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4 de marzo de 2021

ALTERNATIVA AL CURSI Y FRÁGIL COLADOR DE CULTIVO.

En estos últimos años se ha desatado una histeria colectiva en el uso del colador, algunos parecen creer que el cultivo en colador es un paso imprescindible para el buen cultivo de la planta y nada más lejos de la realidad, es un sistema muy antiguo y contrastado pero no mejora, por ejemplo, la efectividad del cultivo en cajas de madera. No obstante es un gran sistema que aprovecha la tendencia de las plantas a crear raíces en sustratos muy ventilados y donde el oxígeno llega generosamente a las raíces algo que conseguimos fácilmente usando los coladores de plástico.
 
VENTAJAS:

1.- El cultivo en colador favorece el rápido crecimiento de raíces ciliares. Ideal para plantones y plantas jóvenes en las que queremos disponer de un buen pan de raíces, evitan la reacción natural de las raíces a girar pegadas al perímetro interior de la maceta ya que el contacto con el aire detendrá su crecimiento, favoreciendo el nacimiento de nuevas raicillas interiores.
 
2.- También se utilizan como recuperador de plantas adultas, a veces el cultivo en maceta de bonsai más bien pequeñas, termina pasando factura al ejemplar y pierde vigor. Pues un par de temporadas en un colador de este tipo y sobredimensionado para el tamaño de la planta las ayudará a recuperar tanto la fuerza aérea como la radical.
INCONVENIENTES:
 
1.- El primer inconveniente viene determinado por su única ventaja, un gran número de raíces ciliares provocarán una gran alimentación de la planta lo que se traducirá en un alargado excesivo del tronco, ramas y entrenudos, sobre todo si nuestro ejemplar no dispone de todas las horas de sol posible y está siendo abonada correctamente.

2.- El cultivo del colador no es apto para todas las especies de árboles, por lo que debemos tener en consideración cual será la especie para plantar en ellos y cual es nuestro clima.
 
3.- Gracias a su gran poder drenante, un contenedor lleno de agujeros y un sustrato ultradrenante, nos llevará a tener que estar totalmente pendiente del riego, en algunos periodos del año tendremos que regar más del doble de veces que lo normal en una plantación convencional.
 
4.- El aumento de riegos influye directamente en la absorción y retención de abonos, debiendo adaptar el ritmo de abonados a la nueva situación, si seguimos nuestra pauta habitual, la planta sufrirá un déficit de nutrientes que a la postre tirará por tierra todos nuestros esfuerzos en acelerar su crecimiento.
 
5.- En un colador, tanto la planta como sus raíces están totalmente desrprotegidas contra las heladas, así que tenemos que protegerla ante posibles heladas y sobre todo de las incontrolables heladas tardías.
 
6.- Por otra parte, los coladores normales tienen unos agujeros grandes que no impiden la retención del sustrato por lo que a la hora de comprarlos debemos tenerlo en cuenta.
 
7.- Y el último problema, ya es más una cuestión estética y de practicidad, es que los coladores suelen fabricarse en colores chillones y convierten nuestras estanterías de bonsai en las baldas de un bazar, los redondos ocupan mucho espacio y lo peor es que se cuartean y el plástico se degrada rápidamente por efecto del sol, sé de alguno que al ir a levantarlos de su sitio se han quedaron con los agarres plásticos en la mano y la planta ha ido al suelo.

Y es frente a esta última desventaja donde os ofrezco una alternativa, que además de ser igual de efectiva es mucho más formal y más fáciles de estibar ya que ocuparán menos espacio en nuestras estanterías y encima son algo más baratas y resistentes, se trata de usar las macetas plásticas que venden para plantas acuáticas, más prácticas, son en color negro y sobre todo, resistentes a los rayos del sol, lo que incidirá directamente en su duración y seguridad para nuestros ejemplares.

