo de 2011.

Y por aquí estuvo sin que le prestase mucha atención, hasta que en este año me obsequió con una magnífica floración.

Y fue entonces cuándo me planteé como podría mejorarlo y como no hay por dónde cogerlo, pues eché mano de la regla y el lápiz y me puse analizar sus posibilidades en una tarde de relax, así que esto que pongo, es sólo un entretenimiento.

El principal defecto es la falta de equilibrio, aunque no podemos olvidar que es un ejemplar joven. Esa copita tan mona llena de flores, está descolgada, lo que unido a que está plantado en el centro de la maceta, pues da una sensación de inestabilidad y desasosiego.

La Escuela Clásica de Línea del bonsai nos enseña que una de las formas de conseguir que un árbol esté equilibrado, es hacer que el ápice quede alineado con el centro del tachiagari, por lo que la plantación correcta, sin ser excesivamente estrictos, pasaría en primer lugar por cambiar el ángulo y la zona de plantado, así que de forma virtual hago el arreglo.

Ahora ya tenemos el ápice alineado con el tachiagari, pero se ve más soso aún, ¿Como podríamos mejorarlo?

La falta de ramas es evidente, sobre todo una primera rama potente que le de movimiento y consiga integrar el tronco en el diseño, ya que ahora mismo, cada uno va por su lado. Así que añadimos algunos centímetros a una rama secundaria y que a partir de ahora, será la rama principal y parece que mejora algo.

¿Qué hemos conseguido?
1.- Por un lado, rompemos la monotonía, ya que conseguimos que la zona de contrapeso salga un poco del borde de la maceta, algo imprescindible si no queremos que parezca encajonado y soso, formando un ángulo de 45º con la nueva rama de caída. Y además, se alinea con el borde derecho de la maceta.

2.- Y el ángulo de caída de la rama principal también se alinea con el movimiento del tronco, quedando ambos, perfectamente paralelos. Como vemos, A y B discurren paralelas, detalle que influye de forma subconsciente en nuestra mente, percibiéndolo de forma más armónica.

 3.- Pero además, si trazamos una línea C que discurra desde el ápice hasta la parte baja del tronco y que es la que define el eje de simetría, vemos algo muy curioso, y es que la distancia entre A y B, es exactamente la misma que entre C y D.

4.- Como vemos, hemos definido un nuevo punto de simetría y equilibrio al conseguir igualar ambas proporciones. Distancias marcadas en celeste (e).

Llegados a este punto es cuándo me hago la pregunta del millón ¿Dónde está el dragón de este ejemplar? Sí sí, ese concepto tan místico conocido como Sección Dorada.

Para contestarla, y teniendo en cuenta que este ejemplar es atípico, aplicaré la Regla de los Tercios. OJO, que lo que voy a reseñar se intenta ceñir a una de las escuelas clásicas del bonsai, exactamente a la Escuela Clásica de Línea, cualquier árbol podríamos analizarlo desde otras tendencias o escuelas, y no son ni tres ni cuatro.

El bonsai ante todo es equilibrio, equilibrio en su conjunto, equilibrio entre sus ramas, equilibrio con la maceta. Para intentar conseguir este ansiado equilibrio existen unas normas generales que podemos aplicar sin ningún tipo de miedo, si no nos decidimos, pues lo mejor es aplicar las reglas básicas de modelado.

Todo es cuestión de proporciones, pero a veces (la mayoría de veces, más bien) el árbol no reúne las condiciones para ello y nos vemos obligados a saltarnos alguna condición, pero sin que ello signifique que nos las saltemos todas.

Aquí os pongo una imagen con una cuadrícula aplicando la regla de los tercios. Las posibles secciones doradas, en argot bonsaístico se conoce como "dragón" es la marcada con los círculos. Los cruces de las líneas que marcan los tercios del bonsai son los lugares donde, al menos en principio, deberían estar los lugares de máximo interés, y donde si el diseño sigue los patrones estipulados, a uno de ellos debería dirigirse nuestra mirada en un primer momento.
En este caso particular, la Sección Dorada recae en la rama de prolongación, lugar marcado con el círculo naranja.


