29 de enero de 2023

VISITA INVERNAL AL MUSEO DEL BONSAI DE ALCOBENDAS (MADRID)

El museo se encuentra dentro del denominado Jardín Japonés del parque Arroyo de la Vega y cuenta con una superficie aproximada de exposición de 900m2.

Alberga una de las mejores colecciones fuera de Japón en cuanto a variedad y calidad de sus ejemplares. Combinándose especies autóctonas con el resto de las demás especies.
 
Cuenta con árboles de maestros japoneses destacados como; Masahiko Kimura, Saburo Kato, Hiroshi Takeyama, Hotsumi Terakawa, Kunio Kobayashi, Imai Chiaru o Shinji Suzuki, entre otros.
 
Así estaban el día 28 de enero de 2023. Estos son algunos de los ejemplares que podemos ver allí:
Haya japonesa (Fagus Crenata)
 
 Enebro japonés (Junipero chinensis)
 
Granado (Punica granatum Nejikan)
 
 

Pino silvestre /Pinus sylvestris)
 
 
Ficus (Ficus retusa)
 
 
Pícea (Picea glehnii)
 
Caqui de Virginia (Diospyros virginiana)
 
 Pino silvestre (Pinus sylvestris)
 
 Acebuche (Olea Europaea var. sylvestris)
 
 

Pino negro japonés (Pinus thunbergii)

Enebro chino (Juniperus chinensis)



Arce trífico (Acer buergerianum)

Alcornoque (Quercus suber)

Pino silvestre (Pinus sylvestris)

Arce trífido (Acer buergerianum)

Enebro chino (Junípero chinensis)

Acebuche (Olea Europaea var. sylvestris)

Zelkova nire

Arce japonés (Acer palmatum)



Arce trífido (Acer buergerianum)


Pino silvestre (Pinus sylvestris)

Acer palmatum Benichidori

Cryptomeria japonica

Balda con dos Acer palmatum y Chaenomeles sinensis

Membrillo chino (Chaenomeles sinensis)

Zelkova de Japón (Zelkova serrata)



Enebro chino (Junípero chinensis)

Pino silvestre (Pinus sylvestris)

Pino negro japonés (Pinus thumbergii)


Pino silvestre (Pinus sylvestris)

Alcornoque (Quercus suber)

Haya japonesa (Fagus crenata)

Pino blanco japonés (Pinus parviflora Pentaphylla)

Árbol de los cuarenta escudos (Ginkgo biloba)

Arce japonés (Acer palmatum)


Falso Ciprés de Hinoki (Chamaecyparis obtusa nana)




Albaricoque japonés (Prunus mume)
 
En el museo también podremos ver diferentes arreglos de un jardín japonés y una zona de ventas.





18 de enero de 2023

MACETA DE INÉS CASAS

Tengo en la mente un nuevo proyecto que consiste en diseñar dos arces palmatums lo más idénticos posible pero en distintos tamaños, uno de ellos tamaño Shuhin (sobre 40 cms) y otro tamaño Mame (sobre los 12-15 cms), y para ello necesitaba una maceta adecuada que siendo lo más parecida a la que ya tenía pues también fuese diferente y bastante más grande. El caso es que nuevamente me dirigí a mi ceramista preferida, la prestigiosa Inés Casas, cuyos trabajos podéis ver en:https://inescasasceramica.es/
Pasear por su taller es toda una aventura, por cualquier rincón, tras un árbol o escondidas entre malas hierbas podemos encontrar auténticas maravillas de cerámica, unas veces coloridas, otras veces más discretas pero todas impregnadas de ese toque personal y gusto que desprenden sus trabajos.
 
Ya tenía la maceta pequeña, así que llevándosela de ejemplo, le dije: quiero una maceta igual que ésta pero diferente, que cuándo las pusiera juntas parecieran iguales pero que cuando nos fijásemos en los detalles fuesen diferentes, esmaltada en tonos claros pero con algún toque oscuro, de perfil bajo pero de mayor tamaño y lo más importante, debía ser lo más fina posible, quería una maceta ligera a pesar de su tamaño y con algunos dobleces que recordaran a un nudibranquio conocido como "Bailarina Española" cuando nada. Y que la quería para antes de Reyes. Como siempre, dando facilidades, jajajaja.

Aquí tenemos el resultado, la macetilla modelo y su hermana mayor.
 
A primera vista parecen prácticamente iguales pero si nos fijamos, son totalmente diferentes. Objetivo conseguido.
 
También era requisito que fuese lo más fina posible y que simulase las aletas de la Bailarina Española, objetivo también conseguido.
 
 Por supuesto con sus agujeros de drenaje y para paso de alambres.


Y aquí tenemos al afortunado Arce palmatum Orange Dream que disfrutará de ella.
 