Otra ventaja es que disponen de un variado muestrario de tamaños, algo que los coladores no ofecen, cambian la forma y los colores, pero no el tamaño. Este que vemos en la foto tiene unas medidas de 23x23x15 cms., haciendo un volumen de ocho litros pero los tenemos desde un litro incluso más pequeños hasta 30 litros y probablemente los habrá mayores. Y como última ventaja reseñable es que sus pequeños agujeros impedirán que se nos escapen los granos de akadama, parece una tontería pero no lo es.

1 de febrero de 2021

LA CAPACIDAD DRENANTE DE LAS BANDEJAS DE BONSAI.-

Aunque las conclusiones obtenidas son perfectamente extrapolables a otras macetas de bonsai, aquí me estoy refiriendo exclusivamente a las bandejas de perfil bajo, no más de 3 centímetros de altura. La maceta del ejemplo tiene las siguientes medidas interiores: altura (H) 1,5 centímetros, largo (L) 34 cms y ancho (A) 25 cms.

CONSIDERACIONES
Hay un hecho contrastado y que debemos tatuarnos en la piel, una bandeja grande y de poca altura siempre drenará peor que una maceta igual de grande pero mucho más alta. Partimos de la base de que el sustrato y capa drenante son exactamente iguales en ambos casos. Pero ¿por qué pasa esto?

En la evacuación de agua, además de la capacidad drenante del sustrato y su capilaridad (fuerza ascendente que permite que el agua suba venciendo la fuerza de la gravedad) que ya hemos acordado como exactamente iguales para todos los casos, intervienen tres factores principales: las propiedades del agua, la fuerza de gravedad y el diseño de la maceta.

1. FACTORES RELATIVOS AL AGUA.
El agua en reposo está afectada por tres fuerzas fundamentales. Estas fuerzas son la cohesión, que es la fuerza con que se atraen entre sí las moléculas de agua gracias a sus cargas eléctricas, la adherencia que es la capacidad que tiene el agua para pegarse a otros materiales que también disponen de carga eléctrica y la tension superficial que es la capacidad de atracción que tienen las moléculas de agua en la lámina superficial, es parecido a la cohesión pero con la diferencia de que esta tensión se provoca en la parte superior de la lámina de agua, al no existir otras moléculas de agua con las que poder cohesionarse por su parte superior.
La cohesión afecta a las moléculas en sus tres dimensiones, están en contacto por arriba, abajo y lados. Esto representa una fuerza que contrarresta en parte la fuerza de la gravedad y pone más difícil la evacuación de agua.


La tensión superficial no está afectada por la atracción de otras moléculas de agua por su parte superior lo que provoca que la fuerza de atracción con las laterales sea más intensa. Nuevamente esta capa también ejerce un efecto imán sobre las moléculas con las que mantiene contacto.

Recordemos que una molécula de agua está formada por dos átomos de hidrógeno con carga positiva y uno de oxígeno con carga negativa. Y estas cargas eléctricas son las que provocan el efecto imán, al atraerse con otras.





2,. FACTORES RELATIVOS A LA FUERZA DE LA GRAVEDAD.
Como segundo factor está la fuerza de la gravedad que todos conocemos y que determina el peso del agua en relación a su volumen. Sabemos que el peso es la fuerza con que la Tierra atrae un objeto por acción de la gravedad y para explicar el efecto que se produce en una maceta de perfil bajo nada más fácil que utilizar dos tubos de ensayo, uno de ellos con una medida X de agua cuyo peso será X, y otro que contiene 5 veces esa cantidad, o sea, 5X. ¿En la base de qué tubo de ensayo habrá más peso? Pues eso.
En las bandejas de bonsai también pasa lo mismo, la fuerza ejercida por la gravedad en una maceta con muy poco sustrato en altura será una fuerza muy pequeñita, ya que la columna de agua será pequeñita, y será fácilmente neutralizada por la fuerza con que se atraen las moléculas de agua, mientras que si la maceta es alta y llena de sustrato, la presión ejercida en la capa inferior será lo suficientemente importante como para vencer las fuerzas de cohesion y adhesión de las moléculas de agua y el drenaje se efectuará más fácilmente.