La prolongación de la rama "virtual", se sitúa exáctamente en el lugar donde debería estar, según la Clásica de Linea en bonsai, o el "tercio" de forma general. El círculo naranja marca exactamente el lugar dónde se prolonga la rama.

Pero hay más, otro lugar de interés, y dónde podría situarse la Sección Dorada, es la marcada con el círculo rosa, en este caso, la sección áurea se sitúa en un espacio vacío, pasa que este ejemplar debería tener algún centímetro más de tronco para que este detalle fuese más evidente. Pero ahí está. El vacío, ese concepto tan importante en bonsai.

Pero seguimos, aún hay más. En esta foto que vemos a continuación, he trazado unas líneas que cruzan los puntos de mayor interés, las intersecciones de los tercios ¿y que vemos?

1.- Que el círculo verde, situado en uno de los tercios, coincide con la curva del tronco que se dobla hacia dentro, esta curva evita una línea de fuga y se prolonga hacia el tercio inferior coincidiendo con la línea dónde el tronco se une al sustrato, marcado con A.

2.- El tercio marcado con el círculo rosa y que es un punto de vacío, coincide con el otro tercio, también vacío, y a su vez, esa línea imaginaria coincide con el filo derecho de la maceta, marcado con B.

3.- Para rematar, el círculo naranja, situado en un "dragón", se alinea perfectamente con el movimiento de la rama principal y de la copa, cuya prolongación imaginaria, acabaría en otro tercio.

Este manzano me molaba, pero gracias al trazado de las rayitas, ahora ya no me gusta, simplemente me parece increíble. El mero hecho de "cuadricularlo", me ha dejado perfectamente claro cual debe ser su desarrollo en los próximos años.

8 de marzo de 2019

MALUS DOMESTICA

Aunque los manzanos de fruto no son de lo más aconsejable para trabajar como bonsai y como no tenía ninguno, allá por 2010 compré uno que fue acodado inmediatamente, dejando sólo una rama cerca de la base del tronco y que, aunque no era lo previsto, me dió pena tirarlo y terminó en una maceta sobrante.

Así quedó en mayo de 2011, después de ajustar el corte.

Al no haber ramificado bien, en diciembre de 2012, volvió a quedarse como un palo torcido, las ramas que tenía fueron eliminadas.

En todo este tiempo, seis años, sólo fue transplantado una vez, y este año y después de haber podado adecuadamente las ramas, se llenó de capullos florales.

Aquí un primer plano. Después de la floración volveré a acortar algunas ramas y alambrar otras.

De momento, así luce hoy. Un tronco demasiado largo con brotes en la punta. Si no se compensa y engorda, tendré que meditar la posibilidad de cortar mucho más bajo y empezar de nuevo, pero de momento me da pena, y sé que cuánto más tarde en hacerlo, más pena me dará, y al igual que con el almendro ¿quién renuncia a esta floración?

Así empezó y así va.

24 de febrero de 2019

EVOLUCIÓN JUNÍPERO PHOENICEA II

Corría 2008 cuándo dando un paseo por un vivero me encontré varios juníperos a la venta, no eran gran cosa pero por el precio que tenían, quién no se llevaba alguno. Larguiruchos y feos, pero bueno, con experiencia cero en junis pues seguro que para algo me servirían, aunque sólo fuese como conejillos de indias. Este de la foto es el segundo de ellos.

Cuánto más lo miraba más feo era y fue entonces cuándo recordé haber leído unos doblados traumáticos en juníperos, dicho y hecho. Dremmel en mano y primer paso, vaciado de un canal longitudinal en las zonas por las que pretendía doblar, parece mejor que la acanalura quede en la parte interna.

Una vez vaciado procurando no tocar la capa superficial, introduje dos alambres de 4mm a modo de nervios, para reforzar la zona vacía. Tal vez me pasé, el junípero es bastante noble y con un alambre de 5mm hubiese sobrado.

Una vez fijado el alambre, procedí a un enrafiado generoso, desconocía hasta dónde podría llegar y quería apurar al máximo.