Ahora me queda lo más difícil, conseguir un clon de este palmatum Chuhin en tamaño Mame. El tiempo dirá si conseguiré finalizar este proyecto. Esto es una aproximación de lo que quiero.

9 de enero de 2023

EVOLUCIÓN DE UN PINO HALEPENSIS

Este es un pino halepensis que en 2003 presentaba este aspecto. Esta foto es del día en que me lo regalaron. No me resisto a contar su historia, son de esas cosas curiosas que tiene la vida.

Todo comienza cuándo en el año 2001 hice un pedido de semillas entre las que iban un lote de semillas de pinos que tras sembrarlas conforme recomendaban pues no brotó ninguna. Como es habitual en mí pues reciclo y reutilizo todo lo que puedo, el caso es que pasado el tiempo, volví a regalar algunas macetas con otras cosas plantadas y al parecer alguna de estas semillas seguían en el sustrato. Pasó el tiempo y este pino, al igual que varios más que yo tengo, brotaron tras un par de años mezclados con los sustratos reciclados. Por cosas de la vida, a quién le brotó una de las semillas y no queriéndolo, pues me lo regaló, sería cosas de Murphy o el karma pero el pino volvió a casa. 
 
Lo curioso del tema es que de las variedades compradas, ninguna era halepensis, por lo que existen dos probabilidades: 1.- Me dieron gato por liebre o 2.- Las semillas de halepensis vinieron contaminando algún paquete de sustrato nuevo, sea como fuere, con el tiempo me aseguraron que era halepensis y en ese convencimiento estoy.

Así era en 2003 cuando regresó a mis manos.

En 2004 había crecido como un loco pero el diseño no tenía ni pies ni cabeza. Debí cambiarlo de maceta pero eso suponía romper esta tan bonita que tenía, al menos a mi me gustaba, no como maceta de bonsai pero sí como simple maceta.

En 2006 fue sacado de esa maceta, le corté casi todas las ramas dejando sólamente las de la punta con la intención de rehacer desde ahí todo el verde. Ya por entonces tenía en mente un modelado que se saliese del tradicional moyogi, que para eso ya tengo varios ejemplares procedentes del mismo plantado de semillas.

El primer año fue de adaptación a la akadama y no creció mucho, pero el buen color indicaba que se había establecido perfectamente.

 Para 2008 se había fortalecido, muchos brotes nuevos y el tronco había engordado sensiblemente.

Desde entonces sólo fue transplantado en una ocasión y aprovechando unos días de descanso laboral pues quise darle el aclarado correspondiente que ya iba necesitando y que por falta de tiempo no tuve oportunidad de hacerlo cuándo correspondía. Así estaba en 2016, justo antes del primer modelado serio y que debería indicar el camino a tomar.

Así quedó unos días después, dándole el ángulo de plantado que mejor me parecía.

Unos meses después había vuelto a tirar como loco.

Y fue transplantado a una maceta de tambor, cuatro veces menos profunda que su maceta de cultivo.

En 2019 es nuevamente trasplantado con la intención de hacer un primer ordenado de brotes e ir cambiando el ángulo de plantado hacia uno más tumbado, pero por motivos desconocidos me despisté y terminé plantando con el mismo ángulo. ¡Qué rabia! 

Pasadas unas semanas, meto el jack para compactar por la zona indicada que aunque no está mal, mejor quedará más agrupada.


Y así se quedó, dándome collejas por el despiste en el ángulo de plantado, ahora estaré acordándome de la metedura de pata durante un par de años o más. Cagonlá!!!!

Al poco tiempo desde el último transplante, no resisto más verlo con el ángulo inadecuado, así que nuevamente trasplanto, pero esta vez y para evitar que la mitad de las raíces queden fuera o excesvamente cercanas a la superficie, pues utilizo un tiesto hondo de plástico, que es lo único que tengo a mano. No me molesto demasiado en ordenar y seleccionar ramas, ya llegará el verano. En mi tierra, los pinos "hibernan" en verano que es cuando la sequía para el desarrollo vegetativo, así que para septiembre de este año cortaré casi todas las ramas que se salgan del diseño que me pide el ejemplar y que con mis modestos conocimientos sea capaz de darle.

Durante este tiempo rebrotó con mucha fuerza y no quería que las raíces terminaran de adaptarse a esa maceta de la que seguro iba a ser cambiada.

Llegó el verano de 2022 y lo planté en una maceta de Yixing que tenía libre, no soportaba verlo en esa maceta de plástico recortada. Para el invierno y ya asentado en su nuevo tiesto le daría un arreglo importante, tengo que quitar muchas ramas.

Y llegó finales de diciembre de 2022 aunque sin frío, aún así toca recorte de ramas y un alambrado tentativo. Así estaba antes del trabajo. Es la primera vez que hago este tipo de trabajos en invierno, espero que los resista bien.
 