Usando nuevamente los tubos de ensayo podemos verlo fácilmente. En un tubo horizontal el agua se distribuye a lo largo de toda la longitud del tubo por lo que la tensión superficial (TS) es máxima y por contra, la altura de la columna de agua es pequeña por lo que su peso (fuerza ejercida por la atracción terrerestre) es pequeño. En cambio, si inclinamos el tubo pues el agua se acumula en uno de sus extremos, disminuimos la tensión superficial y aumentamos la altura de la columna de agua y por tanto su peso, por lo que el drenaje se realizará más fácilmente y además eliminamos agua de una gran parte del tubo.


Alguno de los que haya llegado hasta aquí podría preguntarse ¿entonces que más da usar una maceta de poca altura o más alta, si cuando el nivel de agua llegue a X, en ambos casos sucederá la mismo? ambas macetas tendrán un nivel de agua bajo y sufrirán los mismos efectos físicos y quedarán estancadas igualmente.

Pues no, aquí es donde entra en juego el fenómeno del que hablábamos al principio, la capilaridad (fuerza ascendente que permite que el agua suba venciendo la fuerza de la gravedad), y esta es la gran diferencia, en nuestras macetas usamos habitualmente sustratos inertes granulados (también es aplicable al sustrato orgánico, pero como no solemos usarlo pues ni lo nombro), sea akadama, kiryuzuna, kanuma o pómice, da igual, todos estos sustratos tienen gran capilaridad por lo que en una maceta con una altura aceptable de sustrato granulado y conforme vayan secándose las capas superiores, el agua irá ascendiendo por capilaridad, anulando rápidamente el encharcamiento en la zona baja pero en una maceta con poca altura de sustrato, la capilaridad también será muy pequeña redundando en que el agua encharcada en los espacios intergránulos, permanecerá mucho más tiempo, y esto, como todos sabemos, no es bueno para las raíces. Y no digo nada si además la tenemos cubierta con una capa de musgo. pero del musgo hablaremos otro día.


3.- FACTORES RELATIVOS A LA MACETA
Una maceta de perfil bajo debe ser elegida cuidadosamente ya que como hemos visto anteriormente, el agua es un elemento con partículas eléctricas diseñadas especificamente para mantenerse unidas, una maceta baja y medianamente grande ofrece una superficie ideal para que la fuerza de la gravedad sea neutralizada por la fuerza eléctrica que unen las moléculas de agua y por tanto, entorpezcan el buen drenaje.

También debemos tener en cuenta que el material con las que están fabricadas es poroso en mayor o menor medida, esta cualidad que en principio es buena y recomendable ya que al empaparse consiguen alargar los periodos de humedad en las raíces se vuelve en nuestra contra en periodos prolongados de lluvia, este humedecido lo único que consigue es que las moléculas de agua que entran en contacto con el fondo de la maceta intenten mantenerse unidas a las moléculas de agua introducidas entre los poros de su material de construcción, entorpeciendo el drenaje.

Esto es lo que hace necesario que si nuestra maceta no dispone de muchos agujeros de drenaje, al menos los que tenga que estén en los extremos de la maceta, ya que facilitarán la salida de agua cuando sean inclinadas.

Si nuestra maceta no reune estas condiciones, lo que pasará será esto que muestra el video, al carecer de agujeros bien colocados, el agua también se evacuará pero lo hará por rebose, quedando parte del agua acumulada justo en esa esquina de la maceta, aunque siempre esto será mejor a tener todo el sustrato encharcado.

CONCLUSIONES
1. Si vamos a comprar una maceta de poca altura es interesante fijarnos en los agujeros de drenaje, una buena bandeja debe tener buenos agujeros de drenaje repartidos por toda su superficie.


Y si no los tiene, al menos que dos de los que tenga estén muy próximos a los laterales de la maceta lo que nos permitirá que si la tumbamos pues el desalojo de agua sea óptimo.