Una vez enrafiado y alambrado pues a doblar toca. Este procedimiento tiene grandes ventajas, una de ellas es que podemos convertir una vara larga en un tronco lleno de sinuosidades al que podremos sacar más provecho, la otra gran ventaja es que conseguimos acercar el verde a la parte baja, dándole a la planta un aspecto más compacto y tupido. Al no ser fecha de transplante pues el plegado de la zona baja no quedó como quería, así que tendría que dejarlo para más adelante.

Después de la paliza había que dejar que el ejemplar recuperara fuerzas. En diciembre de 2012 lucía una salud estupenda después del transplante de esa primavera, dándole un cambio en el ángulo de plantado.

En mayo de 2018 y aunque con el ángulo anterior no quedaba mal, los juníperos destacan por sus troncos tortuosos y agredidos por las inclemencias del tiempo, así que debía seguir retorciendo y entonces me acordé de que en el doblado de 2011, la zona baja había quedado a medias. Como anticipo al nuevo trabajo y como primeros jines, utilizaría las dos ramas más bajas de la derecha, las cuales fueron bajadas.

Aquí una aproximación de las ramas, que más adelante convertiría en jin. Aproveché para darle un aligerado a la copa y que dejara de parecer un seto.

A principios de febrero de 2019 y como anticipo a la nueva torsión y diseño, pelé las ramas y jines. También elimino aquellas ramas que estoy seguro no me servirán para lo que tengo en mente.

Y hoy 24 de febrero de 2019 llegó el día. Aquí vemos el ángulo que queremos corregir, tiene unos 115 grados de abertura, a ver hasta dónde lo podemos llevar.

El procedimiento es el ya conocido, hacer un vaciado generoso en la zona de torsión.

Poner unos nervios de alambre que reforzarán parcialmente la zona evitando la posible rotura.

Enrafiado generoso, poniendo especial atención en apretar bien en la zona que sufrirá mayores tensiones. Después de esto, lo clásico es volver a alambrar exteriormente, pero en este caso, no lo veo necesario, los tensores que luego pondré deben aguantar bien.

Al ser un ángulo grande no puedo utilizar el jack, así que echo mano del sistema tradicional de las barras de hierro y a torcer. Quito la música para poder escuchar los crujidos que nos marcarán cuándo estamos llegando al máximo posible.

Una vez asegurado con el tensor, procedo al plantado. El junípero debe caer un poco más a la izquierda, pero no quiero que los jines toquen el sustrato, así hago el plantado un poco caído a la derecha, ya habrá tiempo de cambiarlo. Como véis, ahora el ángulo del tronco será de unos 45 grados, hemos cerrado sobre 70 grados la torsión original.

Y así queda, de nuevo hay que dejar que recobre fuerzas. De los tres tensores que véis en la foto, sólo queda uno, pasa que lo quité una vez tomada la imagen. En el próximo trabajo tocará cambio de maceta a una adecuada y arreglado del verde.

Así empezó y así está (de momento).

7 de febrero de 2019

FIGURAS DE PORCELANA

Las tradicionales figuras de cerámica chinas se han usado desde muy antiguo para decorar los bonsáis, especialmente los que tienen forma de bosques y paisajes, dando así una sensación de enormidad a los árboles.


Cada figura tiene su propia alma, su parte de energía, la cual creará una sintonía con su árbol. Las figuras de cerámica se han usado desde la antigüedad, siendo algo tradicional en los jardines de bonsái

El pescador es uno de los motivos más utilizados en la cerámica tradicional china. Estas figuras representan personajes de los proverbios tradicionales chinos y representan la paciencia.

La constancia y el amor a la tierra, viene representadas por el campesino que al atardecer vuelve cansado a casa.

Las representaciones de viejos representan la paz espiritual y la sabiduría.

Las linternas no faltan nunca en los jardines japoneses. De noche su tenue luz da una gran impresión de serenidad.


 Y como no podía ser de otra manera, el placer de la contemplación.

Estas figuras de cerámica son regalo de mi queridísima hija y ocuparán un lugar de honor en mis mejores árboles.