Nuevamente con el jack vuelvo a darle un apretón a la zona de la curva. Esta torsión ya está al límite de sus posibilidades.
 
Tras el aligerado y alambrado de algunas ramas, así queda. Con el cambio en el ángulo de plantado la zona izquierda del nebari ha quedado muy fea, espero que con el tiempo pueda ir arreglándola, si no me tendré que plantear un plantado más profundo en otro tipo de maceta. Aún le veo demasiadas ramas pero ha tenido unos últimos años muy toqueteado así que intentaré dejarlo tranquilo durante al menos un par de años. ¿Resistiré?

22 de diciembre de 2022

MI PRIMERA MACETA DE FABRICACIÓN ARTESANAL

Este es el resultado de un regalo de mi hija y sus siempre sorprendentes ideas. La cerámica es algo que nunca me llamó la atención, soy o más bien era, de los que prefieren comprar macetas ya elaboradas, sus terminaciones y variedad de modelos son insuperables, el caso es que me obsequió con un taller de cerámica donde podría aprender y hacer mi propia maceta de bonsai en el estudio de la prestigiosa ceramista Inés Casas, Así que con bastantes dudas sobre mi capacidad artística con el gres, me dirigí hacia el Pago del Humo en Chiclana de la Frontera, lugar donde mi profesora se enfrentaría a un gran reto: debía obrar el milagro de que yo fabricase una maceta de la que no quisiera escapar la infortunada planta que allí pudiese caer.
 
El objetivo lo tenía claro, quería una maceta para un multitronco de Acer palmatum Yamamomiji, por eso debía ser de perfil bajo y esmaltada en tonos claros. Las que existen en el mercado de fabricación comercial son todas iguales, tienen un color crudo con una leve tonalidad verdosa grisácea y yo quería una diferente, una de color crudo con leve tonalidad amarillenta y además con un sútil moteado oscuro que se complementara con el tronco del árbol que alojaría, un ejemplar de acer palmatum con un ligero moteado que daba personalidad al tronco, por eso necesitaba un esmalte que dentro de la gama cromática del tronco no compitiera con él, ni se mataran, ni contrastaran.
 
Al mismo tiempo pensaba que una cosa es tener una imagen en la cabeza de lo que queremos y otra diferente conseguir que otra persona se imagine lo mismo y lo más difícil aún, que fuese técnicamente realizable. Era todo un reto conseguir que el trabajo final se pareciera a la idea original y también me imaginaba la cara de Inés cuando le contase que era lo que quería: "una maceta ovalada de líneas sencillas pero elegante, aunque no tan elegante como para quitarle protagonismo al verdadero protagonista que sería el palmatum que plantaría, de tonos crudos amarillento/verdoso pero poco amarillento y algunas sútiles degradaciones al blanco y con un salpicado oscuro más discreto aún", me imaginaba su cara y me daba la risa, pero en contra de mis previsiones, ni se inmutó, lo vió todo claro, algo que me dejó más desconcertado aún y pusimos manos al barro inmediatamente.
 
Aunque podríamos estar dentro del taller, bajo un gran algarrobo se trabaja más fresquito y crea un ambiente de paz infinita, algo que estimula la sed creativa. Tras planchar el gres y recortarlo, hay que rallarlo para que pegue bien la chamota, material que ayuda al pegado de las piezas y que además de resistencia, ayuda a evitar grietas y laminados.
Rayado de las zonas donde se unirán las diferentes partes de la maceta

Para hacer los agujeros de drenaje tomé medidas y tracé líneas mentales, visto el resultado, si lo hubiese hecho a ojo estoy seguro me hubiesen salido más centrados. Jajajajaja. Afortunadamente es un detalle estético imperceptible una vez la maceta esté en uso y que no afecta a la funcionalidad de los mismos, pero ya lo sé para la próxima vez, me dejaré de escuadras y cartabones mentales y lo haré a ojo.
En directo no me percaté pero ¡me lucí con el centrado de los agujeros de drenaje!

No doy crédito a lo que veo, ¡pero si al final sí que parecerá una maceta de bonsai!. Poco a poco hemos ido acoplando las diferentes piezas que formarán la maceta, con la adecuada guía hasta parece fácil.
 Rematando las uniones de las piezas
 
Unos últimos retoques para alisar las uniones y nos hemos ganado un descanso y el gato, que se ha portado bien, también recibe su premio.
 
El atribulado ceramista en ciernes satisfecho de su trabajo. Me manché los dedos de barro y sobreviví al envite, ni siquiera se me despellejaron. Una sonrisa de satisfacción ante un trabajo que hace algunas horas creía imposible ¡soy un máquina!.

Como no podía ser menos, la manufactura es firmada adecuadamente con un sello que representa el logo de mi blog de bonsais.