Desechar automáticamente bandejas con un solo agujero de drenaje. Estas las dejamos para que siembren geranios.

2.- Usar siempre las mezclas de sustratos más drenantes que podamos, evitando en lo posible usar sustratos orgánicos en las bandejas de muy poca altura.

2 de abril de 2020

MODELO MATEMÁTICO PARA ELEGIR ADECUADAMENTE UNA MACETA DE BONSAI.

Comprar una maceta de bonsai es algo que nunca se hace a la ligera, sobre todo por el precio que tienen y a nadie le gusta comprar una maceta que luego no le vendrá bien a nuestra planta. Miramos una y mil veces el tamaño, el color, si esmaltada para caducos, sin esmaltar para coníferas, alturas, y un sinfín de detalles más, pero casi nadie presta atención a lo que probablemente sea el detalle más importante: que la maceta elegida sea un buen contenedor que proteja la salud de nuestra planta, porque digan lo que digan, si una planta no tiene raíces sanas nunca lucirá en plenitud, la salud de las raíces lo es todo, y para tener unas raíces sanas, antes que nada, debemos usar una maceta adecuada y todo esto pasa por los agujeros de drenaje, sí sí, esos agujeritos que tienen las macetas en su parte baja,  es lo más importante de una maceta, al igual que los espacios vacíos son imprescindibles en el modelado del bonsai, estos espacios vacíos son imprescindibles para la salud de nuestra planta.

Lo normal es que a poco tiempo que llevemos como aficionados nos baste con ver los agujeros de drenaje para saber si un recipiente es adecuado o no, incluso los más adelantados pueden determinar la calidad de la maceta con el simple hecho de mirar dichos agujeros, pero aquí vamos a hacerlo de una manera más científica, vamos a desarrollar un modelo matemático que nos permita distinguir con claridad meridiana la idoneidad de la maceta teniendo en cuenta exclusivamente los agujeros de drenaje.
 
Y eso es lo que vamos a aprender hoy, calcular si los agujeros de drenaje guardan equilibrio con el tamaño de la maceta.
Para esto solo tenemos que calcular el volumen de la maceta, así como el área que ocupan los agujeros de drenaje y obtener la proporción correspondiente entre ambas.   
 
Básicamente, en el mercado podemos encontrar tres formas de macetas, las ovaladas, las rectangulares y las redondas. 
Para hallar el volumen de una maceta oval tenemos que medir el largo y el ancho que es lo mismo que medir sus diámetros, al ser ovalada pues tiene dos y dividirlos por la mitad, esto nos dará los radios. Pues si multiplicamos el radio mayor por el radio menor por la altura (h) y por Pi (3,14) tendremos el volumen.

En el caso de una maceta rectangular es mucho más fácil, el volumen se calcula multiplicando el largo por el ancho por el alto.

Para hallar el volumen de una maceta redonda solo tendremos que multiplicar Pi (3,14) por el radio al cuadrado por la altura.

Vamos a un caso práctico y vamos a calcular el volumen de las macetas que tomamos como ejemplo. 

Aplicamos la fórmula r1 x r2 x h x lo que resulta 17 x 12,5 x 1,5 x 3,14 = 1.000,88 centímetros cúbicos.


Para hallar el área de los agujeros y como son redondos pues la fórmula a aplicar es más fácil aún: 𝚷r², Pi por el radio al cuadrado. O sea, 3,14 x 1² = 3,14 cm²., como son dos agujeros pues un total de 6,28 centímetros cuadrados.

Para calcular el Coeficiente de drenaje solo tenemos que realizar un cálculo sencillo:  Dividir el volumen de la maceta entre el área de los agujeros de drenaje multiplicado por cien:  Cd= V/(d*100)


Hacemos la misma operación pero con la maceta cuadrada, aquí para hallar el volumen total basta con multiplicar largo por ancho por alto. 30 x 20 x 10 = 6000 centímetros cúbicos.


Y el área ocupada por los agujeros de drenaje es 3,14 centímetros cuadrados cada uno de los pequeños y 3,14x6,25= 19,63 cm² el grande. Como son cuatro agujeros pequeños pues (4 x 3,14 ) + 19,63 = 32,19 cm².

 El coeficiente de drenaje será 1,86.

Para hallar el volumen de la maceta redonda aplicaremos la fórmula: V = 𝚷 * r² * h

3,14x240,25x4= 3.017,54 centímetros cúbicos.


Y el área ocupada por los agujeros de drenaje es 3,14 centímetros cuadrados cada uno de los pequeños y 3,14x2,25= 7,07 cm². Como son cuatro agujeros pequeños pues (3 x 3,14 ) + 7,07 = 16,49 cm
².


Ya solo nos quedaría buscar la cantidad resultante en esta tabla y comprobar la calidad de nuestra maceta, atendiendo exclusivamente a su coeficiente de drenaje.
 
Lo habitual en el mercado es encontrar macetas cuyos Coeficientes de Drenaje se situan entre 1,5 y 2. También podríamos comprobar que las macetas con Coeficientes de Drenaje menores a 1,5 suelen de las mejores calidades y por tanto, mucho más caras, lo que no implica que por que una maceta sea cara y de gran calidad, deba tener gran Coeficiente de Drenaje. En cambio con coeficientes mayores de 2 estarían las más baratas.
 
Seguro que a poco que busquemos podremos encontrar excepciones en las que no serían aplicables estas fórmulas y alguno se preguntará para que sirve toda esta historia, pues yo también me lo pregunto, pero encontrar las excepciones es trabajo vuestro. Esto solo un entretenimiento de una tarde de lluvia.

Por motivos lógicos esto no es aplicable a las macetas sin agujeros de drenaje, ya que si aplicamos la fórmula obtendríamos infinito y ya sabemos que en bonsai el vacío es importante pero el infinito no.

7 de marzo de 2020

INJERTO DIRECTO EN MALUS DOMESTICA

Todo empezó como un entretenimiento de una tarde de lluvia en las que me dediqué a aplicar la regla de los tercios a uno de mis manzanos y resultado de ello fue la necesidad de añadir una rama en cascada y así resultó el arreglo virtual.​.

El como llegué a esta decisión puede verse en esta entrada: COMO MEJORAR UN MANZANO

Tras preverlo con antelación, llegado el momento dispongo de una rama de otro manzano que será con la que efectúe el injerto. Desconozco el motivo, pero en bonsai y salvo en los autoinjertos, siempre se utilizan ramas o esquejes enraizados que permiten asegurar la pervivencia y posibilidades de éxito en el pegado, pero en horticultura son más frecuentes los injertos de púas o estacas procedentes de podas, así que ¿por qué no intentar un injerto como los que se realizan en los frutales de producción?

Al objeto de facilitar la posición que deberá tomar la estaquilla, un par de semanas antes puse alambre y forcé el ángulo que aproximadamente deberá tomar una vez efectuado el injerto.

 Esa zona que marco es el lugar elegido para la incisión.

Se trata de tradicional injerto de púa. No me gusta que la rama a injertar esté hacia abajo, lo que dificultará la circulación de savia que tendrá que circular en sentido descendente, pero no me queda otra. Si falla pues tendré que recurrir al esqueje enraizado. Por encima de la cinta de injertar doy unas vueltas con alambre proporcionando más presión a las zonas de contacto. La estaca es algunos centímetros más larga de lo que necesito, pero si pega ya tendré tiempo de ajustarla.

Y siguiendo con la técnica convencional pues cubro la estaquilla con una bolsa de plástico que mantendrá un índice de humedad algo más elevado, protegiendola del secado y dando tiempo al posible reestablecimiento de la circulación de savia.

4 de noviembre de 2019

PINZADOS EN ACER MONSPESSULANUM.