Y así quedó la maceta, ahora tenía que secar. Volvería para dentro de un par de semanas, para la segunda parte del trabajo: el esmaltado, el proceso donde el trabajo mundano se transforma en magia. Una báscula de precisión, decenas de botes con polvillos diferentes que a mi me parecen iguales, tantos gramos de esto, tantos gramos de lo otro, etc... y quedó elaborada la pócima mágica bajo la sabia dirección de Inés, añadimos un poco de agua y conseguimos un líquido lechoso que supuestamente se transformará en una superficie cristalizada con la textura y color que quiero para mi maceta.
 
Hacer un esmalte es algo bastante fácil, hacer un esmalte consiguiendo el color final que tu quieres, solo está en manos de alquimistas expertos, aunque el resultado final en palabras de Inés, nunca está garantizado, magia y alquimia, tierra, fuego y agua, tendrán la última palabra.
 
Pero para que se obre la magia, es necesario la ayuda del calor, algunas horas de mucho mucho calor en un horno de alta temperatura, aunque previamente hay que realizar un primer cocido a baja temperatura al que popularmente se conoce como "bizcochado". Si importante es llegar a la temperatura necesaria de manera pausada, igual de importante es un enfriamiento lento, serán casi dos días lo que tarde el horno en bajar lentamente a temperatura ambiente. Un enfriamiento demasiado rápido y lo más probable es que la pieza se parta. 

Y así apareció mi maceta, horno abierto y entera, como un hijo recién nacido. Ya solo faltaba lo más importante, y era darle sentido a la obra, para que se complete el arcano de la conjunción de tierra, agua y fuego, es necesario que la use para los fines a los que estaba predestinada, pero para la época de trasplantes aún quedaban algunos meses, así que tendría que esperar.
 
Jamás pensé que iba a conseguir un resultado tan exacto a lo que llevaba en mente, esto se llama la suerte del principiante (y la sabia dirección de unas manos expertas, conste en acta).

Llegó el momento y aquí tenemos lo que será un matrimonio para toda la vida. Están hechos el uno para el otro. Ya sólo espero impaciente la primavera que es cuando esta magnífica especie vegetal se mostrará en todo su esplendor.

Termino dando las gracias a Inés al permitirme disfrutar de sus enseñanzas y demostrarme que con un gran maestro, todos los alumnos son buenos. Y sobre todo gracias a mi hija Xú, artista innata que toca casi todos los palos y por tanto, culo inquieto donde los haya, por haber sido la idealizadora y promotora  de una actividad que me ha dejado tan grato recuerdo y una satisfacción difícil de explicar con palabras.

18 de diciembre de 2022

BOUGANVILLAS DESDE CERO.- REUTILIZANDO PLANTAS SOBRANTES

En 2019 hice una remodelación en mis patios, resultado de ella fue que me sobraban varias boungavillas de varios colores que durante años mantuve como plantas de exorno y al no saber que hacer con ellas les dí una fuerte poda tanto de ramas como de raíces, estaban en macetones muy grandes y las tuve que acondicionar para que entrasen en macetas pequeñas, no sé si alguna de ellas llegará algún día a merecer una maceta de bonsai, pero aquí empezaba el largo y tortuoso camino.

Bouganvilla 1. Es un intento de adosado a una piedra, nunca vi un ejemplar de bouganvilla con este diseño así que vamos ello. Tenía dos fuertes raíces en Y invertida y si cortaba una de ellas hubiese peligrado su vida. La piedra fue tallada en primera instancia buscando dar paso a las raíces principales. No sé de qué variedad se trata, florece mucho y las brácteas son más pequeñas que en Bouganvilla glabra. Colores blancos y magentas. Un temporal de levante fuerte hizo estragos en todas ellas, rompiendo ramas de forma indiscriminada, por eso las segundas fotos están más peladas.
 
 Así luce en junio de 2023.

Boungavilla 2. Es la variedad clásica de la B. glabra pero con hojas más pequeñas y delicadas, brácteas color púrpura. Es un triple tronco, una pena que el tachiagari sea más delgado que la zona de nacimiento de los tres troncos, con el tiempo no creo que pueda corregirse.
 
Así estaba en junio de 2023.

Bouganvilla 3.- Otra glabra con troncos gemelos.

Así estaba en junio de 2023.
 
Bounganvilla 4.- Bouganvilla glabra tradicional. Un doble tronco que nacen de la misma raíz. Me gusta el movimiento armónico que llevan ambos troncos. Desgraciadamente la parte alta de ambos troncos terminó secándose así que atpc la parte seca.
 
Así estaba en junio de 2023.

Bouganvilla 5.- Otra Bouganvilla glabra. En este caso su crecimiento ha sido escaso. En ésta, hay poco que rascar.

Así estaba en diciembre de 2022. No se ha movido.

 Bouganvilla 6.- Un ejemplar de flores amarillas.
 
 Así estaba en junio de 2023.