ABRIL DE 2018
Es lo bueno que tenemos los que empezamos proyectos desde cero, que tienes la oportunidad de ir evolucionando al mismo tiempo que tus árboles, a veces no sabemos que hacer y casi siempre estaremos en la duda de cual será el camino que nuestro bonsai nos marque, porque al fin y al cabo, todo se reduce a dejar que la planta nos vaya diciendo qué es lo que quiere. Pero lo que es evidente, es que desde el primer momento hay que ir promocionando la planta y haciéndole algunos trabajillos que poco a poco le ayuden a decidir qué quiere ser de mayor. Hay que darles alternativas.

Para el trabajo de hoy voy a utilizar un Acer monspessulanum (Arce de Montpellier), que después de varios años de aclimatación y recuperación, y tras llegar a casa en una situación pésima, empieza a verse con alegría y al que le realizaré una selección de yemas con intención de retrasar las brotaciónes y densificar el ejemplar.

A principios de esta primavera le realicé el injerto de aproximación que podemos ver la foto, existe demasiada distancia entre la primera rama y la segunda, así que tenía que solucionarlo y para esto, el injerto de aproximación es ideal.

Para la labor a realizar (selección de yemas) vamos a utilizar una tijeras y una pinzadora, aunque también podremos usar las manos.

En esta imagen vemos el caso típico, una yema central muy fuerte y dos laterales más pequeñas, iremos revisando rama por rama, eliminando los brotes fuertes o innecesarios, dejándo sólo dos que nos abrirá la rama en dos nuevas ramas, al mismo tiempo que facilitará a los brotes latentes traseros a su propia brotación.

El momento adecuado es cortar antes de que abran, así no desperdiciaremos la energía de la planta. La pinzadora nos vendrá genial para entrar cerca del nacimiento del brote central.

También podremos hacerlo con los dedos, al modo de como se quitan las acículas a los pinos, una vez tenemos presionado el brote a eliminar, lo hacemos girar entre el pulgar y el índice y el brote sale fácilmente.

Otra posibilidad que podemos encontramos es que una de las yemas laterales tenga mucha fuerza, mientras que la del otro extremo quedan mucho más débil, o como en este caso, encima sean varios los brotes que reparten lo que les llega. En estos casos lo mejor es eliminar completamente la yema fuerte, facilitando la llegada por igual a los otros brotes, de los qué sólo dejaremos los antagonistas, eliminando los centrales, y de paso conseguimos cambiar la dirección de la recta rama.

Si hacemos esta selección algo tarde puede que nos encontremos que la fuerte yema central ya está brotada, pues no pasa nada, la cortamos y dejamos dos yemas laterales, una a cada lado que serán la que bifurquen y darán continuidad a la rama.


Aquí tenemos casi toda la casuística posible con las yemas, algunas de ellas sólo nacen por pares y que salvo que alarguen demasiado la rama, no las tocaremos (1), otras ramillas con tres yemas o más, de las que dejaremos sólo las laterales (2), otra dónde una de las yemas está muy fuerte (marcada con el círculo azul) y que eliminaremos en favor de la débil (3) y en la parte baja, una rama con varias yemas contínuas, pero en una rama que nos interesa que crezca, así que las dejaremos todas, salvo la central, que será eliminada (4).

Es un trabajo algo laborioso, sobre todo si tenemos muchos ejemplares en los que hay que hacer estas labores, pero nos aseguran un buen desarrollo primaveral y poco a poco nos encontraremos con un montón de ramas bien estructuradas que nos permitirá una mayor diversidad en las posibilidades de modelado.

Otra posibilidad que nos podemos encontrar es que las yemas ya estén brotadas, da igual, procedemos de igual forma, cortaremos la central.

Al principio hablaba del aprovechamiento de todos los recursos que nos ofrezca la planta, en este caso había una rama que había que eliminar sí o sí, así que aprovecho y hago lo que llamo un injerto de oportunidad, no lo tenía en mente pero tengo la rama, así que ¿por qué no? no sé si terminará sirviendo para el diseño de la planta pero para cortarlo siempre habrá tiempo, además al realizarlo por la parte trasera, las marcas quedarán ocultas, así que ya hemos aprovechado esa rama inútil.

La rama más baja sólo la dejé para el engrosamiento del tachigiari, no obstante, la mantengo con dos alturas, el tramo principal es muy recto por lo que si algún día decido incorporarla al diseño podré elegir entre una de las dos, incluso usar la ramilla más baja para rehacerla completamente como tercera opción. Pensar en futuro siempre nos dará múltiples posibilidades.

De paso, también eliminamos esas otras ramillas que. como en este caso, nacen hacia el tronco y que nunca nos servirían.

Ni que decir tiene que desde el comienzo de las brotaciones tendremos que revisar diariamente todos nuestros ejemplares susceptibles de esta labor, sobre todo los palmatums que crecen como locos.

NOVIEMBRE DE 2019
Una de las características de esta especie es que en otoño y si el cultivo es correcto, podemos verlo tricolor. Por un lado las hojas verdes habituales que aún no han empezado a otoñar, luego en tonos amarillos del otoñado y para acabar y justo antes de su caída, un rojo sangre espectacular. Sin dudas, estos inicios de la otoñada son los más bonitos.
 
La rama injertada ha progresado adecuadamente pero esta especie requiere más precaución que otras más amigables por lo que no separaré la rama injertada hasta el verano que viene. A principios de la próxima primavera injertaré una segunda rama con lo que la estructura básica quedará completada. Desde el frente no se echa en falta ninguna rama más, pero si lo miramos desde atrás, la cosa cambia.

El hueco A será tapado por la rama ya en fase de injerto. Pero nos queda un segundo hueco que será tapado por un futuro injerto, espacio marcado en B.

Continuará.

14 de marzo de 2019

COMO MEJORAR UN MANZANO.- ANÁLISIS CRÍTICO DE UN MALUS DOMÉSTICA.

Este es un tocón de manzano que estuvo a punto de ir a la basura como sobrante de un acodo. Afortunadamente para mí y al no tener problemas de espacio, fue plantado en una maceta y casi olvidado en mucho tiempo.
Así era en mayo de 2011.

Y por aquí estuvo sin que le prestase mucha atención, hasta que en este año me obsequió con una magnífica floración.

Y fue entonces cuándo me planteé como podría mejorarlo y como no hay por dónde cogerlo, pues eché mano de la regla y el lápiz y me puse analizar sus posibilidades en una tarde de relax, así que esto que pongo, es sólo un entretenimiento.

El principal defecto es la falta de equilibrio, aunque no podemos olvidar que es un ejemplar joven. Esa copita tan mona llena de flores, está descolgada, lo que unido a que está plantado en el centro de la maceta, pues da una sensación de inestabilidad y desasosiego.

La Escuela Clásica de Línea del bonsai nos enseña que una de las formas de conseguir que un árbol esté equilibrado, es hacer que el ápice quede alineado con el centro del tachiagari, por lo que la plantación correcta, sin ser excesivamente estrictos, pasaría en primer lugar por cambiar el ángulo y la zona de plantado, así que de forma virtual hago el arreglo.

Ahora ya tenemos el ápice alineado con el tachiagari, pero se ve más soso aún, ¿Como podríamos mejorarlo?

La falta de ramas es evidente, sobre todo una primera rama potente que le de movimiento y consiga integrar el tronco en el diseño, ya que ahora mismo, cada uno va por su lado. Así que añadimos algunos centímetros a una rama secundaria y que a partir de ahora, será la rama principal y parece que mejora algo.

¿Qué hemos conseguido?
1.- Por un lado, rompemos la monotonía, ya que conseguimos que la zona de contrapeso salga un poco del borde de la maceta, algo imprescindible si no queremos que parezca encajonado y soso, formando un ángulo de 45º con la nueva rama de caída. Y además, se alinea con el borde derecho de la maceta.

2.- Y el ángulo de caída de la rama principal también se alinea con el movimiento del tronco, quedando ambos, perfectamente paralelos. Como vemos, A y B discurren paralelas, detalle que influye de forma subconsciente en nuestra mente, percibiéndolo de forma más armónica.

 3.- Pero además, si trazamos una línea C que discurra desde el ápice hasta la parte baja del tronco y que es la que define el eje de simetría, vemos algo muy curioso, y es que la distancia entre A y B, es exactamente la misma que entre C y D.

4.- Como vemos, hemos definido un nuevo punto de simetría y equilibrio al conseguir igualar ambas proporciones. Distancias marcadas en celeste (e).

Llegados a este punto es cuándo me hago la pregunta del millón ¿Dónde está el dragón de este ejemplar? Sí sí, ese concepto tan místico conocido como Sección Dorada.

Para contestarla, y teniendo en cuenta que este ejemplar es atípico, aplicaré la Regla de los Tercios. OJO, que lo que voy a reseñar se intenta ceñir a una de las escuelas clásicas del bonsai, exactamente a la Escuela Clásica de Línea, cualquier árbol podríamos analizarlo desde otras tendencias o escuelas, y no son ni tres ni cuatro.

El bonsai ante todo es equilibrio, equilibrio en su conjunto, equilibrio entre sus ramas, equilibrio con la maceta. Para intentar conseguir este ansiado equilibrio existen unas normas generales que podemos aplicar sin ningún tipo de miedo, si no nos decidimos, pues lo mejor es aplicar las reglas básicas de modelado.

Todo es cuestión de proporciones, pero a veces (la mayoría de veces, más bien) el árbol no reúne las condiciones para ello y nos vemos obligados a saltarnos alguna condición, pero sin que ello signifique que nos las saltemos todas.

Aquí os pongo una imagen con una cuadrícula aplicando la regla de los tercios. Las posibles secciones doradas, en argot bonsaístico se conoce como "dragón" es la marcada con los círculos. Los cruces de las líneas que marcan los tercios del bonsai son los lugares donde, al menos en principio, deberían estar los lugares de máximo interés, y donde si el diseño sigue los patrones estipulados, a uno de ellos debería dirigirse nuestra mirada en un primer momento.
En este caso particular, la Sección Dorada recae en la rama de prolongación, lugar marcado con el círculo naranja.


La prolongación de la rama "virtual", se sitúa exáctamente en el lugar donde debería estar, según la Clásica de Linea en bonsai, o el "tercio" de forma general. El círculo naranja marca exactamente el lugar dónde se prolonga la rama.

Pero hay más, otro lugar de interés, y dónde podría situarse la Sección Dorada, es la marcada con el círculo rosa, en este caso, la sección áurea se sitúa en un espacio vacío, pasa que este ejemplar debería tener algún centímetro más de tronco para que este detalle fuese más evidente. Pero ahí está. El vacío, ese concepto tan importante en bonsai.

Pero seguimos, aún hay más. En esta foto que vemos a continuación, he trazado unas líneas que cruzan los puntos de mayor interés, las intersecciones de los tercios ¿y que vemos?

1.- Que el círculo verde, situado en uno de los tercios, coincide con la curva del tronco que se dobla hacia dentro, esta curva evita una línea de fuga y se prolonga hacia el tercio inferior coincidiendo con la línea dónde el tronco se une al sustrato, marcado con A.

2.- El tercio marcado con el círculo rosa y que es un punto de vacío, coincide con el otro tercio, también vacío, y a su vez, esa línea imaginaria coincide con el filo derecho de la maceta, marcado con B.

3.- Para rematar, el círculo naranja, situado en un "dragón", se alinea perfectamente con el movimiento de la rama principal y de la copa, cuya prolongación imaginaria, acabaría en otro tercio.

Este manzano me molaba, pero gracias al trazado de las rayitas, ahora ya no me gusta, simplemente me parece increíble. El mero hecho de "cuadricularlo", me ha dejado perfectamente claro cual debe ser su desarrollo en los próximos años.